‘Miopía nacionalista’ frente a ‘franquismo industrial’: dos formas de enfocar Altri

La fábrica de celulosa que Altri proyecta en Palas de Rei (Lugo) lleva meses generando refriegas políticas y contestación social y todo hace suponer que así seguirá también en los próximos meses (o años). Ayer, fue de nuevo el centro de la disputa en el Parlamento entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón. El primero le reprochó su «miopía nacionalista» y la dirigente nacionalista lo acusó de «franquismo industrial».

En la sesión parlamentaria de control al Gobierno, Rueda también volvió a denunciar «coacción» por parte del BNG a los funcionarios que se encargan de hacer los informes sobre este proyecto de una manera «injusta, irresponsable, continuada, cobarde e indocumentada».

Pontón replicó pidiendo a Rueda que «deje de mentir y de esconderse detrás de los funcionarios» y le dijo que si estar en contra de Altri o manifestarse en oposición al proyecto es coaccionar, entonces la Xunta y el PP «están más cerca de Trump de lo que pensábamos».

También le instó a explicar por qué «dimiten» algunos técnicos y, sobre todo «por qué para sustituirlos se han colocado a comisarios políticos del PP».

Y le demandó que rectifique y «no hipoteque el futuro» de Galicia con un proyecto que supone «recuperar el franquismo industrial de las celulosas», igual que la factoría «impuesta» en 1963, en referencia a Ence en Pontevedra.

Rueda ironizó con que «ya apareció Franco en Altri, ya tardaba» y reprochó a Pontón su pregunta de por qué la planta de esta multinacional portuguesa «no la quieren» en Portugal. «Stellantis es una empresa francesa por qué no se va a París, o Alcoa, una empresa americana, por qué no la quiere Trump, que la lleven para allí. Esa es la miopía del nacionalismo», concluyó.

El momento más tenso en esta diatriba fue al reclamar Rueda a Pontón «un mínimo de humildad y gallardía» y que al menos le pida perdón a todos esos técnicos que «pone en duda sin conocerlos, sin tener ni idea de la materia y arrogándose unos conocimientos que ni tiene, ni tendrá en la vida».

La líder del BNG criticó que el presidente «cuestione» su «capacidad de comprensión» y le pidió «menos paternalismo, menos machismo y un poco más de humildad». «No se haga la ofendida», respondió Rueda, quien argumentó que es ella la que «está faltando al respecto a tantas funcionarias y ingenieras, con tanta trayectoria y categoría, diciendo que sabe lo que no tiene ni idea».