Galicia insta a Sanidad a reducir los fármacos sujetos a restricciones en su dispensación

Hay 2.400 medicamentos que requieren un visado por entrañar riesgos o su alto coste

Servicio de farmacia hospitalaria del Álvaro Cunqueiro.  | // MARTA G. BREA

Servicio de farmacia hospitalaria del Álvaro Cunqueiro. | // MARTA G. BREA / paula pérez

Paula Pérez

Paula Pérez

La mayoría de tratamientos prescritos por el médico se pueden dispensar directamente en las farmacias comunitarias sin ninguna otra condición. Pero hay un grupo de fármacos que antes de ser dispensados por el facultativo requieren de una autorización previa, un visado, que es expedido por farmacéuticos del Servicio Galego de Saúde. En la actualidad hay más de 2.400 presentaciones farmacológicas sometidas a este control especial. Se trata de medicamentos que “plantean especiales problemas de seguridad o se circunscriben al tratamiento de determinados grupos poblacionales considerados de riesgo”. Sin embargo, la lista de los fármacos sujetos a estas restricciones no ha dejado de crecer desde que se implantó el visado en 1968 y algunas comunidades exigen ya al Ministerio de Sanidad que la revise, entre ellas Galicia que pide que se retire la exigencia de estos controles en aquellos casos en los que han dejado de ser necesarios.

El visado se establece para aquellos fármacos innovadores, que suelen ser además los más costosos, y que pueden suponer problemas de seguridad o bien están dirigidos a colectivos muy concretos. “Se financian únicamente alguna de sus indicaciones terapéuticas o se aplica una aportación reducida en función del tipo de paciente”, explica la Consellería de Sanidade. De hecho, estas autorizaciones sirven, en cierta medida, para racionalizar el gasto en este tipo de productos farmacéuticos.

Es, por esta razón, que su prescripción está sometida a unos requisitos o condiciones especiales. “La instauración del visado puede ser de oficio por parte del Ministerio de Sanidad o a petición de las comunidades”, según explica el Sergas. Entre los medicamentos sujetos a visado hay ansiolíticos, antipsicóticos o antidepresivos, pero también se incluyen algunos inmunosupresores, las hormonas sexuales y moduladores del sistema genital, así como productos de uso urológico, antitrombóticos o algunos medicamentos usados para la diabetes.

El problema es que el establecimiento de un visado supone una limitación en el acceso al fármaco y además retrasa su dispensación. Se llegó a cuestionar, de hecho, este mecanismo por obedecer más a razones economicistas que de seguridad.

En el seno de la Comisión Permanente de Farmacia algunas comunidades, entre las que se encuentra Galicia, plantearon una revisión completa y exhaustiva de los medicamentos que deben estar sometidos a visado. Reclaman que se evalúe la idoneidad de esta medida de control en los fármacos que actualmente están sujetos a estas restricciones.

La Consellería de Sanidade valora el sistema de visados pues, en su opinión, permite garantizar “la homogeneidad y la equidad de acceso por parte de todos los usuarios de nuestro país, con independencia de su lugar de residencia”. Pero defiende, en todo caso, que es necesario revisar el listado de fármacos sujetos a restricciones “para retirar aquellos que no aporten valor”.

El problema es que en numerosas ocasiones se establece la obligación de visado por motivos clínicos a causa de diversas incertidumbres acerca del uso adecuado o con el objetivo de evitar otros problemas relacionados con los medicamentos. Sin embargo, con el tiempo estas dudas se disipan y, a pesar de ello, se mantienen las restricciones al fármaco. Y lo mismo ocurre con tratamientos muy costosos, sobre los que, en su momento, se impuso una autorización especial para ser financiados: finalmente su coste baja, pero no por ello se elimina del listado de presentaciones que requieren visado.

Además de retirar la exigencia de visado a algunos fármacos, las comunidades plantean también modificar la regulación legal de estas autorizaciones para modernizar y agilizar su uso.

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