El recibo del agua solo cubre el 80% del coste de abastecimiento y saneamiento

El gasto en este servicio asciende a 296 millones anuales pero solo se recaudan 240 | Los ingresos crecieron en los últimos años pero aún así existe un déficit de 56 millones

Obras de instalación de tuberías en Pontevedra.

Obras de instalación de tuberías en Pontevedra. / Gustavo Santos

Paula Pérez

Paula Pérez

El servicio del agua en Galicia es deficitario. A pesar de que en los últimos años ya se incrementó el recibo que se cobra a los vecinos, los ingresos siguen siendo insuficientes para cubrir los elevados costes de las redes de captación, abastecimiento y saneamiento de la comunidad autónoma. En la revisión de la planificación hidrológica de la Cuenca Galicia-Costa para el periodo 2028-2033 la Xunta pone cifras a este desequilibrio. La inversión, incluyendo los gastos medioambientales, asciende a 296,6 millones de euros al año, pero los ingresos se reducen a 240,6 millones. Esto significa que hay un desfase de 56 millones de euros. Solo se recuperan ocho de cada diez euros.

El debate sobre los desajustes económicos en la prestación de este servicio se arrastra desde hace años. Xunta y Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) intentaron negociar hace años un modelo que homogeneizara y ajustara las tarifas del agua a los costes reales, tal y como reclama Bruselas, pero no dio frutos. En base al análisis que hace Augas de Galicia, el recibo del agua debería incrementarse un 20 por ciento para cubrir todos los gastos que conlleva el abastecimiento y saneamiento.

Es cierto que hubo avances en los últimos años. Augas de Galicia reconoce en el documento de su cuarto ciclo de planificación hidrológica que los ingresos aumentaron respecto al plan anterior. Hace seis años se recaudaban 190,7 millones de euros, lo que permitía cubrir el 77 por ciento de lo que costaba prestar el servicio.

Ahora se ingresa un 25 por ciento más, pero también se gasta más, porque en aquel momento las inversiones estaban por debajo de las necesidades reales. El resultado es que la tasa de recuperación de costes mejora y se sitúa en el 81 por ciento, pero lo que se recauda a través del recibo del agua sigue siendo insuficiente.

Costes

La compleja orografía de Galicia y su gran dispersión territorial dificultan y encarecen los servicios de abastecimiento y saneamiento. Llevar los servicios de agua a cada lugar del territorio necesita el doble de metros de tuberías que en otras partes de España. A modo de ejemplo, Galicia tiene inventariados 20 millones de metros de colectores y más de 4.000 depuradoras y fosas sépticas.

Precisamente la falta de inversión en estas depuradoras genera déficits de mantenimiento que causan vertidos y la deficiente conservación de las redes de abastecimiento provoca pérdidas de agua. En una auditoría realizada a los ayuntamientos se detectó en 2022 que las redes municipales de abastecimiento perdían de media un 40 por ciento del agua.

Ingresos

Los ingresos necesarios para acometer estas inversiones proceden sobre todo del recibo que se cobra a los vecinos, donde se incluyen gravámenes autonómicos como el canon del agua, el canon de gestión de depuradoras o el coeficiente de vertidos. Estas tasas permiten obtener 36 millones de euros al año. A esta cuantía se suma el impuesto por el daño ambiental causado por los aprovechamientos hidroeléctricos que recauda la Axencia Tributaria de Galicia y que supone una recaudación media de 5,8 millones de euros

Mientras, de la tarifa municipal que se traslada a los vecinos los concellos ingresan un total de 207 millones de euros, de los cuales 133 son para suministrar el agua y 73,9 para saneamiento.

Los gallegos ya pagan 1,96 euros por 1.000 litros, la sexta tarifa más cara de España

Pese a que no se cubren costes, los gallegos pagan ya una tarifa por el agua que se sitúa entre las más altas de España. De hecho, en seis años ha pasado de ser una de las comunidades donde menos se cobraba por este servicio a situarse en las posiciones de cabeza.

Si en 2018, cuando se aprobó el plan hidrológico vigente, cada vecino de la cuenca Galicia-Costa abonaba 1,59 euros por cada 1.000 litros y 1,43 euros en la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, en la actualidad, según los documentos de Aguas de Galicia, el precio pagado de media se sitúa en 1,96 euros.

Cataluña está a la cabeza como la más cara, con 2,98 euros por metro cúbico, seguida de Baleares, País Vasco, Murcia, Canarias y después ya se situaría Galicia. La más barata, por el contrario, es Castilla y León (1,24 euros por 1.000 litros) y Asturias (1,43 euros).

A pesar de ello, el precio pagado en el recibo del agua en Galicia no es suficiente ya que la inversión necesaria para prestar este servicio en un territorio con tanta dispersión es también más elevado que en otras comunidades autónomas.

En cuanto al consumo Galicia consiguió reducirlo hasta 2020. De gastar 287 litros por habitante al día en el año 2005 se bajó a 241 litros. Sin embargo, en 2022, último año del que hay estadísticas, el consumo de agua registró un repunte en la comunidad autónoma situándose en 280 litros por habitante y día, una tasa superior a los 245 que se gastan de media en España.

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