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Graves disturbios ante el alza del precio de la basura en O Morrazo

La asamblea de la Mancomunidad, integrada por Cangas, Moaña y Bueu, aprobó la tasa

Manifestantes vuelcan contenedores ante la entrada del Concello de Cangas, ayer. |  Santos Álvarez

Manifestantes vuelcan contenedores ante la entrada del Concello de Cangas, ayer. | Santos Álvarez

J. Calvo / C. González

Cangas

Esperaban una protesta vecinal contra la subida de la basura, pero no del calibre de los disturbios que ayer se produjeron ante el Concello de Cangas, en donde por la tarde se celebró la asamblea de la Mancomunidad que aprobó la ordenanza de la nueva tasa en los concellos de Cangas, Moaña y Bueu, y que acabó con el gobierno del ente supramunicipal —integrado por los respectivos gobiernos de del BNG, PSOE y EU—, saliendo escoltados con Policía Local y Guardia Civil, pasadas las once de la noche.

Todavía en la calle permanecían un centenar de las más de mil personas que se concentraron por la tarde para protestar contra la subida de la tasa, tirando contenedores y bloqueando con ellos las puertas del Concello con piedras encima y con el agua cortada con los ediles dentro, en un acto de sabotaje. Alcaldes y concejales de gobierno (24 del BNG, 6 del PSOE y 1 de EU) fueron saliendo por tandas, protegidos por dos policías y cuatro guardias civiles.

La asamblea de la Mancomunidad, que preside la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido (BNG), estaba convocada para las 18.00 horas y ya por la mañana en muchos locales de hostelería y comercio colgaban carteles de «Hoy estamos cerrados a partir de las 17.00 horas». Había una llamada a concentrarse a través de redes sociales y también lo hacía el PP, muy opositor a esta subida de la basura.

La convocatoria de protesta reunió a más de un millar de personas y ahí ya comenzaron los disturbios, cortando con contenedores la PO-551 desde la Avenida de Marín, que es la entrada y salida principal de Cangas, e intentando entrar a la fuerza en el Concello. La Policía Local tuvo que actuar formando un cordón con media docena de agentes en la puerta para impedir el paso. Se vivieron momentos de tensión, con forcejeo entre unos y otros, ya que los manifestantes querían subir al salón de plenos, cuyo aforo limitó la presidenta de la Mancomunidade, a 68 personas por motivos de seguridad.

Los concentrados en el exterior no censaban de gritar «¡Fuera!», «¡No hay democracia!», «¡Dimitan!». Dentro, tras una sesión tensa de casi dos horas, cerca de las ocho de la tarde, se aprobó la subida de la basura con los votos mayoritarios del gobierno del BNG, PSOE y EU y en contra del PP, AV y edil no adscrito de Bueu. El edil socialista de Moaña se abstuvo.

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