Los gallegos con trastornos mentales diagnosticados se doblan en 10 años

Uno de cada seis ciudadanos padece ansiedad, depresión o estrés agudo, entre otras | Galicia no llega a la media estatal, pero la prevalencia duplica a la de Extremadura

Un centro hospitalario gallego.

Un centro hospitalario gallego. / Xoán Álvarez

Carmen Villar

Carmen Villar

La pandemia marcó un antes y un después en la demanda de tratamientos de salud mental. El confinamiento, y la situación inédita vivida durante la crisis sanitaria, incluidas pérdidas personales en muchos casos, hacían prever que las consultas irían más. Así lo auguraba la Organización Mundial de la Salud (OMS) y así lo recogía también el Sergas en el plan de atención a la salud mental específico tras la irrupción del COVID. Ese contexto se sumó a una mayor sensibilización social hacia ese tipo de problemas y un aumento en las peticiones de ayuda. Todo ello desembocó en que Galicia sea la segunda comunidad donde más se incrementaron los diagnósticos por trastornos mentales con respecto al último año prepandémico, un 29 por ciento, y que se hayan más que duplicado si lo que se toma como referencia es lo que ocurría hace una década.

Según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad, relativos a 2023, en el historial de Atención Primaria de uno de cada seis gallegos con tarjeta sanitaria individual figura un diagnóstico de depresión, ansiedad, estrés o trastornos compulsivo, entre otros. En concreto, el Ejecutivo central cifra en un 15,5% la población diagnosticada en centros de salud, frente al 7,7% de 2013.

Por debajo de la media estatal

A pesar de que la prevalencia en Galicia supone la mitad que la registrada en territorios como la Comunidad Valenciana, que es la que encabeza este tipo de dolencias con un tercio de ciudadanos diagnosticados, y de que esté por debajo de la media estatal, que se sitúa en el 17,9%, el dato gallego a su vez duplica el de autonomías como Extremadura, la que menos prevalencia se anota (6,3%), aunque el hecho de partir de una cifra más baja provoque que la situación actual se haya agravado especialmente en esta autonomía con respecto a antes del COVID.

prevalencia trastornos mentales

prevalencia trastornos mentales / Hugo Barreiro

En las historias clínicas de las mujeres aparecen con mucha mayor frecuencia los diagnósticos vinculados a trastornos mentales. En el caso particular de Galicia, son más del doble las mujeres que los hombres (un 20,6% frente a un 9,93%) que las padecen y, de hecho, la brecha entre unas y otros que existe en la comunidad es la tercera mayor del Estado, después de Extremadura y de Castilla-La Mancha.

Más visibilización, pero también envejecimiento

Uno de los factores que incide en que los números gallegos sigan al alza, más allá de la pandemia y su influencia sobre el estado anímico y de una mayor visibilización de la salud mental, está vinculado al envejecimiento de la población, que va asociado a un incremento de alguna de estas condiciones. Todas estas variables también influyen en que Galicia siga sin tocar techo en el uso de antidepresivos, con un 52% más en diez años y encabezando su utilización en el Estado.

Los diagnósticos recogidos en el indicador serían: estrés agudo, esquizofrenia, psicosis afectivas, trastornos de la ansiedad/estado de ansiedad, trastornos de somatización / de conversión, depresión / trastornos depresivos, fobia / trastorno compulsivo, estrés postraumático u otras psicosis no especificadas.

«Las 45 plazas más para psicólogos se evidenciaron escasas»

Los gallegos en lista de espera para acceder al psiquiatra en el Sergas se dispararon un 40% desde 2019 y el tiempo medio para lograr una consulta, un 83%. También hace falta paciencia para el psicólogo clínico: un adulto tarda más de medio año de media en acceder a una primera consulta (excepto en Pontevedra) y hasta doce meses en las unidades de salud mental del área sanitaria de Vigo y en la ciudad de Santiago.

Así lo denunciaron ayer desde el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, que estima que se necesitan cien nuevas plazas de estos especialistas para implementarlos en Atención Primaria. La entidad cree que el «despliegue efectivo» en los centros de salud exigirá ese «mínimo». Con todo, afirman sentirse «preocupados» por la «falta de ejecución» y «planificación» de la prestación de Psicología Clínica en Atención Primaria, de la que se ignoran aún «plazos y recursos».

A juicio de estos sanitarios, la «importante apuesta» de la Xunta por la atención a la salud mental en estos cuatro años a través del Plan Estratéxico vigente hasta 2024, con 45 plazas adicionales para facultativos de psicología clínica, «se ha evidenciado escasa», como revelan tiempos de espera que van, citan, desde un mes en el área de Pontevedra a los 11-12 meses en Santiago o a los 9-12 de Vigo.

Además, advierten que las consultas sucesivas «tampoco tienen unos plazos eficaces» para los tratamientos, dado que en Vigo superan el medio año y la regla son demoras de tres a cinco meses. Eso en adultos. En infantojuvenil, donde ven «clave» reducir la espera, el horizonte para el primer acceso oscila entre tres y seis meses y lo mismo para las siguientes consultas.

Desde la Consellería de Sanidade erigieron ayer en el «refuerzo y mejora de la atención a la salud mental» como una de las «prioridades» para la legislatura, con el objetivo de «atender de forma adecuada una demanda de asistencia» que, conceden, «ha venido creciendo de forma notable en los últimos meses». De ese «compromiso», destacan, dan prueba la creación de una subdirección xeral y del incremento de recursos para contratar personal, crear nuevas unidades e impulsar nuevos programas, materializado en 28 millones de euros en las Cuentas para 2025. Sanidade, que apunta que está trabajando en el nuevo Plan de Saúde Mental, indica, respecto a la creación de una red de atención psicológica en los centros de salud, que está estudiando variables relacionadas con la demanda, consumo de fármacos, suicidios y espacios disponibles y añade que habrá que definir con los psicólogos una cartera de servicios.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents