No era Manolo Escobar ni Juan Pardo. Era Anxo Quintana quien ayer firmaba autógrafos y era reclamado por las señoras como pareja de baile. Sucedió en la segunda edición de la Festa dos Maiores de O Carballiño, organizada por la Vicepresidencia de la Xunta y que reunió en la villa ourensana a casi 35.000 personas, llegadas en 273 autobuses de toda Galicia.

Quintana, que conquistó al público al asegurar que estaba con"la gente más joven de Galicia en espíritu", se vio obligado a dar unos cuantos pasos de baile ante el reclamo de las abuelas. El acoso fue tal que el líder nacionalista ya no sabía a quien atender. De cada brazo lo sujetaba una mujer y a su alrededor más señoras reclamaban su derecho a bailar un agarrado con el vicepresidente. Hubo hasta empujones y malas caras en el intento de ser la elegida por Quintana para compartir unos compases.

El número dos del Gobierno autonómico exhibió en la pista sus habilidades para seguir el ritmo de la música, pero también se subió a la tribuna, compartiendo escenario con Super Piñeiro y la orquesta Tony Pérez y los Arquinos, para desplegar sus dotes oratorias y políticas. Fue cuando anunció que antes de que termine este año pondrá en marcha el 065 social, un servicio de transporte adaptado que tendrá especial incidencia en las provincias de Ourense y Lugo. También recordó su compromiso para crear más plazas en residencias de la tercera edad, más centros de día y más atención domiciliaria para los mayores en situación de dependencia porque "si en este país alguien tiene derecho a pasarlo bien es la gente mayor".

Ayer en O Carballiño disfrutaron de una jornada de diversión, pero algunos se quejaron de que escaseaban las mesas para sentarse a comer y había que dar "muchas vueltas" buscando un sitio libre donde descansar y reponer fuerzas entre baile y baile.