La importancia de la fisioterapia en la atención geriátrica y gerontológica es fundamental para mantener y mejorar la capacidad funcional y, por lo tanto, la autonomía, independencia y bienestar de la persona mayor y de su entorno (familiares, cuidadores, amigos€). Se trata, así, de aumentar vida a los años, fomentando la actividad y el movimiento y reduciendo al máximo la dependencia. "Lo más importante no es vivir muchos años, sino vivirlos con calidad", apunta Vanesa López Miguens, fisioterapeuta experta en geriatría y vocal del Colexio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia (Cofiga).

Con un papel imprescindible en el tratamiento del dolor, la fisioterapia también es clave en la prevención y tratamiento de caídas y en el tan temido síndrome de inmovilidad, cuyas consecuencias casi siempre son graves y costosas, ya que implican mayores cuidados y, en ocasiones, la institucionalización del mayor.

Nuevas especialidades

Importante también en patologías cardiorespiratorias, neurológicas o génitourinarias, esta especialidad sanitaria ha evolucionado, a su vez, para dar cabida a nuevas especialidades relacionadas con la atención geriátrica, como la fisioterapia en suelo pélvico, la cardíaca y la oncológica.

Esta última busca paliar los daños físicos y la recuperación de las secuelas de los tratamientos oncológicos . Por su parte, la fisioterapia en suelo pélvico o pelviperinología es una herramienta muy efectiva y beneficiosa para tratar y retardar la incontinencia, además de disminuir y controlar los síntomas de prolapsos. Y la rehabilitación cardíaca establece un plan individualizado de ejercicio para ayudar a recuperar la fuerza, controla los niveles de fatiga y previene que la enfermedad empeore.

En cualquier especialidad, "el fisioterapeuta siempre va a realizar una valoración inicial junto con el equipo multidisciplinar, determinando el plan de tratamiento y evaluando las técnicas más adecuadas que se pueden aplicar, ya que en su mayoría, tratamos a personas pluripatológicas y polimedicadas", apunta López Miguens.

Demencias

En el caso de las demencias neurodegenerativas, la fisioterapia es también fundamental, tanto para pacientes como para cuidadores, en la Sanidad pública, las instituciones y los domicilios y en todas las fases de la enfermedad, desde las más leves a las más avanzadas, con unos objetivos específicos para cada una de ellas.

"El alzhéimer u otras demencias neurodegenerativas siempre se han asociado al deterioro cognitivo y la pérdida de memoria, y las intervenciones terapéuticas estaban enfocadas en exclusividad a ello. Sin embargo, uno de los grandes avances de los últimos años ha sido ver los beneficios de la fisioterapia en la reconducción o disminución de trastornos conductuales a través del ejercicio terapéutico y de la terapia manual, así como la eficacia de técnicas neuromusculares para mantener la cognición", apunta la fisioterapeuta.

Muchas de las técnicas que se utilizan en fisioterapia son aplicables a demencias si se tiene cierta formación específica. "Ésta es clave, ya que las mayores dificultades que nos encontramos en el día a día son las de comunicación (expresión y/o comprensión) y alteraciones en la percepción, lo que convierte en prioritario tener en cuenta la historia vital de la persona, el lenguaje no verbal y el contacto manual".

Por otra parte, de los tratamientos fisioterapéuticos también se pueden beneficiar los cuidadores, casi siempre sometidos a sobreesfuerzos físicos y/o psicológicos díficiles de afrontar.

Congreso

Estos aspectos, así como los últimos avances en geriatría se tratarán en el XVI del Congreso de la Asociación Española de Fisioterapia, que este año se celebra en Santiago. "Cronicidad y envejecimiento" es el tema sobre el que versará el encuentro, donde ilustres ponentes del ámbito nacional pondrán en valor la efectividad de la fisioterapia en el proceso fisiológico de envejecer.

Al frente de la organización se encuentra Cofiga, quien renovó recientemente su junta de gobierno. "Queremos mejorar la especialización, potenciar la investigación e interactuar con más sociedades científicas, así como tener mayor presencia en Sanidad y desarrollar nuevos programas de intervención, dentro del equipo multidisciplinar en geriatría. Y, sobre todo, dar a conocer a la sociedad lo que los 'fisios' podemos hacer para mejorar la calidad de vida de las personas", apostilla López Miguens.