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La nueva ABAU, en ‘cuarentena’ hasta después de las Generales

El Ministerio de Educación paraliza la aprobación del Real Decreto que la regula | Su entrada en vigor está marcada para 2024

Alumnos haciendo la selectividad en Vigo.

Alumnos haciendo la selectividad en Vigo. / JOSÉ LORES

La nueva Selectividad queda oficialmente en cuarentena a la espera de los resultados de las elecciones generales del 23 de julio. El Ministerio de Educación ha comunicado que “se paraliza y no se aplaza” la aprobación definitiva del Real Decreto que regula la nueva ABAU. Según fuentes ministeriales, responde a un ejercicio de “responsabilidad”, hasta conocer el resultado de los comicios. “Será el próximo Gobierno el que decidirá qué hacer con el borrador”, afirman desde el Ministerio.

Ayer se reunieron el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, con el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón y representantes de la Conferencia de Rectores (CRUE). Durante el encuentro, Bar comunicaba la decisión del Gobierno de dejar en stand by la norma. El texto quedará listo por completo antes de las elecciones a falta solo de su aprobación definitiva en Consejo de Ministros, ya que hora se encuentra en el final de la fase administrativa (Oficina de Calidad Normativa y Consejo de Estado). De esta forma, el gobierno surgido de las urnas (sea PSOE o PP) podría reactivar la nueva Selectividad enseguida.

Sin embargo, queda en el aire el calendario marcado por la Ley Orgánica de Educación LOMLOE, que determina que la nueva ABAU tiene que empezar a aplicarse el curso que viene. Es decir, que la primera prueba bajo este modelo está fijada para junio de 2024. Los tiempos han sido uno de los puntos que han generado conflicto entre las partes interesadas a lo largo de estos meses. Las universidades de toda España manifestaron al Gobierno la falta de tiempo para conocer bien el modelo de examen y los sistemas de corrección.

Por su parte, la Conferencia de Rectores mostró su disconformidad con la puesta en marcha del nuevo proceso selectivo de forma inmediata, a principios de mes. Para los rectores, se trataba de un calendario demasiado ajustado como para poder preparar a los alumnos correctamente para afrontar una prueba basada en competencias, que nada tiene que ver con lo que están acostumbrados.

Señalaban entonces la especial vulnerabilidad de los estudiantes que este año cursan primero de Bachillerato, al coincidir la aplicación del nuevo modelo en medio de una formación crucial para su futuro (tanto a nivel formativo como profesional). Los rectores pedían al Gobierno “retrasar el comienzo del periodo de implantación hasta 2025” por lo menos. Algo que, en principio, chocaría con los tiempos impuestos por la ley de Educación.

¿Y si pierde el PSOE?

Las peticiones de ambas entidades para retrasar la aplicación de la nueva ABAU cayó hasta ahora en saco roto. El Gobierno justificaba la continuidad del proceso en que retrasarlo “no es viable legalmente” al estar estipulados los tiempos en la Ley de Educación. Tramitar una ley por Real Decreto no solo acorta el tiempo para su aplicación considerablemente (es un proceso administrativo que no pasa por el Congreso), sino que supone elaborar una norma a la medida del Gobierno de turno.

Ahora surge la duda de qué pasará en el caso de que el PSOE pierda las elecciones y el partido entrante no comulgue con el nuevo modelo de Selectividad. ¿Habrá tiempo suficiente para elaborar un nuevo decreto? ¿O habría que modificar una ley orgánica como la de Educación, otra vez?