Galicia se solidariza con Palestina en una manifestación con miles de participantes

Las calles de la capital gallega amanecieron hoy llenas de sandías, fruta que, en todo el mundo, se ha convertido en el símbolo de la resistencia palestina. Galicia se posicionó, una vez más, en contra del genocidio en Gaza, una causa que ha despertado un notable consenso entre ciudadanos de todo tipo. Así lo demostró, al menos, la multitudinaria manifestación que recorrió Santiago, convocada bajo el lema «Galicia con Palestina. 2 anos de xenocidio, 77 anos de ocupación».

«Netanyahu, asesino», «Palestina vencerá» o «Israel asesina, Europa patrocina», son solo algunos de los cánticos que se escucharon por el Ensanche y el casco histórico de la ciudad, a la que llegaron autobuses fletados de distintas localidades de las cuatro provincias con gente de todas las edades, de niños a mayores. La movilización concentró, según la organización, a unas 80.000 personas, una cifra que la Policía Local rebajó hasta las 15.000, y se sitúa en el calendario dos días antes del aniversario del atentado de Hamás el 7 de octubre de 2023, que reactivó el gran conflicto de Oriente Medio.

La protesta, tal y como explicó la entidad convocante, la Coordinadora Galega de Solidariedade con Palestina, tenía como objetivo principal demandar el cese inmediato de los ataques y el bloqueo de ayuda humanitaria. Busca, además, denunciar la «inacción» de la comunidad internacional. «Lo que reclama, no Hamás, sino el pueblo palestino, es una solución para parar este genocidio. No se trata solo de parar el genocidio, porque es una fase más de un periodo que dura 77 años, sino que reclamamos que termine la ocupación en Palestina», defendió Sami Ashour, gazatí residente en Galicia y parte de la entidad.

Ánxela Gippini, durante la lectura del manifiesto: «Israel é inimigo da humanidade toda»

También al inicio de la protesta, Ánxela Gippini, otra de las integrantes de la Coordinadora Galega de Solidariedade con Palestina, habló de la reciente detención de los integrantes de la Global Summud Flotilla en aguas internacionales por parte de Israel: «Es un símbolo de su desprecio por los derechos humanos». Precisamente hoy el Ministerio de Exteriores afirmaba que 21 de los 49 españoles retenidos regresarían ya a casa, una cuestión sobre la que pidió «muchísimo respeto para las familias». «Hay mucha desinformación y un juego de violencia psicológica desde la entidad sionista para movilizar acciones diplomáticas. Esperemos que se comunique el estado de salud de las secuestradas y hablaremos cuando todas estén liberadas», alegó.

Un Obradoiro a rebosar

La marea humana partió de la Alameda con puntualidad, a las 12.00 horas, si bien no todos los asistentes consiguieron llegar, dada la gran afluencia de personas, a la Praza do Obradoiro, donde estaba prevista la lectura del manifiesto. Sin ir más lejos, las fuerzas de seguridad y organizadores mandaron a algunos manifestantes cambiar el recorrido original ante el colapso que vivían las calles y la imposibilidad de avanzar. Con todo, más allá de algún pequeño altercado como el ocurrido en Praza de Praterías, donde un hombre increpó a los manifestantes, la movilización transcurrió de manera pacífica.

Un hombre increpa a los manifestantes en Praza de Praterías

«Nuestras expectativas se vieron desbordadas», señaló Óscar Valadares, de la organización convocante, desde el escenario colocado frente a la Catedral de Santiago. Desde allí, apuntaron que «decir que son 70.000 las víctimas mortales es decir solo un número, es dejar fuera a las víctimas que todavía no han sido recuperadas y a las que ya lo perdieron todo, pero aún conservan la vida. Los números no sirven para describir el resultado de esta barbarie».

También se subió al escenario Sara Ashour, de la Asociación Galaico-Árabe, quien pidió «humanidad y que no se mire para otro lado». También remarcó que el «plan de paz» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «no es realmente un acuerdo de paz». «Todas las vidas valen por igual», esgrimió la joven.

La izquierda saca pecho

Entre los miles de gallegos que caminaron ayer por Santiago para pedir un alto al fuego en Gaza, estuvieron presentes, entre otros, la alcaldesa de la ciudad, Goretti Sanmartín; la eurodiputada del BNG, Ana Miranda; la portavoz nacional de esta formación, Ana Pontón; el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro; o el secretario xeral de Sumar Galicia, Paulo Carlos López.

En declaraciones a los medios, Pontón pidió «romper todas las relaciones diplomáticas y económicas con el Estado criminal de Israel», al tiempo que destacó el «orgullo de una ciudadanía gallega que no calla ante el genocidio». La líder de la oposición cargó, además, contra el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, al que pidió que «rectifique» y se ponga «del lado del sentir mayoritario del pueblo gallego».

El líder de los socialistas gallegos, por su parte, señaló que «hay que posicionarse en el lugar responsable»: «Es un clamor que le llega a la gente que sufre el genocidio, pero también a los genocidas». Mientras, el representante de Sumar Galicia condenó «de manera clara el esfuerzo imperialista del Gobierno sionista genocida, que busca inviabilizar la solución de los dos estados».