Política Social aumentará el salario y los descansos a 4.000 empleados de sus centros
Beneficiará al personal de residencias y de atención a menores | La Xunta negocia con los sindicatos compensaciones de hasta 45 euros por trabajar domingos o festivos

Protesta de trabajadores de una residencia en Santiago, durante la pandemia. | // XOÁN ÁLVAREZ / paula pérez

Los trabajadores de las residencias fueron, junto a los sanitarios, los otros héroes de la pandemia. Sufrieron más contagios, tuvieron que doblar turnos y trabajar fines de semana y festivos sin ningún tipo de contraprestación a cambio y, a veces, casi sin descanso. Esta situación de sobrecarga y precariedad llevó a este colectivo a protestas en las calles. Ahora la Xunta busca ponerle remedio y está negociando con los sindicatos mejoras tanto salariales como en sus condiciones de trabajo, de las que se beneficiarían no solo los empleados de los geriátricos sino la plantilla de todos los centros de servicios sociales: en total, 4.000 profesionales.
La propuesta que está sobre la mesa incluye una compensación económica de entre 120 euros y 180 euros, dependiendo de la categoría laboral, por cada cuatro domingos y festivos trabajados (es decir, entre 30 y 45 euros por día), además de dos días adicionales de descanso. También se garantizará un descanso mínimo de doce horas entre la finalización de una jornada de trabajo y el inicio de la siguiente y se les permitirá librar al menos el 40 por ciento de los fines de semana del año.
Estas mejoras beneficiarán a los 4.000 empleados que trabajan en los centros de mayores, centros de discapacidad, de atención a la infancia, de menores, de inclusión o dirigidos a víctimas de violencia de género.
La precariedad laboral que sufre este colectivo los llevó el pasado junio a protagonizar protestas en varias ciudades gallegas. Antes de 2012 les daban 1,75 días libres por cada domingo o festivo trabajado. Sin embargo, a raíz de la crisis económica de 2008 la Xunta aprobó una serie de recortes y dejaron de compensarlos por trabajar estas jornadas, unas condiciones que se han mantenido hasta ahora incluso durante la pandemia de COVID.
Superada esta crisis sanitaria, la Xunta entiende que ahora es el momento de llegar a un acuerdo con los trabajadores para conjugar “la prestación de servicios a un coste razonable con los derechos del personal a través de una reorganización más adecuada del trabajo”.
“El objetivo es que los turnos que se desarrollan en estos centros sean lo más equilibrados posibles entre el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso”, apuntan en el borrador que aún se está negociando con los sindicatos y que, por lo tanto, aún está sujeto a modificaciones y mejoras de última hora.
La premisa de partida es organizar unas “carteleras de trabajo más armonizadas” y que los turnos de descanso y vacaciones posibiliten una cobertura “adecuada” de las ausencias.
Así, por un lado, se regulan los tiempos de descanso entre jornadas. Desde que estos profesionales terminan su turno hasta que empiezan a trabajar de nuevo deben transcurrir, al menos, doce horas.
Podrán librar como mínimo el 40 por ciento de los fines de semana del año
En un principio, la Consellería de Facenda, que es la que lleva las negociaciones con los sindicatos, introducía una excepción: podrían descansar menos de las doce horas si así se requería “por razones organizativas”. Sin embargo, en un segundo borrador la Xunta eliminó esta salvedad a petición de los sindicatos.
Además los días 24, 31 de diciembre y festivos serán considerados como días de descanso. Hasta ahora tenían que trabajarlos y no recibían ninguna contraprestación a cambio. “Si no pudiesen librar en estas jornadas se les facilitará un descanso equivalente en el mismo año natural”, estipula el borrador del acuerdo.
Además el 24 y el 31 computarán a efectos de percibir la compensación económica de entre 120 y 180 euros por cada cuatro domingos y festivos trabajados. En el primer borrador solo se pagaba este plus por el bloque de cuatro días, pero en una segunda versión la Xunta accede a pagar por días sueltos efectivamente trabajados en su parte proporcional.
Los turnos de trabajo serán de 7 horas por la mañana, 7 horas por la tarde y 10 por la noche. Con carácter general se garantizará que el descanso semanal coincida con sábado y domingo en una proporción de uno de cada dos. Es decir, podrán librar la mitad de los fines de semana, pero la Xunta añade que “si por causas asistenciales hubiese que trabajar más el cómputo anual no podrá exceder el 60 por ciento de los sábados y domingos”.
Además, ningún trabajador realizará más de cinco jornadas consecutivas de trabajo “salvo ajustes individuales de la cartelera”. Tampoco tendrán que hacer más de dos turnos de noche seguidos, aunque aquí quedan fuera los trabajadores que sean contratados exclusivamente para cubrir el trabajo nocturno.
Por último, Política Social se compromete a transformar 144 contratos de jornada parcial en puestos a tiempo completo.
Este último borrador presentado por la Xunta no convence aún a los sindicatos. La CIG pide que se definan las ratios de personal por centro y que se analice la tipología de los usuarios que están entrando en los centros por emergencia social. De hecho, los trabajadores de residencias advierten que están ingresando pacientes con tipologías psiquiátricas o problemas de alcoholismo. CSIF advierte además de un incremento de bajas por discapacidad en entre el personal y adaptaciones de puestos de trabajo por la sobrecarga laboral y piden a la Xunta un estudio al respecto.
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