Las diferencias internas generan dos listas alternativas a la de Pontón en el BNG

La diputada Noa Presas encabeza una candidatura que afea a la línea oficial de la UPG limitar la pluralidad, abandonar el discurso soberanista y laxitud ante los incumplimientos del PSOE

En el centro, Noa Presas y Ana Pontón, en un acto el pasado febrero.

En el centro, Noa Presas y Ana Pontón, en un acto el pasado febrero. / FDV

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

El dulce momento electoral que vive el BNG, con su mayor representación histórica al contar con 25 diputados en el Parlamento gallego, choca con el debate interno existente, que dista de ser una balsa de aceite y amenaza con romper la luna de miel nacionalista, a pesar del claro liderazgo de Ana Pontón. Esta situación ha derivado en la competición de tres candidaturas a la dirección en la asamblea nacional del 1 de diciembre.

A la lista oficialista comandada por la portavoz nacional, que será reelegida para el cargo, le han salido dos competidores. Se trata de la propuesta del colectivo Alicerce, de carácter testimonial, y del impulsado por el Movemento Arredista, encabezado por la diputada Noa Presas y que suma a otros tres miembros del Consello Nacional actual. Es decir, representan el 8% del actual máximo órgano.

El debate interno no se limita a esta competición, pues el sector más ortodoxo de la UPG (Unión do Povo Galego), el partido mayoritario en el seno del Bloque, también generó negociaciones hasta última hora para cerrar la candidatura comandada por Pontón —también militante de la U—, a la que afearon cierto aggiornamento en el discurso, si bien fuentes nacionalistas vinculan esos tira y afloja a una cuestión de poder interno, pues la estrategia trazada por Pontón y su equipo más cercano ha sido un éxito, pasando de 6 diputados en 2016 a 25.

Causas políticas y estretégicas

En el caso del Movemento Arredista liderado por Presas, las causas de la ruptura de la lista única que sellaron todos en 2021 responde a causas políticas y estratégicas, según expone en un comunicado. Achaca a la “falta de voluntad de las corrientes mayoritarias” no lograr pactar una candidatura unitaria, como en 2021.

También alegan diferencias en cuestiones clave, como la relajación de las demandas soberanistas, si bien en las tesis políticas que se votarán en la asamblea nacional figura como objetivo lograr la “República de Galiza”. En el discurso diario, esa meta se diluye.

“La mayor parte de esas diferencias tienen que ver con cuestiones como no abandonar el discurso soberanista, una mayor apuesta por el debate y la formación interna, el impulso de la movilización social, la articulación de una agenda feminista gallega fuerte, el compromiso con un municipalismo transformador, un alineamiento más claro en la defensa de los intereses de la clase trabajadora y la posición del BNG ante los incumplimientos del PSOE”, alegan los arredistas.

Este colectivo defiende su paso como muestra de fidelidad interna. “No hay mejor forma de concebir la lealtad al frente que expresando constructivamente nuestras discrepancias”, sostienen.

Alertan también la “necesidad de abordar aquellas dinámicas organizativas y contradicciones políticas que erosionan la cohesión en lugar de trabajar los grandes consensos”.

Cada candidatura tendrá un peso en el Consello Nacional –de 50 miembros– proporcional a los votos recibidos en la asamblea.

Los cuadros tendrán que implicarse en la ampliación de las agrupaciones municipales

El BNG pondrá deberes a sus cargos para que se impliquen en el trabajo orgánico diario, imponiéndoles mayores obligaciones de cara a lograr la ampliación de la base social de la formación, el objetivo que persigue desde hace años.

Tras sumar 1.230 nuevos militantes en los últimos tres años, según sus documentos internos —adelantados el miércoles por FARO—, la tesis política del BNG apuesta por diseñar «un protocolo claro y conciso de deberes, derechos y funcionamiento de los cargos orgánicos e institucionales».

La formación prevé incluso «editar un manual para cargos orgánicos» para lograr una mejor sintonía en su relación con las asambleas locales y comarcales.

En este terreno, aboga por «crear un ambiente acogedor y participativo que facilite la incorporación de los nuevas compañeras y compañeros, promoviendo un sentido de pertenencia desde el primer momento».

El líder vigués se queda en la lista tras Pérez Castrillo y Ana Miranda

El líder del BNG en la ciudad de Vigo, Xavier Pérez Igrexas, asciende en la candidatura al Consello Nacional del sector oficialista liderado por Ana Pontón, pasando del puesto 34 del año 2021 al 15, si bien dos representantes de la mayor urbe de Galicia se sitúan por delante de él, como en 2021. Se trata del exalcalde Lois Pérez Castrillo y de la eurodiputada Ana Miranda, que ocupan los puestos 8 y 10, respectivamente de una lista que, tras Pontón, incorpora a la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín; la secretaria de Organización, Lucía López, la diputada autonómica Olalla Rodil; el diputado en el Congreso y máximo responsable de la UPG, Néstor Rego.

La listas de Pontón, que sin duda será reelegida de nuevo portavoz nacional y que repetirá como candidata en 2028 enlazando así su cuarta competición consecutiva como cabeza de cartel consecutiva, incorpora una renovación del 26%. De 50 nombres, 37 ya figuran en el actual Consello Nacional, si bien en 2021 se selló una lista conjunta, que incorporaba a cuatro del sector arredista.

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