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El turismo del Noroeste acelera para seducir a veinte millones de viajeros
Beneficiadas por el cambio de hábitos pospandemia y su condición de refugio climático, Galicia, Asturias y Castilla y León exprimen un motor que genera más del 10% de su PIB y su empleo

Colas en Santiago, epicentro turístico gallego. / Jesús Prieto
Martín G. Piñeiro
El mundo paró durante la pandemia del COVID de 2020 y cuando empezó a girar de nuevo, lo hizo con una mentalidad diferente. El impacto psicológico de aquel episodio fue brutal y sus secuelas en la sociedad, evidentes. Y tres de ellas han impactado directamente en el turismo: se generó cierto rechazo hacia las masificaciones, se alimentó la reconexión con la naturaleza y se instaló definitivamente la mentalidad del carpe diem, o lo que es lo mismo, exprimir la vida al máximo.
Esta última conforma el verdadero detonante de la explosión turística planetaria que se vive hoy, cuando viaja más gente que nunca por todo el mundo. Pero si además buena parte de esa masa de turistas huye de los destinos tradicionales más masificados y busca entornos tranquilos con los que valora aspectos como la naturaleza y la gastronomía, se explica la razón por la que el Noroeste de España lleva unos años pulverizando los registros de visitantes.
Galicia, Asturias y Castilla y León son conscientes de que la pandemia, pero también el cambio climático, han desviado el foco turístico hacia sus territorios. Están de moda y las cifras lo avalan. Da igual el indicador que se use o la Administración u organismo que elabore las estadísticas: el Noroeste va de récord en récord. Y por ello, los tres gobiernos autonómicos no quieren desaprovechar esta oportunidad de consolidar el sector turístico como un verdadero motor de creación de empleo y riqueza.
Ya lo es, porque en las tres autonomías el turismo supone más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) y representa de media otro tanto a nivel de empleo. Pero la estrategia pasa ahora por incrementar no solo los turistas, sino su gasto medio, su estancia y la propia rentabilidad de los negocios. Y eso se consigue con una apuesta por la calidad del servicio y la diversificación de la oferta.
A por 20 millones de turistas, los mismos que Venecia
En España resulta prácticamente imposible obtener cifras exactas de turistas. Están bien computadas las de visitantes extranjeros e incluso las de viajeros entre comunidades, pero no hay forma de medir fenómenos como el turismo interno entre territorios o incluso el excursionismo diario. Hasta en las propias cifras de alojamiento cuesta diferenciar quién viaja por ocio, por negocio o por otra razón.
En este contexto, las cifras oficiales del INE basadas en viajeros alojados en establecimientos turísticos, que son las que se toman como referencia, apuntan a un 2024 de récord en el Noroeste. Galicia recibió 7.281.898 turistas, Asturias 2.834.226 y Castilla y León 7.172.507. En total, más de 17 millones de almas que escogieron el Noroeste el año pasado como destino para su tiempo de ocio.
Pero en la práctica son más, ya que solo la Xunta de Galicia cifra en un millón a mayores (hasta 8,2 millones) los turistas recibidos el último año al no estar contabilizados en el INE nuevas modalidades de alojamiento como las viviendas de uso turístico, además de existir un número de ellas fuera de registro. Así que si se extrapola esta realidad a las comunidades vecinas, el Noroeste se movería ya en la cifra simbólica de los 20 millones de turistas. Son los que recibe cada año Venecia, lo que da muestra de la dimensión que alcanza el turismo en Galicia, Asturias y Castilla y León.
En las tres comunidades gana peso, además, el turismo internacional, que representa casi un tercio del total (30% en Galicia), alimentado por el fenómeno del Camino de Santiago. Pero ya es también más del 22% en Asturias y más del 18% en Castilla y León, un dato relevante, ya que los estudios indican que el gasto medio diario del turista extranjero supera con creces los 150 euros —llega a 170 en Galicia—, mientras que la media nacional se queda por debajo de los 60 euros al día.
El turismo ya es el principal motor económico del país
El sector turístico español fue en 2023 y 2024 el principal motor de la economía nacional. Solo el año pasado generó 207.763 millones de euros, con un crecimiento del 6,5% respecto al año anterior. Este resultado se traduce en que el sector ya aporta el 13,5% del PIB español, según datos de Exceltur. Mientras la economía española creció un 2,1%, el turismo lo hizo al triple de ritmo. Un aumento al que se le puede poner, como se dice coloquialmente, nombre y apellidos: 10.646 millones de euros adicionales para España.
El sector está avanzando además en la generación de más valor añadido, con un perfil de cliente que aporta más por el aumento del gasto, algo que también tiene mucho que ver con ese incremento de viajeros internacionales. Fueron 94 millones de turistas de fuera (+10%) que aportaron más de 126.000 millones de euros.
En términos de empleo, el turismo creó 72.310 nuevos puestos de trabajo en 2024, un crecimiento del 3,2% en comparación con el año anterior. La temporalidad también ha disminuido, alcanzando un 7,8%. El 96,7% de los nuevos contratos son indefinidos.
Las tendencias generales del turismo en España son extrapolables al Noroeste. El peso del turismo en el PIB no alcanza ese 13,5% estatal, pero también avanza poco a poco, con el 10,4% en Galicia, el 11,6% en Asturias y el 10% en Castilla y León, donde antes de la pandemia apenas llegaba al 7%.
Y lo mismo ocurre con el empleo, ya que el sector aporta el 11% del trabajo en Galicia y el 9,3% en Asturias, unas cifra que conjugadas con las de Castilla y León arrojan esa media del 10%.
En cifras absolutas, tomando los datos de Turespaña correspondientes al mes de julio de 2024, por tener una referencia de un mes de temporada alta, el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector turístico —hostelería, agencias de viajes y operadores turísticos— en el Noroeste ronda los 220.000, de lo que más de 50.000 —aproximadamente un cuarto— son autónomos, mientras que el grueso son asalariados. Repartido por territorios, son 94.050 afiliados del sector turístico gallego, 80.300 en el castellano y 39.453 en el asturiano. Representan además crecimientos con respecto a julio de 2023 del 1,5%, 1,3% y 2,3%, respectivamente, según la estadística oficial de Turespaña.
Los datos más recientes, de marzo de 2025, confirman esa tendencia, ya que el sector contaba con 18.000 afiliados menos, pero es temporada baja y además este año la Semana Santa fue en abril, por lo que el impacto turístico en el empleo no se había percibido todavía.
El sector turístico del Noroeste representa aproximadamente el 8% de todo el empleo nacional vinculado a esta actividad, según Turespaña. En el conjunto del país, en marzo de este año había 2.764.108 afiliados, pero en la temporada alta del verano pasado España superó por primera vez los 3 millones de ocupados —3.019.064 en cifras exactas— en el sector, lo que representa un incremento del 2,3% interanual.
Un 4% de crecimiento en 2025 entre nubarrones
El récord turístico en 2024 en España y en el Noroeste mantiene su inercia en este arranque de año, cumpliendo además las previsiones de Exceltur, que prevé para 2025 el mantenimiento de la condición del turismo como principal sector dinamizador de la economía y el empleo, aunque con una tendencia a la normalización tras estos años de ebullición pospandemia. Los cálculos del organismo apuntaban a un incremento del PIB turístico del 4%, casi el doble que el crecimiento estimado de la economía española (2,5%). De ser así, el turismo aportaría el 20% del crecimiento del país este año.
Los primeros meses de 2025 han dejado cifras positivas para el turismo gallego, por ejemplo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Galicia recibió un total de 436.282 viajeros alojados en establecimientos turísticos en enero y febrero, lo que supone un aumento del 3,6%.
Y mejor todavía le va a Asturias, que marcó su mejor arranque de año. Solo en febrero recibió 101.285 turistas que generaron 183.332 pernoctaciones, según el INE, un crecimiento del 4% y el porcentaje más alto de la España Verde.
Castilla y León, por su parte, ratificó en estos primeros meses su liderazgo nacional absoluto en materia de turismo rural, con más de 53.000 visitantes y 106.000 pernoctas, con buenas cifras de estancia media y de ocupación para ser temporada baja.
El papel del Camino de Santiago como reclamo
El fenómeno Xacobeo no tiene techo. Las cifras de peregrinos se superan año tras año, con el récord absoluto de 499.239 en 2024 y el reto de superar la barrera del medio millón en este ejercicio. Los indicios apuntan a ello, tras el buen comportamiento desde enero.
El Camino es, además de una ruta de peregrinación religiosa y un motor económico capaz de dinamizar la España rural y vaciada, un auténtico escaparate turístico, ya que muchos peregrinos toman contacto con el Noroeste gracias a la ruta y, tiempo después, regresan a Galicia, Asturias o Castilla y León con otro plan turístico, muchos en familia.
Y es que de todos los Caminos de Santiago oficiales, todos pasan por Galicia, pero cinco recorren Asturias y Castilla y León: Norte, Primitivo, Invierno, Ruta de la Plata y Francés.
Los retos del Noroeste ante las nuevas amenazas turísticas
Las buenas cifras y el momento dulce que atraviesa el sector turístico en el Noroeste, con marcas históricas de visitas, gasto y rentabilidad, no impiden que las administraciones estén alerta. Hay amenazas, algunas ya reales como el riesgo de masificación en determinados destinos y la turismofobia que emerge en ellos; o los derivados de la regulación de los nuevos alojamientos turísticos. Pero también existen otras más globales y todavía etéreas, como el riesgo de una crisis económica mundial por la guerra arancelaria o un frenazo de turistas norteamericanos —uno de los grandes mercados emisores para el Noroeste— por la recesión en la era Trump.
En todo caso, ese escenario está contemplado en las diferentes estrategias turísticas de Galicia, Asturias y Castilla y León. El plan gallego, hasta 2030, contempla 1.000 millones de inversión para 64 medidas articuladas en ocho ejes, ente ellos un turismo sostenible, desestacionalizado, internacional, más rentable, democrático en todo el territorio, digital y, especialmente, de calidad.
La Estrategia de Turismo del Principado de Asturias 2020-2030 plantea las bases sobre las que debe construirse el futuro del turismo y también es coincidente al asentarse sobre cuatro pilares: la sostenibilidad, la autenticidad, la identidad regional y la calidad de los recursos y servicios.
Castilla y León, por su parte, terminó su plan estratégico en 2023 y acaba de aprobar 14 Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos de su territorio por más de 23 millones. La esencia de su plan encaja en la filosofía del Noroeste de apostar por destinos de calidad, diferenciados y capaces de captar vistiantes todo el año, con el turismo rural y el patrimonio como dos de sus grandes armas.
La clave pasa porque Galicia, Asturias y Castilla y León sean capaces de mantener sus actuales cifras turísticas, sin obsesionarse por el crecimiento a granel y apostando por mejorar cuestiones como la calidad, que se traducirá en más rentabilidad para el sector. Y en esa estrategia, lo fundamental será lograr el equilibrio entre un elevadísimo volumen turístico, el medio ambiente y la convivencia social.
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