Javier Sánchez de Dios / madrid

Sabe que la proximidad es lo que mejor domina, y logra que quien está con él se sienta cómodo. Afable, mira a los ojos cuando habla y emplea un lenguaje sencillo y directo, la llaneza que Alonso Quijano recomendaba a su escudero...

- En su anterior visita a Ourense no pareció usted el Zapatero de diálogo y talante, señor presidente. Dijo que en Galicia sobran caciques y faltan demócratas. Fuerte, ¿no...?

- Parece que la gente se identificó mucho con ello porque fue quizá el aplauso mayor del mitin. Es algo que está en la conciencia de la gente. Galicia es una tierra que no se merece tanto político de pequeño alcance, que ha dejado pasar demasiadas oportunidades para las potencialidades que tiene en el conjunto de España.

- Y dijo usted otra cosa llamativa: exhortó al PSdeG a ganar las elecciones. No a quedar segundo, ni a establecer pactos...

- Sí , claro, le dije a la gente que el objetivo es ganar las elecciones.

- ¿Cree que es posible?

- Claro que sí. Y en mi opinión no sólo es una posibilidad, sino un deber del Partido Socialista. Quien quiere un cambio en positivo, quien aspira a gobernar un país, quien tiene como en este caso pasión por gobernar Galicia como tiene Emilio Pérez Touriño, tiene que salir a ganar. Hay que salir a ganar y los ciudadanos gallegos están esperando a un PSOE comprometido con Galicia como nunca. Esta vez va en serio.

- Algunos esperaban como frase siguiente aquélla de que gobernarán sólo si son la lista más votada. La que pronunció antes de las generales. ¿Gobernarán sólo si son la lista más votada?

- Hay una realidad evidente: quien no puede pactar con nadie es el Partido Popular. Ninguna de las fuerzas políticas con representación parlamentaria apoyaría al PP y Galicia necesita un gobierno sólido y fuerte. Y es evidente que Emilio Pérez Touriño está en el momento político oportuno para encabezar esa alternativa mayoritaria.

- Con todo respeto, señor presidente, se escabulle...

- Usted tiene derecho a preguntar como le parezca. Yo lo tengo a responder como creo y debo.

- Lo preguntaba porque hay, incluso en su partido, quien no ve ese pacto. El alcalde de A Coruña, por ejemplo, que comparó al Bloque de después de Beiras con Batasuna. Pero usted le hizo un guiño durante el debate sobre el Estado de la Nación a Francisco Rodríguez, el hombre duro del nacionalismo gallego.

- He tenido una relación fluida desde que ganamos las elecciones con el Bloque Nacionalista Galego en el Congreso de los Diputados; me apoyaron en la investidura y normalmente hemos colaborado. Además, el BNG ha contribuido y contribuye a la estabilidad parlamentaria.

- El BNG vetó los Presupuestos...

-Bueno, pero todo el mundo sabe que después el Congreso los ratificó.

- ¿Pelillos a la mar, pues?

-En ese sentido no tengo ningún problema.

- El alcalde de A Coruña parece que sí.

-No, no creo. Ya lo verá.

- BNG y PSOE están exteriorizando en el Congreso un estado de proximidad notable desde hace unos días. Han firmado varias iniciativas conjuntas, todas orientadas a pedir a su Gobierno más ritmo, más concreción, más dinero para Galicia, se llame Plan Galicia o PEIT. La última encuesta del CIS ha dicho que casi la mitad de los gallegos están descontentos con su actitud porque esperaban más. ¿Por qué no han tenido más?

- Comprendo la ansiedad de Galicia. Son muchos años de engaños, de falta de compromiso en materia de infraestructuras. El gobierno que presido lleva cinco meses, con los primeros presupuestos que ha hecho. Cinco meses. Entraron en vigor el 1 de enero. Por tanto diré dos cosas: la primera, que estos Presupuestos son los mejores para Galicia desde hace quince años. La segunda, que aumentan la inversión en un cien por cien en carreteras y en un cincuenta por ciento en ferrocarril. Y concluyo: cuando terminemos la legislatura, en los cuatro años el gobierno de España, el gobierno del Partido Socialista, habrá hecho en materia de infraestructuras por el desarrollo de Galicia mucho más que lo que hizo el gobierno del PP de Aznar y de Rajoy en ocho años. Pero insisto: llevamos cinco meses de nuestro primer presupuesto, y puedo asegurarle que he dado instrucciones al Ministerio de Fomento y al de Medio Ambiente, como los principales inversores, para que la prioridad en el desarrollo de proyectos, de estudios de impacto ambiental, de licitaciones y de ejecución de obras, esté en Galicia igual que en otras dos Comunidades Autónomas. Primero porque es una comunidad que tiene un enorme potencial sin desarrollar para acercar su nivel de desarrollo, de crecimiento, de renta, de PIB, a la media. Y, en segundo lugar, porque hay una parte de España que necesita esa prioridad, y en esa parte está sin ninguna duda la comunidad gallega.

- La Xunta pidió esa prioridad, pero usted la acusa de deslealtad. ¿Por qué esa dureza?

- No he sido duro con la Xunta. Es la Xunta quien no ha respetado la verdad sobre las inversiones y sobre los presupuestos del Gobierno de España. Y son comprobables, son medibles, los datos están en el BOE, las partidas inversoras están ahí y no resisten discusión. Y la campaña que realizó la Xunta de Galicia en relación con los presupuestos, que este año destinan una inversión de 1.200 millones de euros para Galicia no es aceptable ni justa. Lo he dicho muchas veces: quien tiene que hacer la oposición al gobierno de Zapatero no es la Xunta de Galicia que preside el señor Fraga, es el Partido Popular del señor Rajoy. El señor Rajoy no me ha preguntado nunca por Galicia, y mire que me ha hecho preguntas ya. Sorprende, ¿no? Me ha preguntado casi todos los días por terrorismo; otros, en fin, por cosas que ya han perdido actualidad, pero creo que ése es el marco de nuestro sistema político. Yo he tenido para con el señor Fraga, desde el primer día, una actitud de diálogo y de colaboración. Varias cosas que me ha pedido las he hecho, y sin mediar ningún tipo de contacto ni de comunicación lanzó una campaña evidentemente preelectoral a costa del gobierno de España. Y a costa de los ciudadanos de Galicia, por cierto: la campaña publicitaria ha debido facturar algunos euros.

- ¿Esta mala relación es reconvertible? Ustedes dicen que si hay una Xunta del PSOE será mejor, pero ¿y si lo hace el PP? ¿Volvemos a lo del gobierno amigo...?

- Bueno, hay amistades que pueden ser peligrosas...

- Por eso le digo...

- Mire, el gobierno de España tiene un principio de relación con todos los gobiernos desde la cortesía, la colaboración y la lealtad, tengan el color político que tengan. De hecho, le puedo poner ejemplos: hemos firmado un convenio de carreteras con la Comunidad de Valencia; hoy mismo he hablado con el presidente de Castilla León por un problema de una empresa del sector químico... En fin, acabamos de firmar un acuerdo de reforma estatutaria en Valencia... No he tenido, insisto, ningún problema en lo personal con el señor Fraga. Si pienso que es bueno que haya en Galicia una Xunta presidida por el Partido Socialista no es tanto porque la posición del gobierno no sea de lealtad con los demás, sino porque el proyecto político del PP está agotado, no tiene futuro, y el del Partido Socialista hoy es un proyecto renovado, con fuerza, con ilusión, con ganas y con futuro. Y desde luego con principios democráticos, que son muy importantes para el desarrollo, extraordinariamente superiores a los que representa el PP gallego. A mayor democracia, mayor desarrollo económico, mayor progreso y mayor bienestar. Le digo, por ejemplo, que tener una televisión como la gallega es un factor de retroceso y limita las posibilidades de desarrollo económico, porque los medios públicos han de ser abiertos, democráticos, y una sociedad avanza si tiene un debate sano, abierto y plural.

- Esa, la de la enemistad política y el futuro, es una de las preocupaciones de una parte de la sociedad gallega. No digo miedo....

-No, el que tiene miedo es el Partido Popular.

- Otra preocupación. El sistema de financiación, por ejemplo, sobre el que existe barullo.

-He oído al señor Fraga hablar de la propuesta catalana, pero no de la de Baleares...

- ¿Qué tiene usted en la cabeza sobre esto? Galicia por ahora recibe más de lo que da, y cualquier cambio en la caja común puede repercutir en negativo...

- En lo que es el proceso de reforma del modelo de financiación autonómica hay dos elementos que tenemos que tener en cuenta. El primero de ellos es que tenemos que avanzar hacia una mayor autonomía y responsabilidad fiscal de los gobiernos autonómicos. El segundo, que en este proceso, como es normal, cada comunidad autónoma va a defender y hacer propuestas que le beneficien en el conjunto del debate del sistema.

El gobierno de España tiene tres principios esenciales: primero, la reforma del modelo de financiación tiene que ser fruto de un gran acuerdo multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera; segundo, queremos que haya mayor responsabilidad fiscal y por lo tanto que los espacios fiscales del gobierno del Estado y de los gobiernos autonómicos estén más delimitados y que las comunidades tengan mayor capacidad fiscal; y, tercero, que el principio de solidaridad es la esencia del Estado y la esencia de un proyecto político como el que represento.

La solidaridad está más en las políticas sociales, en nuestro sistema de Seguridad Social y en la inversión y acción del Estado que en lo que es el propio modelo de financiación. Dos ejemplos: la capacidad inversora de las grandes infraestructuras del Estado nada tiene que ver con el modelo de financiación, y este gobierno ha colocado a regiones o nacionalidades como Galicia, Castilla León o Cantabria en sus prioridades inversoras. Ésta es una acción de cohesión. En segundo lugar, estamos ante un gobierno que ha tomado la decisión en el primer año de subir las pensiones mínimas el doble de la media de la subida de las otras. Éste es un poderosísimo instrumento de cohesión personal, pero también territorial. Porque las pensiones mínimas están en las regiones menos desarrolladas, y cada vez que hacemos una transferencia de renta subiendo pensiones mínimas el doble de la subida media estamos haciendo cohesión territorial y social. Son 220.000 gallegos que han visto este año cómo subía su pensión mínima el doble de la media, y también lo verán en 2006 y en 2007...

- Hay otra preocupación: los fondos europeos. En víspera del 19/J hay reunión en Luxemburgo, y Galicia puede resultar muy perjudicada si disminuyen o se eliminan esos fondos.

- Quiero decirle con toda claridad que Galicia no tiene que temer ningún preocupación, y subrayo ninguna preocupación, por el resultado de las perspectivas financieras. Y, en fin, cuando tengamos el acuerdo, que no sé si será ahora o más adelante, dentro de seis meses, lo verá. Me gusta cumplir los compromisos y la palabra que doy, y creo que en el tiempo que llevo como presidente del gobierno de España he cumplido los compromisos. Y hoy digo que Galicia no ha de tener ninguna preocupación por el futuro de las perspectivas financieras. Empeño mi palabra, la misma palabra que di y cumplí en otras ocasiones, desde la retirada de Irak a todas las demás.

- Usted estará hoy en Vigo...

- Siempre he tenido muy buen recuerdo de los mítines en Vigo. Recuerdo el que hice en la precampaña de las generales, el 28 de febrero. Y lo recuerdo con una gran emoción. Allí dije que íbamos a ganar ampliamente al PP...

- Vigo y el sur de Galicia tienen graves problemas: un aeropuerto precario, enormes dudas sobre si habrá AVE, sin solución para un puerto seco, sin suelo industrial... No pretendo hacer victimismo localista, pero es la verdad, y parece llegada la hora de hacer, más que de prometer.

- Vigo es la fuerza industrial de Galicia, y ha estado históricamente desatendido, con una acción mal planificada, es cierto. Vigo tiene un potencial industrial enorme, y no dispone de suelo suficiente. Es eje de comunicaciones y el centro de la Eurorregión y no hay comunicaciones suficientes. Todo eso es verdad. Puedo decirle una cosa: Emilio Pérez Touriño, en nuestras conversaciones sobre el conjunto de Galicia, más de la mitad del tiempo hablamos de Vigo, de lo que Vigo necesita y del potencial que tiene. Este domingo voy a hablar bastante de Vigo y de los planes de Emilio Pérez Touriño, con propuestas concretas que apoyo, desde el suelo industrial a los compromisos en los que ya hemos empezado a trabajar con el recién elegido gobierno portugués para relanzar toda la comunicación política, económica y cultural entre Portugal y España, y especialmente entre Galicia y el norte de Portugal. Y hablaremos de otras necesidades de las que estoy al corriente, como es la entrada de la velocidad alta, o el famoso peaje. No hay que olvidar que Emilio Pérez Touriño es candidato por la provincia y va a ser el primer presidente gallego que se presenta por esa provincia.

- Cita el peaje. Todos han dicho ya de todo, y ahí sigue...

- A mí me cabe el beneficio de la duda, y a Emilio Pérez Touriño también, ¿no? He de subrayar que Emilio tiene una propuesta, y estoy dispuesto a apoyarla, eso es lo que quiero decir. El que más ha prometido en eso es Fraga, ¿no?