El teléfono de la infancia registra 4 avisos semanales de maltrato

El servicio atendió en Galicia 212 llamadas por esas sospechas en 2024 | El total de comunicaciones alcanzó el tope de su historia

Interior de un colegio.

Interior de un colegio. / Xoán Álvarez

Carmen Villar

Carmen Villar

Santiago

Las 24 horas del día y los 365 días del año. El Teléfono de la Infancia, el 116111, no descansa porque los problemas y las inquietudes que acucian a niños, niñas y adolescentes, pero también a adultos que conocen situaciones de maltrato o de desamparo de menores o que afrontan dificultades de convivencia en sus hogares, tampoco lo hacen. De hecho, según explican desde la Xunta, es «habitual» que se reciban llamadas en horarios en los que es «complicado» prestar atención presencial, como puede ser de madrugada.

Al otro lado de la línea, las personas que llaman se encuentran con la atención de personal especializado en menores que puede resolver sus dudas y el servicio —que funciona para la Xunta, que lo gestiona, como una herramienta que le permite actuar «de forma inmediata ante una situación que precisa una actuación urgente», como puede ser una desprotección o abandono de un menor— es cada vez más utilizado.

Récord absoluto de llamadas

Alrededor de una de cada diez comunicaciones recibidas por esa línea es para comunicar sospechas de maltrato a niños o a adolescentes. En total, según los datos de la Consellería de Política Social, durante el año pasado la línea de ayuda a la infancia sonó 1.895 veces, las correspondientes a las llamadas contabilizadas. Esa cifra, un 13 por ciento superior a la del ejercicio previo, es la más elevada desde que la línea se puso en marcha, en el año 2012.

A lo largo de la última década el teléfono acumuló hasta 14.660 comunicaciones. De esa cifra, casi 1.760 —el 12%— están relacionadas con la comunicación de maltrato o sospecha de maltrato a un menor, bien sea por el propio interesado o por un adulto, ya que los beneficiarios pueden ser los chavales que precisen «ayuda u orientación», pero también sus familias o quienes conozcan casos de malos tratos relacionados con la infancia o la adolescencia o pidan información sobre recursos y asesoría vinculados a derechos de la infancia.

Un medio para actuar con rapidez ante situaciones problemáticas

En concreto, a lo largo de 2024 los contactos que tuvieron la finalidad de trasladar un aviso de sospechas de daños a niños o adolescentes ascendieron a 212, a una media de cuatro por semana, la segunda cifra más elevada de la década y la tercera más alta desde que existe la línea. Aunque informar de esa clase de situaciones es una de las finalidades del dispositivo gratuito, como resalta la Xunta en su web, Política Social indica que, además de «proporcionar una atención inmediata a situaciones urgentes y problemáticas», puede facilitar a menores «una vía de apoyo, escucha o de simple conocimiento de sus inquietudes y necesidades».

La comunicación de casos de agresiones a niños es la tercera tipología de llamada más repetida en los registros del pasado año. Lo que impera —en uno de cada cuatro casos— es la búsqueda de información y, en un 16% de contactos, de asesoramiento. En cifras absolutas destacan las llamadas relacionadas con internamientos (115) o las que trasladan dificultades en la estructura o dinámica familiar (67), seguidas de problemas escolares (28), de conducta (21) o judiciales (19).

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