El encarecimiento de la vivienda en Galicia dispara el interés por pisos protegidos
El registro de demandantes de la Xunta suma 2.417 personas en los últimos 77 días y roza los 21.600
Los anuncios de nuevas promociones avivan el intento de acceder a ellas
Un hombre pase ante una promoción de viviendas protegidas en el barrio de Navia / Marta G. Brea
Con un sueldo como trabajador fijo y superados los 30, a Martín le cuesta encontrar una vivienda en el centro de Santiago que no le robe la mitad del sueldo, después de haber vivido la última década con su pareja. La opción a la que se ha visto obligado es la de compartir piso, retroceciendo a los tiempos estudiantiles, una alternativa que cada vez se plantean más jóvenes y no tan jóvenes ante el encarecimiento de la vivienda.
Ante esa situación y con el gancho del impulso a la vivienda protegida que quiere dar la Xunta tras tres lustros sin centrar sus esfuerzos en esta materia, el interés por lograr un hogar a un precio más asequible se ha disparado. El registro de demandantes de vivienda protegida de Galicia, dependiente del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), ganó 2.417 incripciones en los últimos 77 días hasta alcanzar un total de 21.534 personas. Se trata de un incremento del 12,6% en un período de dos meses y medio, a una media de 30 personas más cada día.
Alfonso Rueda centró el año pasado su discurso de investidura como presidente de la Xunta en la vivienda. Prometió impulsar 20.000 pisos protegidos en los próximos años fijando una meta para la actual legislatura, que finaliza en 2028: duplicar de 4.000 a 8.000 el parque actual. Supondría un giro de 180 grados a su política, pues desde 2013 solo se terminaron en la comunidad 1.231 viviendas protegidas, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).
La demanda se concentra en las provincias atlánticas, con 10.188 en Pontevedra y 7.347 en A Coruña, frente a los 2.578 de Lugo y los 1.421 de Ourense.
El encarecimiento de la vivienda tanto en la compra como en el alquiler apuntan a que esta tendencia irá en aumento. La hipoteca media en Galicia se sitúa ya en máximos desde la burbuja del ladrillo de 2007, con un importe medio de préstamos de 120.000 euros. En los alquileres la media roza los 570 euros mensuales, casi 100 más que los 475 hace tres años.
Cambios normativos
Además del anuncio de nuevas promociones, la Xunta ha aplicado algunos cambios normativos para elevar el atractivo de las viviendas protegidas. Por un lando, elevó a comienzos de año el umbral de ingresos para poder solicitar una de ellas: pasó de 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem) para una unidad familiar a 3. En el caso de una familia de tres miembros, el tope para una promoción pública pasó de 26.250 euros a 31.500.
Además, la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas eliminó los límites de edad para conceder avales, abriendo la posibilidad de cobertura para lanzarse a adquirir un inmueble a todas las edades.
El IGVS ofrece a los concellos impulsar las construcciones públicas en sus solares y gestionar la adjudicación
El pasado lunes, Alfonso Rueda anunció una medida de su gobierno para impulsar viviendas públicas y recordó a los ayuntamientos que cuentan con competencias también en la materia, a pesar de las dificultades que entraña para los municipios pequeños por los trámites burocráticos y riesgo económico que puede suponer.Para facilitar que puedan poner en marcha pisos protegidos, el IGVS lanzó ayer un programa para tramitar todo el procedimiento —licitaciones y adjudicaciones de proyectos— si los concellos interesados les ceden solares de su propiedad.
Así figura en la resolución publicada ayer por el Diario Oficial de Galicia, que pretende «facilitar a las entidades locales la adjudicación de parcelas de su titularidad, en compraventa o derecho de superficie, con el objetivo de construir viviendas protegidas». La conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, junto al secretario xeral de Vivenda, Heriberto García, comparecieron para explicar los beneficios de esta «herramienta».
La adjudicación de las parcelas que se incorporen al programa se realizará mediante un concurso público en régimen de libre concurrencia, que será tramitado por el IGVS en colaboración con la entidad local titular de la parcela. Los concursos se irán convocando a medida que se disponga de «un volumen adecuado de parcelas» e «incluso» podrá incorporarse suelo de la Xunta, según resaltó Heriberto García, informa Europa Press.
El IGVS también se encargará de la publicación del suelo disponible —habrá una plataforma web de acceso libre—, la redacción de los pliegos de bases, los anuncios de licitación, la mesa de contratación y la valoración técnica de las ofertas, de manera que los ayuntamientos «únicamente tendrán que remitir al IGVS la información sobre las parcelas y adjudicar y dictar la resolución de adjudicación, además de participar en la mesa de contratación».El plazo para solicitar la firma del convenio de colaboración con el IGVS, que se abrió ayer, permanecerá así «indefinidamente». La conselleira destacó que «varios» ayuntamientos «mostraron su voluntad» de participar en el programa.
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