PP y BNG rechazan la cuestión de confianza de la alcaldesa de A Coruña sobre los presupuestos sin acuerdo para sustituirla

La alcaldesa, Inés Rey, sometió a una cuestión de confianza los presupuestos municipales de 2025 en el pleno de este martes, una iniciativa que solo contó con el respaldo de los ediles socialistas y que, de haber prosperado, le hubiera permitido aprobar las cuentas. El PP y el BNG votaron en contra, con lo que ahora se abre un mes para que presenten una moción de censura: un candidato alternativo a alcalde, respaldado por la mayoría del pleno. Pero los nacionalistas ya han afirmado que no aprobarán un cambio de regidor, por lo que no habrá moción exitosa, y, cuando transcurra el mes, los presupuestos quedarán aprobados inicialmente. La definitiva, calcula el Ayuntamiento, será aproximadamente la "primera semana de abril", y a partir de entonces las cuentas entrarán en vigor y se podrán empezar a activar las inversiones previstas en ellas.

El pleno municipal, de carácter extraordinario y con la cuestión de confianza como único punto, Rey tomó la palabra para defender su gestión desde 2019 y acusó a los que la atacan de “para criticarme a mí, hablar mal de la ciudad” y centrarse en “cuitas de corto recorrido, que no llevan a nada”. Los populares, afirmó, ponen en cuestión la legitimidad democrática de su gobierno, y relacionó su discurso con el de Trump. Afirmó que la cuestión de confianza le causa “incomodidad puntual”, pero defendió que es su papel para “hacer lo que la ciudad precisa” y aprobar las cuentas, y cuestionó que tuviese sentido votar en contra de un presupuesto con inversiones en los barrios o reforma de edificios culturales. “No hay ninguna posibilidad de formar un gobierno alternativo”, señaló Rey, con lo que “el único fruto [de rechazar la cuestión] será hacer perder a la ciudad un mes”.

El PP reclamó un “cambio de gobierno” y pidió al BNG respaldarlo, pese a reconocer que es extremadamente improbable. Su portavoz, Miguel Lorenzo, acusó a la alcaldesa de “soberbia” y la acusó de hacer muchos “grandes anuncios” y tener pocos resultados. “Usted gobierna en minoría, que se le olvida”, indicó, y la criticó por introducir cambios en las bases de ejecución de los presupuestos para retirar facultades al pleno. Acusó al BNG de votar en contra de la enmienda a las cuentas que presentó el PP (que eliminaba los cambios en las bases de ejecución y cambiaba partidas) sin dar “ningún argumento” de por qué se oponían a esta, y cargó contra ellos por permitir que Rey siga siendo alcaldesa sin hacer “nada para que esto cambie”. Socialistas y nacionalistas, afirmó, pactaron una “puesta en escena”, y, permitiendo que finalmente se aprueben los presupuestos, se ha creado “un nuevo Godoy, el señor Lage Tuñas”, en referencia al edil de Economía y portavoz del Gobierno local, que tendrá “control absoluto” del presupuesto, cambiando partidas de un lado a otros. “Sé que esta moción de censura no es posible”, admitió en un punto, aunque consideró que sería lo mejor para la ciudad e insistió a los nacionalistas en que tiene la mano tendida. Los presupuestos, consideró haciendo referencia a un informe del interventor, aumentan la deuda e incluyeron ingresos inflados. “Confiaría en este Gobierno municipal si atendiera las peticiones de los vecinos”, argumentó, acusándolo de falta de inversión en los barrios, impuestos altos, recortes en servicios sociales y falta de política en vivienda.

El portavoz municipal del BNG, Francisco Jorquera, defendió que su grupo tiene un “papel decisivo” para conformar mayorías, pero afirmó que debe asegurarse de que los acuerdos no queden en “papel mojado”. “Habrá quien diga que para este viaje no hacían falta alforjas”, admitió Jorquera, reconociendo que el rechazo del BNG a respaldar la cuestión de confianza sin apoyar una moción de censura permitirá al Gobierno local aprobar sus presupuestos, si bien con retraso. Pero recordó que la cuestión de confianza es un mecanismo “excepcional” que solo se puede presentar dos veces por mandato y reclamó que el Gobierno local cambie de actitud y pase a “cumplir lo pactado”. “La apelación al diálogo no puede ser un simple eslogan”, afirmó Jorquera, criticando a Rey no hablar con la oposición y los vecinos. A Lorenzo le indicó que “tampoco confiamos en usted”, y argumentó que existen diferencias entre PP y BNG que no le permitirían respaldarlo como alcalde en una moción de censura, desde el urbanismo a las políticas sociales, criticando su gestión como cuando era regidor el popular Carlos Negreira. “Esto no es solo ideología, son dos formas distintas de entender la ciudad”, afirmó, y aunque reconoció que los socialsitas están haciendo “algunos esfuerzos” para reconducir la relación con el Bloque, afirmó que se iniciaron “con mucho retraso” y cuando los socialistas le “empezaron a ver las orejas al lobo”.

En representación del Gobierno local, además de la alcaldesa, habló el portavoz municipal, José Manuel Lage, que llevó el peso del debate político y afirmó que ante el modelo de ciudad propuesto por Rey “no hay nada”, pues “frente al Gobierno de Inés Rey no hay alternativa”, según repitió en sus intervenciones. Defendió que el Ejecutivo municipal se ha esforzado por dialogar con el BNG, que ha llegado a “muchos acuerdos” y que de cara a final de mandato se cumplirá “el conjunto del acuerdo” entre PSOE y BNG. “No sean los del no, sean los del sí”, reclamó a los nacionalistas. Aún así, reconoció el “nivel político” de Jorquera, afirmó que sus críticas eran constructivas y apostó por retomar las conversaciones. “La disposición del Gobierno es que volvamos a la mesa de diálogo y seguir sacando acuerdos para sacar el 100% de los compromisos”, defendió. Su intervención contra el PP fue más dura, afirmando que Lorenzo no ofrece un proyecto a la ciudad y que quieren “hacer una moción de censura al BNG” por sus críticas a este. “Enfrente no hay absolutamente nada”, reiteró, y le preguntó si “cree que le importa algo a los ciudadanos su enmienda”. También defendió en el presupuesto aumenta el gasto social y que el Gobierno local socialista ha incrementado el gasto presupuestado en inversiones. “¿Por qué van a someter a los ciudadanos a un retraso de mes y medio en el presupuesto?” preguntó Lage a los populares, a los que acusó de “poner por delante su interés partidario”. Sobre los cambios en las bases de ejecución, argumentó que son para lograr más agilidad en la gestión.