Predoctorales sin contrato denuncian que hay plazas vacantes sin cubrir

Doctorandos gallegos aseguran que la falta de coordinación entre Xunta y Ministerio deja sin ocupar las renuncias, que son un 10%, y la Consellería de Educación lo niega

Una estudiante de doctorado, en un centro de investigación gallego.  |  Gustavo Santos

Una estudiante de doctorado, en un centro de investigación gallego. | Gustavo Santos

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Varias decenas de investigadores predoctorales denuncian a través de la Rede Galega pola Investigación (InvestiGal) que la gestión de los contratos de formación predoctoral en Galicia está dejando sin cubrir plazas a pesar de la elevada demanda. Son el primer eslabón de la cadena de investigación, pero también representan la puerta de entrada.

Según el colectivo, la secretaría xeral de Universidades, que depende de la Xunta, no avanza en las listas de espera tras las renuncias de personas inicialmente seleccionadas —a veces por lograr contratos o ayudas similares del Ministerio, como las de Formación de Profesorado Universitario (FPU)—, lo que genera un déficit «injustificado» en «un sistema ya limitado».

De más de cien contratos de este tipo, las renuncias representarían entre el 6 y el 10%, lo que equivaldría a unas 15 plazas en dos convocatorias. Por su parte, la Consellería de Educación niega que no se muevan las listas: «Se publican resoluciones continuas para formalizar contratos con los siguientes», indican.

Sin embargo, el investigador y biólogo en el área de Genética de la Universidad de Vigo (UVigo), André Vidal, que actualmente pone su lupa sobre la evolución de los caracoles marinos, es el número 1 en esa lista que «no corre». Y resume las problemáticas actuales en la gestión de las ayudas para la investigación: «No existe ningún criterio sólido para aumentar la nota de corte para acceder a las ayudas. Esto deja fuera a personas con un perfil competitivo. Parece que se busca reducir al mínimo el número de solicitantes», comenta.

Requisitos claros

Sobre este punto, Educación puntualiza que «los requisitos son claros y conocidos por cualquiera que quiera optar; no existe ningún tipo de arbitrariedad». «Además, son convocatorias de concurrencia competitiva y aunque no existiera una nota de corte, entrarían los mejores expedientes», replica.

El segundo punto al que se refiere Vidal es el citado de las listas de espera: «No avanzan, lo que impide que personas que han competido por estas ayudas puedan disfrutar de un contrato, por un criterio tan arbitrario como que, pasado un mes, ya no se mueve la lista». Y, finalmente, lamenta que «hay modificaciones en las convocatorias de un año a otro de manera improvisada y sin coordinación». Sobre este punto, la Consellería asegura que «en Galicia, las notas de corte son más bajas que las establecidas por el Gobierno central para sus contratos predoctorales y permanecen invariables desde 2023; por lo que es más fácil acceder a un contrato predoctoral en Galicia que a nivel estatal».

Contratado por el director de tesis

En cuanto a su experiencia personal, Vidal explica cómo logró continuar: «Mi director de tesis tenía un proyecto y pudo contratarme para la investigación; mientras, desarrollo de forma paralela mi investigación doctoral». «Si no hubiera sido así, habría tenido que dar clases particulares o recurrir a otra vía de financiación», concluye. Para InvestiGal, el problema no radica solo en la falta de plazas, sino en que las ayudas asignadas pero no utilizadas no se redistribuyen. «Quedan fondos sin ejecutar que podrían haberse destinado a cubrir esas vacantes», denuncian. La Xunta también difiere en este punto, al asegurar que «la Ley de Presupuestos de Galicia impide que lo no gastado en un programa se traslade a ejercicios posteriores o a otros fines».

El colectivo de investigadores gallegos destaca que muchos deben asumir costes personales y económicos al matricularse en doctorados sin la garantía de obtener un contrato. Educación puntualiza: «en Galicia las ayudas se otorgan sobre certezas, por lo que es imprescindible que el solicitante ya esté matriculado en el programa de doctorado». «Estos contratos exigen un trabajo científico de alto nivel y se realizan con rigor: tiene que existir un proyecto visado por una comisión académica, aprobado por la universidad, que se identifique al director de la tesis y que esta esté alineado con la Estrategia de Especialización Inteligente», indica.

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