José Antonio Ucha, alcalde socialista de Santa Comba (A Coruña), fue apartado hoy del cargo en la primera moción de censura presentada en Galicia desde las pasadas elecciones locales, que ha dado el bastón de mando a un independiente, Miguel Pérez.

El pleno de censura se celebró ante una multitudinaria presencia de vecinos, la mayor parte de los cuales abuchearon al nuevo alcalde al asumir el bastón de mando. Mientras, cientos de personas se congregaron a la salida del pabellón multiusos de Santa Comba, donde se celebró la sesión, para corear el nombre del edil apartado del cargo, a quien sacaron a hombros.

Miguel Pérez obtuvo 9 votos, los de siete de los ocho concejales del PP y otros dos de independientes, mientras otros tres se abstuvieron y cinco votaron en contra.

Las elecciones municipales depararon un galimatías en la configuración municipal de Santa Comba, donde el partido mayoritario es el PP, con ocho de los 17 ediles, a los que se unen los dos del PSOE y siete independientes de dos grupos distintos, aunque todos ellos de centro-derecha y vinculados a empresarios de la comarca.

La falta de entendimiento entre populares e independientes propició que tras las elecciones de mayo pasado fuese elegido el alcalde socialista en más que precaria minoría, apoyado por parte de los grupos independientes.

Durante el debate de la moción, el hasta ahora alcalde señaló que su moral es "intachable", no como la "de otros" cuya palabra "no vale nada". Ucha indicó que el Gobierno municipal regresa "a los de siempre", e indicó que algunos de quienes suscribieron la moción podrían estar "callados" y deberían estar "entre rejas", puesto que ha podido comprobar "cómo se repartían las dietas a diestro y siniestro" en su municipio.

Ante gritos de "mercenarios" y amenazas de desalojar la sala por parte de María José Ares, la portavoz del PP que se mostró disconforme con su grupo y que presidió la sesión al ser la edil de más edad, Ucha señaló que el nuevo alcalde sale "bastardo" y lo acusó de haber intentado negociar la alcaldía a varias bandas, por lo que tiene "pocos escrúpulos". "Si esto es política, mejor no tener políticos", señaló Ucha, que se planteó que, tal vez, sería mejor que "gobernase el pueblo", y vaticinó que el nuevo gobierno "va a durar un bluff".

Aseguró que en la política de Santa Comba hay "mucho Judas", y señaló que va a "marcar de cerca" al nuevo alcalde, pero no impedirá que gobierne, "como hicisteis conmigo", ante lo que concluyó que el pueblo de Santa Comba "no perdona ni olvida" la situación vivida.

Por su parte, Miguel Pérez admitió que la moción de censura supone "un trago amargo", afirmó ante los abucheos del público, pero justificó el relevo porque la situación de Santa Comba "no es la mejor", en lo que "todos somos un poco responsables". Además, el que fue elegido alcalde, que había apoyado al PSOE en la sesión de investidura, indicó que quien debe gobernar es el PP porque fue el más votado, por lo que con la moción de hoy se creará un gobierno local estable con las dos fuerzas más votadas, manifestó.

Mientras, el edil del PP Jacobo Amarelle afirmó que la moción ha contado con el respaldo de la dirección provincial del Partido Popular, "ha sido consensuada con ellos", dijo tras apuntar que el actual alcalde gobernaba cuando sólo obtuvo 800 votos en los comicios.

Sin embargo, la portavoz del PP, que anunció que se mantendrá como concejal, dijo estar en desacuerdo con la moción "por dignidad" y agregó que se siente "traicionada" por sus compañeros de grupo, que a su juicio también traicionan a los votantes.