Los hospitales del Sergas no dejan nunca a ningún paciente sin atender, pero no todos los que entran por la puerta de Urgencias tienen tienen derecho a una asistencia pública gratuita. Es el caso de los extranjeros, pero también de todos aquellos particulares que sufren un percance cuya cobertura corresponde a una aseguradora. Sucede así con los accidentes de tráfico y los laborales, así como las lesiones provocadas en eventos deportivos o escolares que normalmente están amparados por pólizas específicas. Estos usuarios, o bien sus compañías de seguros, deben reintegrar los gastos sanitarios prestados. El pasado año la Consellería de Sanidade reclamó 2,3 millones a un total de 5.661 pacientes (la factura puede emitirse a nombre del particular o bien se tramita directamente a las mutuas o aseguradoras).
Esto significa que la deuda media por persona atendida es de 420 euros, aunque hay algunos casos de pacientes que adeudan 20.000 y hasta 29.000 euros.
Todo depende de los tratamientos recibidos o los días de estancia en el hospital. El Sergas reguló en un decreto que está vigente desde 2014 las tarifas que deben cobrarse. Así, por ejemplo, por una urgencia hospitalaria que no requiere ingreso se cobrarán 361 euros, pero si necesita hospitalización el precio por día es de 528 euros.
Obligados al pago
Los extranjeros que proceden de estados de la UE suelen tener la tarjeta sanitaria europea y, por lo tanto, estarían cubiertos. También hay otros países que tienen convenios bilaterales con España. En esos casos son atendidos y no se les cobra. Simplemente dejan sus datos y después el Sergas reclama el reintegro de los gastos al país de procedencia del paciente. Pero si no es así, los foráneos atendidos en los hospitales o centros de salud gallegos deben abonar las tarifas correspondientes por la atención prestada.
Y ocurre lo mismo con todos los pacientes con cobertura de una aseguradora. Si es un accidente laboral, de tráfico o deportivo se le pedirá al paciente los datos de la compañía de seguros para refacturar los gastos médicos. Pero si no los facilita, será el propio enfermo el que tenga que abonar el coste de la atención médica prestada.
Y no siempre es fácil cobrar la deuda. En ocasiones es complejo localizar al paciente sobre todo si este es extranjero. También puede pasar que no se identifica correctamente a la aseguradora que debe afrontar el pago y el usuario tampoco asume el gasto.
Si el Sergas no consigue localizarlos o bien, aún siendo notificados en su domicilio, no pagan, se publica el aviso en el Diario Oficial de Galicia para que ingresen la deuda en periodo voluntario. Si no lo hacen, se inicia la vía de apremio en la que se le aplicarán recargos e incluso se les pueden embargar bienes.
En el Diario Oficial de Galicia se publicaron el pasado año avisos a 457 pacientes para advertirles que si no abonaban la deuda se iniciaría la vía de apremio. Hay deudas que van desde solo 40 euros hasta los 29.000 euros que se le reclama, por ejemplo, a un particular por la atención recibida en el área sanitaria de A Coruña.
A pesar de estos apremios el Sergas no logra cobrar toda la deuda por los gastos sanitarios prestados a terceros obligados al pago, aunque, al menos, ha conseguido reducirla. Así durante los dos últimos años rebajó casi a la mitad los 21 millones de euros que estos terceros adeudaban a la administración. El año pasado cerró balance con esa cifra situada en poco más de 12 millones.