Cada año unas 33.000 personas fallecen solo en Europa por efecto de las infecciones hospitalarias provocadas por bacterias multirresistentes. El dato, que recoge la web del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, va a ir a peor en próximas décadas, porque se prevé que la resistencia desbanque al cáncer como primera causa de muerte: entonces, en 35 años, la cifra se multiplicará casi por doce. Se calculan cada año 40.000 fallecidos en España.
Por eso las autoridades sanitarias insisten tanto en un uso prudente de estos fármacos y durante años el Sergas ha instado a sus facultativos –que son quienes los recetan– a ser cautos en su prescripción porque en Galicia se recurre a ellos en mayor medida que en el conjunto del Estado. En concreto, la Consellería de Sanidade solía advertir en sus boletines que se recetaban “demasiados” y, “en cierta medida”, “mal seleccionados”. Con todo, en 2022 el consumo de antibióticos en la comunidad volvió a subir y quebró la tendencia a la baja que ya se prolongaba desde 2019.
En concreto, según datos estadísticos recopilados por el Ministerio de Sanidad, los gallegos consumieron un total de 17,34 dosis definidas por cada mil habitantes y día a lo largo del pasado año, lo que supone un 12,4 por ciento más que en 2021, teniendo en cuenta para el cálculo, indica el Gobierno, los datos de facturación de recetas médicas del sistema nacional de salud en oficinas de farmacia, mutuas incluidas, y también los medicamentos despachos en hospitales de la red pública.
El ascenso se produce tras el movimiento anterior en sentido contrario que se había iniciado ya antes de la irrupción del COVID debido a la insistencia de las autoridades sanitarias y a una mayor concienciación, en 2019, pero que la pandemia contribuyó a asentar. De hecho, en 2021 la marca fue la más baja de los registros y especialistas en medicina familiar y comunitaria alegaron que las mascarillas y la distancia con las que se combatió la pandemia incidieron en el indicador.
Ahora el consumo de antibióticos vuelve a experimentar un empujón, pero no es exclusivo de Galicia. Aunque la comunidad sigue, como es habitual, por encima de la media estatal, se sitúa en torno a la mitad de la tabla autonómica en cuanto al recurso a estos medicamentos, casi cuatro puntos por debajo de la líder, Extremadura. Además es la autonomía que registra un incremento más moderado con respecto a 2021 –la media es de un 20% de subida– y el dato de 2022 es el tercer más bajo del registro recogido por Sanidad.