Los laboratorios gallegos sufren problemas de suministro tras la pandemia del COVID

Almacenes de centros de investigación como Cimus o BioFarma registran dificultades en los plazos de entrega de material desde 2020 | No encuentran una explicación convincente

Marisol Abella, encargada del almacén general del Cimus, en las instalaciones del mismo.

Marisol Abella, encargada del almacén general del Cimus, en las instalaciones del mismo. / Jesús Prieto

Koro Martínez

El impacto global que tuvo la pandemia durante los primeros meses de 2020, especialmente como consecuencia del confinamiento y el parón de la actividad a nivel planetario, podría justificar en un primer momento las dificultades para el suministro y reposición de determinados materiales con los que trabajan a diario importantes laboratorios científicos de Galicia. Algo que, según Marisol Abella, responsable del almacén general del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus), era comprensible en un primer momento, cuando “empezó a haber dificultades con productos elaborados con plástico y con los guantes”. Pero lo que no acierta a explicarse es que “a día de hoy sigue habiendo problemas con algunas referencias y entregas, en las que no se siguen las pautas correctas”, explica.

Abella, que es miembro también de un grupo de investigación del Cimus, señala que “no se están respetando los plazos de entrega porque no hay referencias, te llega tarde la reposición, a veces de golpe y todo a la vez, y no encontramos una explicación satisfactoria a por qué sucede”.

De hecho, asegura que “cuando les preguntas a los proveedores con los que ya tratábamos antes por qué sucede esto, aluden a si tendrán unos parámetros de abastecimiento adecuados, ya que admiten que no saben si estaremos cambiando la forma de trabajar”.

Encargada del almacén del Cimus desde 2012, Marisol Abella indica que los problemas se están dando en algunos reactivos y materiales de plástico. Y aunque entiende que puede haber dificultades en pedidos puntuales de laboratorios, subraya que antes de la aparición del COVID-19 no se había tenido que enfrentar a la situación actual, que “afecta muchísimo a los investigadores, y no puedes hacer una gestión de compra con buenas opciones, con unos plazos y precios concretos. En el almacén tenemos un precio negociado con nuestros proveedores, pero si no nos va a poder facilitar el material en un período concreto, al final buscamos otros con plazos de entrega más cortos, pero el precio es distinto que con una compra anual y no puedo disponer del servicio que pretendo”.

José Manuel Ramos, en el laboratorio de BioFarma.

José Manuel Ramos, en el laboratorio de BioFarma. / Cedida

Insiste en que “antes de la pandemia las reposiciones eran cada quince días o incluso semanales, y únicamente podía haber algún problema puntual, pero desde entonces no sé qué les ha pasado a fabricantes y distribuidores de algunos productos, que tardan muchísimo. Y cuando piensas que van a llegar en unos meses en concreto, luego aún se retrasa más, no sabes si vas a contar con ellos y te obliga a hacer compras más grandes para estar abastecidos, lo que a su vez implica un mayor stock inmovilizado y mayor espacio para almacenarlo”.

Desde el laboratorio de BioFarma, el investigador y encargado de compras desde 2014, José Manuel Ramos, coincide con Abella en los problemas de abastecimiento de productos de plástico desde el COVID-19. Afirma que “a finais de 2020 xa había moitas dificultades, pero estaba xustificado porque se estaba utilizando moito plástico, pero en 2021 aumentaron esas trabas, parece ser que porque había poucos fabricantes e unha gran demanda, e a finais de 2022 e neste ano algúns suministros estabilizáronse, pero outros aínda non”.

Recalca que “antes da pandemia podía pasar cun produto concreto, que non tivera stock, pero agora non entendemos ese retraso xeneralizado, e cando preguntamos non saben explicalo”. Una situación que genera “moita incerteza e que te afecta porque non tes certos produtos e debes buscar outros alternativos, máis caros, e ao final traballas coa incerteza de non saber unha data e con maiores custos”. Cifra en un 80 % el porcentaje de materiales de plástico ya estabilizados, pero cree que con el 20 % restante se va a tardar porque no pasa sólo con un proveedor concreto.

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Desde el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, fuentes consultadas por este periódico aseguran que “los servicios del departamento de compras centralizadas no tienen constancia” de esos problemas en el abastecimiento. Y apuntan a que puede tratarse de “una compra puntual en algún laboratorio”.

Ese podría ser el caso que la semana pasada publicaba en Twitter uno de sus investigadores, Manuel Collado, quien decía “acaba de llegarnos al laboratorio un pedido de placas de cultivo celular hecho el 14 de julio del 2022. Evidentemente recurrimos a otro suministrador mientras tanto, pero desde la pandemia seguimos con problemas de suministro de productos que antes estaban disponibles sin problema”. Y se le sumaban científicos de otras latitudes relatando situaciones similares.