La venta de suelo para pisos crece un 33% en Galicia, pero sigue en niveles bajos

El negocio alcanzó los 508.000 metros cuadrados

«Falta vivienda nueva, pero también usada», alertan las inmobiliarias

Obras para construir un edificio de viviendas en Vigo durante el año pasado.

Obras para construir un edificio de viviendas en Vigo durante el año pasado. / Ricardo Grobas

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Santiago

«Falta vivienda nueva en las ciudades, especialmente en Vigo, Santiago y A Coruña, pero es que también hay muy poca disponible de la usada porque es la que se ha ido vendiendo estos años. Al haber poca, los precios son altos». Vicente Martínez, vicesecretario de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), destaca la carencia de pisos como una de las claves de los problemas de acceso a la vivienda. Y para construir, el primer paso es contar con suelo urbano edificable.

El año pasado, los datos experimentaron en Galicia una mejoría del 33% tras superar el bajón causado por la crisis de precios y la subida de tipos de interés sufrida en 2023, que encareció el crédito, el combustible que permite funcionar a la industria del ladrillo.

Sin embargo, las cifras están por debajo de los ejercicios 2022 y 2021, cuando se alcanzaron los 790.600 y los 572.100 metros cuadrados, respectivamente, según los datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

«El problema es que casi no se hizo obra nueva desde los años 2009-2010, cuando estalló la crisis financiera. Muchos promotores quebraron y los que quedaron construyeron mucho menos. En Santiago, por ejemplo, hay 3 o 4 nuevos edificios, es insuficiente para una ciudad de 100.000 habitantes. Las grúas que se ven son de obras públicas», expone Martínez, que no pone sobre la mesa una cifra necesaria para reactivar el sector y poder elevar la oferta, algo que, si bien es poco probable que provocase una bajada de precios, sí podría frenar su ritmo de crecimiento.

«Esto repercute también en los precios del alquiler. Hicimos un estudio y cada vez hay menos alquileres por menos de 600 euros mensuales. Si aplicamos la regla del 30% de ingresos mensuales para vivienda, eso obligaría a un salario de 1.800 euros al mes para alguien que viva solo», añade.

Un dato evidencia el bajón del ladrillo. En el año 2004 la superficie de suelo urbano vendida era de 2,7 millones, si bien de aquel boom de la construcción derivó una burbuja que sufrió en mayor medida la crisis financiera que desencadenó a nivel mundial la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, que derribó la economía del planeta como un castillo de naipes.

«Parches»

Las soluciones resultan todavía un misterio para lograr una bajada de los precios. «La Administración intenta poner parches. La Xunta quiere llegar a 8.000 viviendas protegidas en 2028, lo cual es difícil, y los ayuntamientos y el Gobierno quieren poner suelo a precios bajos para este tipo de construcciones, pero es complicado. Es necesario un gran pacto de Estado», apela Martínez, responsable también en Santiago de la inmobiliaria Apóstol, que destaca los desencuentros entre A Coruña y Santiago, gobernados por la izquierda, al pedir la declaración de zona tensionada para frenar los precios del alquiler y la Xunta.

Dinero generado

El resto de datos del sector confirman las dificultades para relanzar las nuevas promociones. El valor de las transacciones de suelo urbano para edificios residenciales fundamentalmente —aunque también puede tratarse de oficinas e incluso alguna zona comercial— alcanzó el año pasado los 36,4 millones de euros frente a los 34,7 de 2023, a pesar de que la superficie creció durante 2024 un 33%.

En 2022 el dinero generado por el traspaso de solares urbanos rozó los 47 millones, lejos de lo 61,8 de 2021, de acuerdo con las estadísticas del departamento dirigido ahora por Óscar Puente.

En el análisis provincial, Pontevedra aparece como la provincia que menor repunte experimentó durante 2024. La superficie de suelo urbano vendida alcanzó los 107.600 metros cuadrados, solo 5.400 más. En el caso de Ourense, el crecimiento fue el mayor de la comunidad, con un repunte del 63%, si bien hasta alcanzar los 36.900 metros cuadrados. En A Coruña el incremento superó el 42% hasta los 279.100 m2.

A nivel económico, en Pontevedra las operaciones de compraventa de suelo urbano supusieron 11,8 millones de euros, por casi 21 en A Coruña. En Lugo la cifra se situó en 2,4 y en Ourense, tan solo en 1,1. El año previo, los datos fueron de 13,9, 16,9, 2,6 y 1,2, respectivamente, de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

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