El Partido Popular pierde en A Coruña la mayoría absoluta que le ha permitido gobernar sin sobresaltos políticos en los últimos cuatro años. Según la encuesta elaborada para FARO por Ipsos, la lista encabezada por el alcalde, Carlos Negreira, no conseguiría retener los apoyos con los que arrasaron en las elecciones de 2011. La segunda fuerza del pleno seguiría siendo el PSOE, que llega, sin embargo, al próximo domingo, con un empate técnico con Marea Atlántica bailando entre los cinco y los seis ediles. BNG y Ciudadanos se reparten el resto de la corporación municipal.

El desgaste de las decisiones y acción del Gobierno local, que no han dependido más que del equipo de Carlos Negreira desde el momento en el que logró acabar con 28 años de Alcaldía socialista, le hacen dejarse por el camino entre uno o dos concejales. Con una mayoría absoluta que marca el decimocuarto concejal, la horquilla de entre 12 y 13 ediles que le da la intención de voto del sondeo, deja al líder popular un escenario en el que deberá replantearse un pacto para poder gobernar, lo que él llama un "batiburrillo" de partidos contra el que ha bramado tanto su partido como él mismo antes de verse en esta tesitura.

La participación prevista en A Coruña es ligeramente inferior a la de hace cuatro años: 58% frente a 59,19%. El apoyo al PP seguiría siendo mayoritario entre los coruñeses, de un 39,7%, cuatro puntos por debajo que aquel exitoso domingo del 22 de mayo de 2011 pero que da algo de esperanzas a los populares para luchar por votos en el arreón final de campaña.

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La decisión de los vecinos es que el resto se lo repartan entre cuatro fuerzas: el PSdeG-PSOE de Mar Barcón, la Marea Atlántica representada en Xulio Ferreiro, Ciudadanos con Santiago Folla-Cisneros y los nacionalistas del BNG. Unión Coruñesa se queda, por el momento, a las puertas.

No está clara cuál será la segunda fuerza de la corporación coruñesa según la encuesta de Ipsos, elaborada entre el 29 de abril al 13 de mayo de 2015, esto es, sin tener todavía en cuenta la influencia que pudo tener el espaldarazo del mitin multitudinario de Palexco del fundador de Podemos, Pablo Iglesias.

Por el momento van en cabeza los socialistas, con tres puntos más. Cosecharían un 18,6% de los votos, según el sondeo, mientras que los de Xulio Ferreiro tienen un 15,6%. El PSOE coruñés, con legislaturas del vazquismo más apoteósico de mayorías de 18 ediles, confirma su tendencia negativa. De ocho concejales que mantenían como principal grupo de la oposición en la última legislatura, se quedarían en cinco o seis, según el sondeo de FARO DE VIGO.

En el año 1999 eran 17 los socialistas en el salón de plenos, pasando en 2003 a 14, aún con Francisco Vázquez, y necesitando cuando Javier Losada tomó el relevo de un pacto de gobierno con el BNG, al quedarse en 11 escaños en 2007. En 2011 se caían en un pozo histórico de ocho representantes.

Tres puntos por debajo del PSOE en porcentaje de votos estará el debutante Xulio Ferreiro, al frente de la Marea Atlántica, plataforma ciudadana en la que se han integrado fuerzas como Esquerda Unida, Anova, Podemos, Equo y Compromiso por Galicia. Solo EU tenía representante en el pleno, el concejal saliente César Santiso. La encuesta de Ipsos les da un 15,6% de apoyos y, con ello, cinco ediles para la próximos cuatro años.

La fragmentación que se inició con la irrupción de IU en la corporación, rompiendo el triunvirato de partidos en el Palacio de María Pita se confirma y amplía para el 24 de mayo. Está la formación de Albert Rivera, Ciudadanos, cuya candidatura se levantó con premura en A Coruña como capital de provincia sobre la ansiedad por aprovechar la ola buena tras el éxito de las elecciones andaluzas, la anexión de los críticos de UPyD, poca estructura y algún enfrentamiento interno.

En el pacto, la candidatura fue precisamente para un exseguidor de Rosa Díez, Santiago Folla-Cisneros. Con este cóctel, las siglas naranjas se elevan a una horquilla de dos o tres concejales, un 7,9% de las papeletas. Sería la cuarta fuerza por encima del BNG, que conseguiría seguir en el pleno pero con una importante caída de votos. Conservará entre uno o dos actas.