La Xunta ejecuta el rescate por 297 millones de cuatro autovías autonómicas

A mediados del pasado octubre el Consello de la Xunta acordaba el rescate de cuatro autovías autonómicas por un importe de 297 millones de euros. Tres meses después, la operación ya se ha hecho efectiva: la Administración gallega ya ha realizado el desembolso a las empresas concesionarias encargadas de la construcción, explotación y mantenimiento de las autovías de O Salnés, Barbanza, Santiago-Brión y Ourense-Celanova.

A partir de ahora, la gestión pasa a manos de la Xunta, que a falta de personal suficiente, tendrá que encomendarla a la empresa privada. De momento y de forma transitoria, esta labor sigue en manos de las concesionarias y la previsión de la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas es sacar a licitación en el mes de marzo la gestión de estas cuatro autovías mediante contratos de conservación ordinaria y vialidad invernal.

Por los años que quedaban de concesión, la Xunta tendría que pagar 330 millones de euros a las empresas mediante el pago de un canon anual por la construcción en sí de la vía, por su mantenimiento y por el número de usuarios que la usan —en el denominado peaje en sombra—.

El rescate de la AG-56 entre Santiago y Brión supone 95 millones hasta el año 2035, que es cuando expiraba la vigencia de la concesión. En el caso de la AG-31 (Ourense–Celanova), asciende a 85 millones por un contrato que concluía en 2040. En la AG-11 (Barbanza), su concesión finalizaba en 2035, por lo que el coste para las arcas autonómicas es de 72 millones. Y el rescate de la AG-41 de O Salnés ha tenido un precio de 45 millones por una concesión que duraba hasta 2035.

Con esta operación, la Xunta se ahorra algo más de 30 millones de euros, puesto que ha pagado 297 sobre un gasto comprometido de 330. Como ayer recordó de nuevo el presidente gallego, Alfonso Rueda, estos fondos adicionales se podrán destinar al inicio de nuevas infraestructuras.

No obstante, de ese teórico ahorro habrá que descontar el importe de los contratos que se liciten en marzo destinados al mantenimiento y conservación de las cuatro autovías.

Estas vías representaban el modelo concesional que comenzó a aplicar el bipartito PSOE-BNG (2005-2009) y que luego la Xunta del PP señaló como mecanismo para sortear las dificultades económicas y poder abordar la construcción de infraestructuras.

En su momento y en pleno debate político sobre el rescate de la AP-9, la Xunta alegó su capacidad financiera como causa de proceder a la recuperación de las cuatro autovías.