La segunda salida de tono del conselleiro de Sanidade: cuestiona la importancia que se le da a la salud

En su primera entrevista con FARO tras ser nombrado conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño revelaba que no había tocado nada en el despacho de su predecesor, Julio García Comesaña. Solo había incorporado un regalo de un amigo: un retrato del cantante y compositor David Bowie haciendo el gesto de pedir silencio. Era la manera que ese colega había encontrado para aconsejarle al nuevo máximo responsable de la sanidad gallega que en política conviene la prudencia delante de los micrófonos.

No parece que Gómez Caamaño esté siendo muy estricto con la recomendación. La semana pasada tuvieron gran impacto sus palabras durante una conferencia en Vigo: «¿Que la gente mayor no sabe de tecnología? Y una mierda, con perdón. La gente mayor maneja la app del Sergas que te cagas». Él se disculpó; su jefe, Alfonso Rueda, le dio un toque en tono comprensivo, y parecía que todo había quedado en un error de principiante.

Pero durante esa intervención el conselleiro tuvo tiempo para otras perlas dialécticas. El BNG ha difundido un fragmento en el que Gómez Caamaño cuestiona la relevancia primordial que la ciudadanía concede al área que le han encargado gestionar.

«A la salud se le ha dado un valor... que no sé hasta qué punto es así. Definen la salud con el máximo del bienestar físico, psíquico y social. Como dice un médico de familia, eso se parece más a una definición de orgasmo que de la salud», esgrime el máximo responsable del Servizo Galego de Saúde.

Después, pone un ejemplo para afianzar su tesis. Para la gente que lee a diario, padecer de cataratas es importante, pero a las personas que no leen, «las cataratas les importan menos». «¿Quién coño consigue eso?», acaba el fragmento difundido, en que parece retomar la reflexión sobre la definición de la salud.

Disculpas anteriores

Después de que se publicase la parte relativa al manejo de los mayores con la tecnología, Gómez Caamaño explicó que esas expresiones se le escaparon «en el fragor del discurso» y admitió que «no son palabras apropiadas para un conselleiro». 

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, reconoció que las declaraciones de Caamaño «no son habituales» y que «no proceden» en un conselleiro. Rueda recordó que el titular de Sanidade «fue el primero que rectificó y pidió disculpas», por lo que incidió en que «poco más se puede decir» al respecto.