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Uno de cada cinco muertos en carretera estaba usando el móvil

Tráfico endurece la vigilancia sobre el uso del dispositivo al volante, que el año pasado dejó 680 multas al mes, un 4,3% más que en 2023

Un hombre usa el móvil mientras conduce.

Un hombre usa el móvil mientras conduce. / FdV

A Coruña

Es el copiloto más letal en las carreteras gallegas. Uno de cada cinco muertos en la red viaria de Galicia el año pasado —en concreto el 22% de las víctimas mortales— se quedaron en el asfalto por una distracción provocada por el teléfono móvil. No fue la velocidad ni el alcohol. Fue un mensaje, una llamada o una pantalla encendida en el momento equivocado.

Con el vehículo en marcha, cualquier distracción puede tener un desenlace fatal, tal y como reflejan las estadísticas de Tráfico cada año. Desde 2017, en las carreteras gallegas ya no es el exceso de velocidad ni el consumo de alcohol la principal causa de la siniestralidad, sino que los despistes, con el uso del móvil a la cabeza, son el factor concurrente de una salida de vía mortal, una colisión o un atropello.

Para tratar de frenar las distracciones al volante —el uso del teléfono o de otros dispositivos electrónicos, encender o apagar un cigarrillo o la fatiga—, la DGT pone en marcha desde este lunes y hasta el domingo una campaña especial de vigilancia en las carreteras de todo el país.

«Solo fue un segundo». Es la excusa que escuchan a diario las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico cuando interceptan a un conductor con el móvil en la mano. Con este operativo de control se busca concienciar de que detrás de cada víctima hay una llamada que no debía hacerse o un mensaje que podía esperar. Y es que, aunque un segundo parezca insignificante, apartar la mirada de la carretera durante un tiempo fugaz puede acabar con el vehículo siniestrado. A modo de ejemplo: a 120 kilómetros por hora, un coche recorre 33 metros por segundo. Si el conductor aparta la vista del asfalto tres segundos para responder a una llamada o echar un vistazo al Whatsapp, habrá recorrido 100 metros completamente a ciegas. Ante una situación como esta que ocurre a diario en carretera no hay reflejos que valgan ni margen de reacción si en ese tramo aparece un peatón, una curva, un coche detenido o una señal de stop. Solo esos tres segundos evadidos de la carretera son equivalentes a pasar dos pasos de cebra, una intersección urbana o un tramo de autopista con tráfico intenso.

Pese al endurecimiento del catálogo de sanciones en 2022 por el uso del teléfono móvil —se pasó de la retirada de tres a seis puntos del carné por ser detectados con el dispositivo electrónico en la mano, además de la multa de económica de 200 euros—, el número de conductores denunciados en Galicia por estas distracciones va en aumento. El año pasado, el uso del móvil en las carreteras de la comunidad dejó un total de 8.153 sanciones, lo que supone una media de 680 cada mes. Son ya un 4,3% más que las interpuestas el ejercicio anterior (7.801), detalla la Delegación del Gobierno en Galicia.

En la provincia de A Coruña fueron 3.414 las multas contabilizadas por el uso del teléfono en 2024, en la de Lugo 673, en la de Ourense 458 y en la de Pontevedra, a la cabeza del mapa autonómico, 3.608. De los más de 8.100 expedientes abiertos el año pasado por este motivo en la red viaria gallega, el 30% de los conductores llevaba el dispositivo en la mano en el momento de ser interceptados —casi 2.500—.

Durante la campaña de vigilancia de semana se controlarán unos 50.000 vehículos en las carreteras de la comunidad, según las cifras del operativo especial del año pasado. Entonces, en siete días fueron sancionados al volante en Galicia 1.327 conductores —más de 500 por el uso del móvil— , lo que deja una tasa infractora del 2,6%.

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