El eucalipto contiene su avance mientras se fortalecen las frondosas: 619.000 hectáreas

La Xunta concluye el primer inventario forestal, el más preciso de la historia | Las mirtáceas ocupan un 28% del monte pero un tercio de su superficie tiene un difícil aprovechamiento

Plantaciones de árboles de pino y eucalipto en una vista aérea

Plantaciones de árboles de pino y eucalipto en una vista aérea / Marta G. Brea

X. A. Taboada

X. A. Taboada

La comunidad autónoma dispone de su primer inventario forestal autonómico, el más preciso de la historia y que actualiza el estatal de 2011. Ahora es posible identificar minuciosamente la superficie arbolada de Galicia y determinar con una exactitud como nunca lograda hasta ahora las especies que la ocupan. Las frondosas han experimentado un “crecimiento espectacular” hasta llegar a las 619.000 hectáreas, mientras que el eucalipto, con 409.026 ha, ha contenido su avance y las coníferas, con 422.344 hectáreas, están por debajo del volumen esperado. En total, suman 1,457 millones de hectáreas, de las que el 42% corresponde a frondosas como robles, castaños, abedules o alisos, por el 29% de los pinos y el 28% de las mirtáceas (eucalipto).

Pero una cosa este es tener estas especies en el monte y otra es que se puedan explotar comercialmente. Por eso el inventario también evalúa los condicionantes técnicos y legales para calcular qué posibilidades tienen de ser aprovechadas, teniendo en cuenta la fragmentación de la propiedad, la pendiente del terreno, la proximidad de vías de comunicación para su evacuación o las restricciones legales (como estar ubicadas en zonas protegidas ambientalmente, al lado de los ríos o en la zona más próxima al mar). Con todos estos indicadores resulta que el 71% de las plantaciones de eucalipto reúnen condiciones “favorables” para su aprovechamiento, mientras que en el resto (unas 136.000 hectáreas) la explotación es complicada, lo que aboca a que en el futuro dejen de resultar interesantes para sus propietarios. En el caso de las coníferas, el área aprovechable en condiciones adecuadas es del 61% y para la frondosas, este nivel baja al 46%.

El inventario forestal continuo se presentó ayer en Santiago –por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Medio Rural, José González– ante un centenar de personas, básicamente pertenecientes al sector, además de los responsables de las universidades de Vigo y de Santiago encargados de su elaboración.

La comparación con el anterior inventario, el nacional de hace doce años, no resulta fácil por emplear metodologías distintas. Pero en todo caso, Juan Picos –uno de los responsables del inventario y director de la Escuela de Forestales de Pontevedra– concluyó que el crecimiento de la superficie dedicada al eucalipto fue “débil”, que la de las coníferas descendió y que la de las frondosas registró un “incremento espectacular”, aspecto en el que también incidió el conselleiro.

El abandono de la actividad agraria provoca la extensión de las frondosas

¿Cuál es el motivo? Uno es el cambio de método, ya que ahora se mide también el área arbolada próxima a los ríos –antes no se hacía– y otro es que el abandono de la actividad en el medio rural ha propiciado la extensión de las frondosas.

En el inventario nacional, estas especies ocupaban 413.301 hectáreas, por las 619.00 de ahora, mientras que los montes solo con coníferas alcanzaban las 434.000 y los eucaliptales puros, 288.000. Pero es que luego había 105.000 más de pinos mezclados con robles, 124.000 de coníferas y eucaliptos y otras 21.500 de eucaliptales difuminados. De ahí que las comparaciones resulten complicadas.

El inventario gallego responde al mandato del dictamen aprobado por el Parlamento en 2018 a raíz de la ola de incendios de 2017, la más virulenta en los últimos años y que costó la vida a cuatro personas. El conselleiro destacó el importante trabajo de campo realizado para la elaboración de este manual que permite conocer al detalle la realidad gallega y planificar menor las políticas públicas de desarrollo forestal y lucha contra los incendios, algo que con el mapa nacional no se podía hacer.

  • Las 49.000 hectáreas quemadas y las cuatro vidas segadas en solo tres días de octubre de hace dos años han actuado como punto de inflexión para reformular la lucha contra los incendios y rediseñar el modelo de extinción

“Lo que queremos es conocer de manera exacta, con conocimiento científico y eficaz, qué madera tenemos y cuál es su calidad”, indicó el presidente de la Xunta, que cree que estos datos “son muy útiles” para la planificación de un sector aporta el 1,8% del PIB, factura 2.578 millones y da empleo a 25.000 trabajadores.

  • Tres apuntes

    1-Casi 1,5 millones de hectáreas arboladas

    La superficie total arbolada de Galicia alcanza los 1,457 millones de hectáreas.

    2-Un 42% ocupadas por frondosas

    Las frondosas son as especies más extendidas en Galicia, pues ocupan un 42% del área arbolada de la comunidad.

    3-Facturación de 2.578 millones

    El sector monte-industria facturó hace dos años 2.578 millones de euros, supuso el 1,8% del PIB gallego y dio empleo a 21.000 personas.

Un método que permite calcular la carga de combustible y predecir incendios virulentos

El inventario es una herramienta muy útil para el sector y para la planificación de políticas públicas forestales, pero también tiene otras implicaciones no menos transcendentes. Una es conocer la realidad del monte gallego, pues nunca se hizo una radiografía con tal nivel de detalle que permita conocer el estado de las masas arboladas por parcelas de cien metros cuadrados, con la ventaja de que además se irá actualizando continuamente, con lo que se registrará cualquier avance o retroceso de las especies así como su sustitución, talas o renovaciones. Pero también servirá para combatir los incendios, ya que la metodología empleada es tan precisa que permitirá calcular la “carga de combustible” del monte (matorral) y ayudar a predecir en qué zonas es más probable que los incendios adquieran la condición de virulentos y a calcular el riesgo para las zonas habitadas próximas. El inventario también ha servido para conocer qué tipo de árboles resultaron calcinados. En 2022, la especie más afectada fue el pino, con 9.167 hectáreas quemadas. Otras 4.263 ocupadas por frondosas también fueron pasto de las llamas y en cuando a los eucaliptos, ardieron 1.133 hectáreas, lo que para el conselleiro demuestra que las mirtáceas no son los árboles que están detrás de los incendios.

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