Roles de género en la ciencia... con 5 años

Una investigación realizada con estudiantes de 6º de Educación Infantil con juguetes de ciencia y tecnología desvela que ya existen roles de género a esa edad. Los niños y niñas asocian la robótica, la construcción y la arqueología más con el género masculino. Lo mismo ocurre con los microscopios y las herramientas.

ACTIVIDADES ORGANIZADAS EN EL VERBUM POR EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA, PARA IMPULSAR LA PRESENCIA FEMENINA EN CARRERAS DE CIENCIA Y TECNOLOGIA.

ACTIVIDADES ORGANIZADAS EN EL VERBUM POR EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA, PARA IMPULSAR LA PRESENCIA FEMENINA EN CARRERAS DE CIENCIA Y TECNOLOGIA. / Ricardo Grobas

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Vigo

Los niños «arreglan» coches, manejan robots o construyen edificios, mientras que las niñas «observan», «ayudan», o juegan a algo distinto. Los niños y niñas de apenas cinco años ya asocian más la robótica, la construcción y la arqueología con el género masculino. Los mismos arquetipos que se encuentran a esa edad temprana al consultar sobre los microscopios y las herramientas. Aunque los alumnos y alumnas gallegos encuestados afirman que estos juguetes pueden ser usados por ambos sexos, en preguntas más complejas revelan otra realidad, más sibilina y diferenciadora en cuanto a la asignación de roles. Sesgos de género que aparecen por doquier. Eso es, al menos, lo que indica un reciente estudio realizado con alumnado de educación infantil de Pontevedra, que muestra que los estereotipos en ciencia y tecnología empiezan a moldearse mucho antes de lo que imaginamos. Y tanto.

El estudio realizado con estudiantes de 6º de educación infantil, se centró en observar las respuestas ante 33 imágenes de juegos y juguetes relacionados con la ciencia y la tecnología. La tarea era sencilla: indicar si consideraban que el juguete era apto solo para niñas, solo para niños o para ambos, y explicar qué faceta veían más adecuada para ese juego. Las investigadoras Cristina Pérez y Raquel Álvarez —galardonadas en dos ocasiones con los premios Sofía Novoa, compaginan su trabajo en las aulas con esta investigación— analizaron cómo los estereotipos de género se reflejan en la selección y uso de juguetes ya entre los cinco y seis años. Utilizaron aquellos clasificados como STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), con una selección de juguetes basada en los más vendidos online o los que los propios niños dijeron tener en casa.

estereotipos de genero en los juegos y juguetes de ciencias y tecnología

estereotipos de genero en los juegos y juguetes de ciencias y tecnología / Hugo Barreiro

Por ejemplo, en la categoría de «robótica», el 44% de los estudiantes consideró que el robot de una imagen era «solo para niños». Otro juguete, con una forma que sugería actividad de conducción, fue calificado como destinado exclusivamente a niños por el 82% de los encuestados. Cuando se profundizó en el «por qué» de estas respuestas, las explicaciones variaron desde afirmaciones tan simples como «a los niños les gusta manejarlo» hasta comentarios que revelaban estereotipos más arraigados, como «las niñas no saben cómo manejar un robot».

Cristina Pérez Carmuega  y Raquel Álvarez Martínez

Cristina Pérez Carmuega y Raquel Álvarez Martínez / Cedida

Las palabras de los pequeños aportan una dimensión humana y reveladora al estudio. En el caso de los juguetes con herramientas, algunos niños y niñas ofrecieron respuestas que, a pesar de ser inocentes, mostraban una división de roles clara. Un ejemplo típico fue el comentario: «Si a la niña se le estropea un coche de mentira, el niño podría arreglarlo con las herramientas». Esta observación, aparentemente simple, pone en evidencia la manera en que desde muy temprana edad se asignan los roles.

En otro caso, durante la asignación de roles en juegos de construcción: «A los niños les gusta construir cosas como en Minecraft, pero a las niñas no les interesa lo mismo». Estas frases, expresadas en un contexto de juego, demuestran que los estereotipos no son solo un producto de la educación formal, sino también del entorno social y de las imágenes que la publicidad y la cultura popular transmiten a diario, sostienen.

El estudio no se queda en las palabras, los hallazgos se traducen en datos concretos: en la categoría «juguetes de arqueología», por ejemplo, entre el 49% y el 79% de los encuestados afirmaron que «solo los niños pueden jugar» con estos juguetes. Esta distribución de respuestas refuerza la idea de que, aunque en el papel se reconozca la posibilidad de juego conjunto, en la práctica se establecen diferencias . Y que esto puede influir en la formación de intereses a largo plazo, y al final, en la elección de carreras en áreas tecnocientíficas.

La forma en que se promocionan y diseñan los juguetes y el lenguaje que se utiliza para describirlos contribuye a una socialización diferenciada que, sin intervención, puede perpetuar las desigualdades en el ámbito STEM.

Propuestas innovadoras, como el uso de juguetes de tecnociencia que promuevan la igualdad, pueden marcar la diferencia. Al incentivar que tanto niñas como niños se involucren activamente en experimentos, construyan, programen y descubran lo que les rodea, se abre la puerta a una educación más equitativa.

Cómo aprenden a jugar las ingenieras del futuro

El hecho de que niños y niñas, desde edades tan tempranas, se adhieran a patrones de juego diferenciados revela una realidad que va más allá de simples preferencias: se trata de la construcción social de los roles de género. «Si bien los datos pueden parecer alarmantes, también ofrecen una oportunidad», reflexionan las autoras. La infancia es la etapa en la que se forjan actitudes, intereses y, en última instancia, sueños. «Cambiar la manera en que jugamos hoy puede marcar la diferencia en el futuro de la ciencia y la tecnología», apuntan ante la coincidencia de otros estudios anteriores que señalan en la misma línea. Las investigadoras consideran fundamental implementar estrategias educativas que ayuden a mitigar estos estereotipos desde edades tempranas. «Es crucial proporcionar más formación al profesorado, tanto en la formación inicial como en la continua, para que puedan aplicar metodologías que fomenten la igualdad de género en el aula», afirman. Además, señalan la importancia de analizar la selección de juegos y juguetes en los centros educativos, así como el impacto de la publicidad y los medios de comunicación en la reproducción de estereotipos. «Si bien en los últimos años se ha avanzado en la inclusión de perspectivas de género en la educación, aún queda mucho camino por recorrer". Este estudio forma parte de investigaciones más amplias dentro de las tesis doctorales dirigidas por las doctoras Azucena Arias Correa y María Mercedes Álvarez . En el futuro, esperan contar con muestras más representativas que permitan generalizar las conclusiones.

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