Dos de cada diez euros que gastan los concellos es para sufragar competencias que no son suyas
El desembolso de los municipios en servicios que deberían prestar otras administraciones se disparó un 64 por ciento en siete años
Asciende ya a más de 530 millones de euros

Una empleada de ayuda a domicilio. / EP

Los concellos están infrafinanciados. No solo es una queja de las entidades locales. Los expertos también llevan años avisando de la asfixia económica que sufren estas administraciones, que son las más cercanas a los ciudadanos. Y si los recursos de los que disponen ya no son muchos, además deben hacerse cargo de competencias que no les corresponden como el servicio de ayuda en el hogar, la limpieza y mantenimiento de centros escolares y centros de salud, el control de animales domésticos o los comedores escolares. Así, dos de cada diez euros que gastan los ayuntamientos se corresponden con este tipo de gastos, que acostumbran a llamarse «impropios». Se trata de una cuantía que suma más 530 millones de euros. En solo siete años el desembolso que tienen que hacer los consistorios en estas partidas que no les corresponden se ha disparado además un 64 por ciento, de manera que el problema, lejos de solucionarse, se ha agravado.
«El tener que incurrir en estos gastos puede provocar no poder atender adecuadamente aquellos que sí le resultan propios. Además si en esta ecuación se incluye el envejecimiento demográfico, se complica aún más el problema financiero para los ayuntamientos, pues afecta especialmente a los servicios que se sufragan con estas partidas», señala el profesor Alberto Vaquero en el informe de Red Localis «La reforma inconclusa de las competencias locales», que dirige Concepción Campos y Roberto Fernández.
Razones
Pero, ¿por qué los ayuntamientos gallegos asumen estos gastos que no les corresponden? En algunos casos, el concello toma la iniciativa y decide sufragar ese tipo de actuaciones a partir de su propio presupuesto y en otros lo que ocurre es que la Xunta empezó financiando esos servicios, pero luego dejó de hacerlo o bien los fondos autonómicos resultaron insuficientes para cubrir la totalidad del gasto. Ante esta situación, el consistorio optó afrontar su cobertura porque «no quería prescindir de estos servicios para mejorar el bienestar de los ciudadanos».

gastos impropios concellos / Hugo Barreiro
En 2022 los gastos impropios supusieron para los municipios el desembolso de 530 millones de euros, cuando en 2015 rondaban los 323 millones.
Así, si hace siete años este tipo de partidas equivalían al 14,9 por ciento de todo el gasto municipal, ahora ya representan el 19,5 por ciento. Y la inversión en competencias impropias ha pasado de 121 euros por habitante a 205 euros.
Por provincias hay diferencias importantes. Donde más peso tienen los gastos no obligatorios es en Lugo. Los municipios lucenses destinan más de una cuarta parte de su presupuesto (25,6 por ciento) a sufragar competencias que no son suyas. En Ourense estos gastos son el 19,6 por ciento, en A Coruña el 18,7 por ciento y en Pontevedra el 17,7 por ciento.
Y los más perjudicados son precisamente los municipios más pequeños, que suelen ser los que tienen más problemas económicos. Así, los ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes destinan 322 euros per capita a sufragar competencias que no les corresponden, frente a los 201 euros de media autonómica. Por contra, en las ciudades con más de 100.000 habitantes el impacto de estos gastos impropios es menor: 156 euros por vecino.
Los servicios sociales acaparan más de la mitad de la inversión municipal que no les compete
El grueso de los gastos impropios que deben asumir los concellos gallegos se va a los servicios sociales. Esta área acapara el 56 por ciento de las partidas que desembolsan los consistorios pese a que las competencias no son suyas. En 2022 la cuantía ascendió a 297,1 millones de euros. Es decir, los ayuntamientos destinaron a estas actuaciones 115 euros por habitante.
En segundo lugar, está la educación. El 23,3 por ciento de los gastos no obligatorios de los municipios es para los centros escolares, que se llevan 123,5 millones de euros.También destinaron 87,6 millones de euros a fomento de empleo, que es una competencia autonómica. Esta área supuso el 16,5 por ciento de todos los gastos impropios municipales.
A sanidad se destinaron 15,5 millones de euros, el 2,9 por ciento de las partidas que no son obligatorias para los ayuntamientos.Y, aunque con menor cuantía, los ayuntamientos también desembolsaron dinero en agricultura, ganadería, pesca, industria y energía e investigación y desarrollo, ámbitos que no entran en sus funciones.
Según el informe de Red Localis, nueve de cada diez euros de este gasto impropio se corresponde además con gasto corriente. Pero su distribución ha variado en los últimos años.Si en 2015 el grueso se iba al pago del personal (44,8 por ciento), en el año 2022 el desembolso en plantillas baja al 39,8 por ciento y sube el gasto corriente en bienes y servicios que pasa del 39,5 por ciento al 44,9 por ciento.
Las inversiones o gastos de capital en áreas que son competencia municipal representan solo el 6,4 por ciento del total de gastos impropios.
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