El triángulo de las localidades lucenses de Sarria, Becerreá y Triacastela se convirtió en 1997 en el epicentro del terremoto de mayor magnitud del pasado siglo originado en Galicia. El seísmo, con una magnitud de 5,3 en la escala Richter, fue también el más importante desde otro que en 1969 registró una magnitud de 5,9 y afectó a la comunidad, pero con epicentro en el Atlántico.

Ese 22 de mayo de 1997 la tierra tembló en Galicia más de 150 veces. El terremoto despertó e inquietó a miles de gallegos que colapsaron los teléfonos de urgencias. Edificios y casas de la provincia de Lugo sufrieron múltiples daños y, aunque el seísmo no provocó víctimas directas, un vecino de Sarria de 41 años murió como consecuencia de un infarto que sufrió poco después del primer gran temblor de tierra.

Los temblores se percibieron nítidamente en el resto de Galicia, pero los sismógrafos registraron también las vibraciones de la tierra en Portugal, Asturias, Castilla y León y hasta Extremadura.