Rueda, abierto a debatir sobre el uso del gallego en el aula, pero sin retomar vías “descartadas”

Tras el informe del Consejo de Europa, el mandatario condiciona cualquier cambio a partir del “consenso y del bilingüismo cordial”

Ángeles Vázquez y Alfonso Rueda, ayer, en Santiago. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Ángeles Vázquez y Alfonso Rueda, ayer, en Santiago. | // XOÁN ÁLVAREZ

Carmen Villar

Carmen Villar

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, no descarta debatir sobre posibles cambios en el uso del gallego en la enseñanza tras el informe del Consejo de Europa que cuestiona su ausencia en asignaturas científicas. No obstante, advirtió ya, en alusión a posibles negociaciones con los partidos de la oposición en el Parlamento, que cualquier cambio en ese sentido debe ir por la vía del “consenso” y del “bilingüismo cordial” y evitar “caminos o posturas que hace mucho tiempo que en Galicia están descartadas”.

Así lo señaló ayer tras la reunión semanal del Consello de la Xunta después de que la pasada semana entidades como la Real Academia Galega instasen al Ejecutivo autonómico a ejecutar las recomendaciones de acción inmediata del Consejo de Europa para el gallego y de que en ese contexto el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José Campos, avanzase su intención de iniciar antes de fin de año contactos con la oposición para negociar un pacto por el gallego.

Ayer fue Rueda quien, a instancias de la prensa, expresó su postura al respecto, para señalar que “todo lo que se haga, si hubiera algún cambio, me gustaría que fuera sobre la base del consenso y sobre la base del bilingüismo cordial”. “Si ese informe”, avisó en relación a la evaluación del Consejo de Europa, “va a servir para que algún grupo de la oposición empiece otra vez a proponer caminos o posturas que hace mucho tiempo que en Galicia están descartadas, creo que sería un error”, señaló.

La posibilidad de un pacto

“A partir de ahí”, concedió, “se puede hablar absolutamente todo y, de hecho, la Consellería de Lingua, de reciente creación, se está moviendo en ese sentido”, explicó el mandatario autonómico. También en días pasados se refirió a la “posibilidad” o el “interés de que antes de que acabe el año se retomen los contactos para alcanzar un gran pacto por la lengua” el conselleiro de Educación, Román Rodríguez. Es precisamente ese terreno, la educación, hacia donde el Consejo de Europa dirige uno de sus reproches, cuando insta a a “eliminar las limitaciones que impiden el uso del gallego como vehículo de enseñanza de las ciencias”.

Es igualmente ese ámbito, el de la educación, en particular el decreto de plurilingüismo, cuya derogación reclaman, el que más quejas genera entre los partidos de la oposición, que han exigido reiteradamente su retirada. Lo que enfatizó ayer Rueda es que la “postura” del PP en la materia es “conocida” y además “evaluada cada vez que hay elecciones”, y esa política pasó por dejar al gallego fuera de las asignaturas de ciencias. “Por lo tanto, la gente también opina sobre un tema que a mí me parece especialmente importante”, enfatizó.

Además, destacó que el mismo informe sitúa al gallego como la lengua cooficial “más utilizada habitualmente” y “donde hay más conocimiento y lectoescritura” en dicha lengua. “También hay que hablar de lo que se mejoró”, subrayó Rueda, para quien este tipo de datos se deben a que “el tema de la lengua hace mucho tiempo que está fuera de la discusión política”.

Por otra parte, y en referencia al último informe del Consello de Contas sobre fondos europeos, que sitúa la ejecución de la Xunta por debajo del 50% en 2022, Rueda defendió que esta debe analizarse cuando finalizan los períodos y que la de Galicia es “muy notable”, incluso “por encima” de otras comunidades. Contas recoge en su análisis que, de un total de 1.183 millones de euros de crédito definitivo, fueron ejecutados 560,2 millones de obligaciones reconocidas. Rueda sostiene que Contas analiza la ejecución año a año de esas partidas, cuando, a su juicio, esa cuestión hay que verla “en su conjunto”, dado que los períodos se prolongan varios años y los proyectos que se impulsan con estos recursos son “complejos” y exigen “muchos trámites administrativos y muchas actuaciones” antes de cerrar la ejecución del gasto. En los primeros años, concedió, “lo lógico es que la ejecución sea más baja”.

Tracking Pixel Contents