El Sergas es “la mayor empresa de Galicia”, una de 42.000 trabajadores en la que no se hace ni una pausa en las 24 horas del día, los 365 días del año, y provoca un “gran impacto en el medio ambiente” que la rodea. Así lo admite en su Estratexia de Economía Circular, hoja de ruta con la que quiere situarse en siete años “en la vanguardia de la protección del medio ambiente”, como destacó ayer en su presentación el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

Algunos de los deberes que se ha puesto para alcanzar la sostenibilidad son reducir un 60 por ciento las emisiones de CO2 en 2030 –lo que supone un recorte anual de 46.500 toneladas y equivale a plantar más de un millón de árboles–, trabajar “más” por una sanidad sin papel –la digitalización ya minimizó los residuos de tinta, de placas radiográficas o líquido de revelado– y disminuir los gases contaminantes en los servicios de anestesia, como apuntó ayer la gerente del Sergas, Estrella López-Pardo. Para lograr sus objetivos, que se marcarán con carácter anual en los acuerdos de gestión, cuentan con 859 millones de euros, detalló la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez.

El diagnóstico de partida recoge, entre otras cuestiones, que en el sector sanitario –responsable de un 10% de la emisión global de CO2 en Galicia según el Sergas– se produce una generación “excesiva” de residuos y “una pérdida” de recursos.

En lo que respecta a materias primas, el Sergas se propone una sustitución “progresiva” de aquellas con más impacto en el medio ambiente, por minimizar” el consumo de combustibles fósiles y de agua, mejoras de eficiencia energética en las instalaciones, “optimizar” el diseño de los jardines en los centros sanitario o recuperar lluvia para el riego.

Mucho ya está en marcha, pero, en particular, el documento recoge que se promoverán las energías renovables y se prevé implantar instalaciones de producción de electricidad y calor alternativas y la transición a la tecnología LED en todos sus centros, impulsando la detección de presencia, la luz natural y la construcción en madera. Se contempla asimismo instalar puestos de recarga de vehículos eléctricos en sus aparcamientos –150 solo este año– y transformar la flota de coches a eléctricos para alcanzar “emisiones cero” en 2040. Valdrá también para las ambulancias conforme se vaya avanzando en la renovación de las contrataciones, señala.

En relación a las adquisiciones, el Sergas asegura que prioriza ya la centralización de las contrataciones y se introducen criterios de circularidad, compra verde o kilómetro cero, pero, advierte, dentro de las posibilidades que permite la ley de contratos, “pues apuesta por criterios económicos por encima” de los ambientales. “Será necesario un cambio en la ley”, propugna.

La Estratexia también cita la ejecución del primer contrato centralizado para homogeneizar la gestión de los residuos sanitarios peligrosos o un ensayo de producción de biogás a partir de lodos.

Cuidar el planeta es cuidar la salud de sus habitantes. La Estratexia de Economía Circular recoge que la OMS calcula 12,6 millones de muertes por año debido a factores ambientales poco saludables, la mayoría vinculadas a enfermedades transmisibles. El cambio climático, explican, también se asocia a fenómenos meteorológicos extremos, con efectos sanitarios, y conlleva “graves riesgos” para la salud mental.