La consellería de Educación estrena en septiembre un tiempo de lectura obligatoria diaria
Los centros decidirán, con asesores, cuánto leen y cuándo, sin eliminar ninguna materia

Club de lectura del CEIP Laredo. / ALBA VILLAR

El último informe PISA evidenció un retroceso del alumnado gallego. En concreto, en Lectura, la involución es de trece puntos en una década. Galicia no fue una excepción en el Estado y en España el Gobierno anunció un plan para fomentar tanto esa competencia como la matemática, que también salió maltrecha del covid. En la misma línea, el Ejecutivo gallego adelantó hace varios meses que instauraría una «hora de leer» obligatoria y diaria en los centros.
Esa práctica se estrenará en septiembre, con el nuevo curso, y afectará a todos los centros no universitarios y a todas las etapas.
Un espacio cuya duración y momento determinará cada centro
Así lo avanzó ayer en un encuentro con representantes de los 868 centros integrados en el Plan de mellora de bibliotecas escolares (Plambe) el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien destacó que el objetivo es «mejorar» la «comprensión» del alumnado y «fomentar» en él «el pensamiento crítico y la reflexión». Con todo, cuando se habla de la «hora de leer» no debe interpretarse de forma literal, con 60 minutos para la tarea. Según explican desde la Consellería de Educación, esa «hora de leer» es un «espacio temporal que se va a dedicar a la lectura diaria dentro del horario lectivo, cuya duración y momento determinará el centro dentro de su plan organizativo y en función del nivel educativo».

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, en un acto del Plan de Mellora de Bibliotecas. / FDV
Asesores y colaboradores
Su regulación y funcionamiento están todavía ultimándose, pero lo que está claro es que será una actividad «sistematizada» —la Xunta habla de un espacio «protegido en el horario escolar»— y que los centros dispondrán del apoyo de una «red de acompañamiento» integrada por mentores, profesorado experto y asesores de bibliotecas y de formación del profesorado, «que los ayudará al encaje de ese espacio dentro del horario lectivo» y también en el diseño del plan de lectura, escritura y acceso a la información con el que deberá contar cada colegio e instituto.
En todo caso, esa hora de leer, señalan, no se configurará a costa de «eliminar ninguna materia». Todo lo contrario: «se trata de reforzar los currículos» de todas, «que tienen que ser abordados en ese espacio, por lo que van a salir reforzadas», ya que en las lecturas habrá representación de todas las asignaturas dado que abarcarán «todas las áreas de conocimiento (ámbito científico, matemático, literario, histórico...)».
Para mejorar la oratoria, el próximo curso se estrenará una Liga escolar de debate en cuya definición está trabajando la Xunta.