Los apicultores detectan más velutinas que en 2024 y reinas de mayor tamaño

La Xunta retiró el año pasado 113.200 ejemplares mediante sus trampas

B. Teiga/M. G. Piñeiro

Santiago

Pasaron ya 15 años desde que la vespa velutina llegó a España desde Francia y se van a cumplir 13 desde su aparición en Galicia, en el puerto de Burela. En este tiempo, apicultores, agricultores, científicos o trabajadores de emergencias se esfuerzan por reprimir su expansión y paliar, dentro de las posibilidades, sus efectos. No solo perjudica la producción de miel o fruta, sino que ocasiona también estragos en la biodiversidad por los venenos que se usan para combatir su expansión, además de constituir un problema de salud pública por las alergias. La primavera da las primeras pistas sobre la posible incidencia de la invasora asiática cada temporada y esta vez parecen coincidir: será un año intermedio. No se esperan tantas velutinas como en 2023, que marcó un pico de abundancia; pero tampoco se repetirá la tregua de 2024.

La Xunta inició hace poco más de un mes la colocación de 20.000 trampas para capturar reinas en nidos primarios, tras haber retirado más de 113.200 en la campaña anterior. Sin embargo, en unas zonas geográficas están cayendo muchas avispas y en otras, casi ninguna. Eso sí, aparecen reinas de mayor tamaño.

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