En julio del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta de emergencia internacional por un brote de viruela del mono (Monkeypox-MPX), una dolencia similar a la gripe, que afectó a casi 90.000 personas durante los diez meses que duró ese estado, desactivado el pasado mayo. Desde entonces, Galicia ha vacunado a 914 personas contra esa enfermedad, de las que 600 ya han recibido la pauta de dos dosis, según informa la Consellería de Sanidade.
Más de 60 casos fueron detectados en la comunidad durante ese período, aunque las autoridades sanitarias gallegas destacan que “en los últimos meses se observa una tendencia descendiente en el número de casos”. Aun así, “se recomienda la vacunación tanto para la profilaxis preexposición como post-exposición”. Está destinada a quienes hayan tenido contacto con algún contagiado.
Esta enfermedad, sin embargo, regresó a la actualidad el jueves, cuando la Agencia de Salud Pública de Barcelona detectó otro brote en la Ciudad Condal. Se trata de seis casos (dos en julio y cuatro en agosto), todos en hombres que mantuvieron relaciones sexuales con hombres. Al coincidir en un mismo espacio y tiempo, Salut Pública ha optado por declarar el brote, informó El Periódico de Catalunya, del mismo grupo editor que FARO. Es el segundo brote que declara Salut Pública desde 2022.
Los síntomas de la viruela del mono son parecidos a la gripe e incluyen los típicos dolores musculares, fiebre, escalofríos, agotamiento, dolor de cabeza, dolor de espalda o ganglios linfáticos inflamados, así como la típica erupción tan característica de la viruela, que en este caso suele comenzar por la cara para extenderse a otras zonas del cuerpo, sobre todo las palmas de las manos y los pies.
Lo más frecuente es que brote el sarpullido cuando empieza a subir la fiebre. La erupción de la viruela del mono comienza en forma de manchas planas y rojas, que luego se convierten en ampollas que se llenan de pus, formando pústulas. Y los picores pueden provocar una comezón tan fuerte que el propio paciente acabe arrancando las costras lo que luego dejará cicatrices.
La viruela del mono no se contagia solo por vía sexual, sino también a través de secreciones respiratorias, objetos o por contacto directo con los sarpullidos del infectado. Los brotes que están teniendo lugar se consideran como una infección de transmisión sexual (ITS), ya que se originan a partir del contacto físico sexual. La viruela del mono afecta, mayoritariamente, a hombres que tienen sexo con hombres, si bien el año pasado ya demostró alcanzar cada vez a más perfiles de poblaciones.