«La Administración conserva un factor de atracción: la estabilidad»

«Deben establecerse planes claros de relevo generacional»

La profesora de la Universidade de Santiago María Bastida

La profesora de la Universidade de Santiago María Bastida / Jesús Prieto

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Santiago

¿Por qué hay mayor envejecimiento en el empleo público que en el privado?

En el sector público existe una menor rotación de personal, lo que genera plantillas más estables y, por consiguiente, más envejecidas a medio plazo. Por el contrario, el sector privado tiene mayor flexibilidad y una dinámica más orientada a la renovación de sus plantillas. Asimismo, tiene herramientas, como las jubilaciones anticipadas o las bajas incentivadas, menos frecuentes en el ámbito público. A ello debemos sumarle la evolución histórica de ambos sectores. En las décadas de los 80-90 hubo una expansión notable de la Administración pública, pensemos, por ejemplo, en las comunidades autónomas. Muchos de quienes se incorporaron entonces son, precisamente, quienes se acercan ahora a la edad de la jubilación.

¿Era más atractiva antes la Administración que ahora?

Conserva un factor intrínseco potente: la estabilidad del empleo. Algo especialmente atractivo en contextos de incertidumbre o dificultad económica. No obstante, y siempre pensando en términos generales, algunos de los elementos que la caracterizaban, como el prestigio social, han disminuido.

¿Qué consecuencias tiene para el sector público esta situación?

Más que riesgos exclusivos del sector público, hablaría de riesgos compartidos con toda la sociedad, pues de los servicios públicos dependemos. Las personas que se jubilan tienen unos conocimientos y experiencia acumulada que podrían perderse si no se transmiten, y si no hay relevo, habrá dificultades para dicha transferencia. Además, a medida que se acerca la jubilación, disminuyen los incentivos para adquirir nuevos conocimientos y aparece cierto riesgo de obsolescencia.

¿Cómo puede solucionarse?

Lo primero es definir qué parte del problema queremos resolver y decidir si estamos ante una crisis de relevo generacional o, en cambio, ante una oportunidad para replantear el tamaño y composición de las plantillas públicas. A partir de ahí, algunas actuaciones parecen bastante claras. Primero, en aquellos casos en que estemos ante puestos críticos, deben establecerse planes claros de relevo generacional, mejorar el atractivo del sector público, intentando reducir el abismo de características y condiciones con el privado. Por último, es clave planificar a medio y largo plazo para evitar desequilibrios generacionales como el actual.

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