El PP agranda su ventaja electoral ante un PSOE en caída y un Bloque en crecimiento

Le saca casi 134.000 papeletas a los socialistas tras el “empate” de 2019 y asume la alcaldía de Ferrol y la Diputación de Pontevedra | El Bloque suma 54.000 apoyos más en las urnas y el PSdeG se deja 76.000

Alfonso Rueda con su esposa y sus dos hijas, que ayer votaron por primera vez.

Alfonso Rueda con su esposa y sus dos hijas, que ayer votaron por primera vez. / GUSTAVO SANTOS

X. A. Taboada

X. A. Taboada

El PP ha reforzado su hegemonía en las elecciones municipales –aunque esto le ha supuesto alcanzar poca cuota de poder más– a costa de un PSOE que se ha desinflado con respecto a hace cuatro años mientras que el BNG experimenta un sustancial crecimiento, comiendo en el caladero socialista y en lo que quedaba de las mareas, reducidas ahora a una mera presencia testimonial. El Partido Popular fue el más votado, y con diferencia, pero este respaldo mayoritario se ha traducido en acceder a la más pequeña de las ciudades gallegas, Ferrol, a la espera de lo que pueda pasar en el complicado puzle en que se ha convertido Ourense. Los populares han ganado, pero sin que esto se haya traducido en más poder municipal de forma significativa, aunque sí arrebatan la Diputación de Pontevedra al PSOE retienen la de Ourense y la de Lugo, al cierre de esta edición, estaba en el aire.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, acompañada de Goretti Sanmartín y Néstor Rego. |   // X. ÁLVAREZ

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, acompañada de Goretti Sanmartín y Néstor Rego. | // X. ÁLVAREZ / X. A. Taboada

El resultado de ayer cambia, eso sí, el panorama salido de los comicios de 2019 en cuanto al número de votos, cuando los populares, aun quedando como primera fuerza, solo habían superado en 9.000 papeletas al PSOE, con el valor añadido para los socialistas de que se habían hecho con el poder en cinco de las siete ciudades, dejando al PP sin poder urbano.

El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso. |   // CABALAR

El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso. | // CABALAR / X. A. Taboada

Esta situación ahora es distinta. La diferencia con el PSdeG, que sigue como segunda fuerza, se ha disparado a 133.700 papeletas, aumentando ademas en 5 puntos el porcentaje de apoyo de los gallegos. Los populares ganaron respaldo en todas las ciudades, salvo en Ourense, donde quedaron igual, y aunque suya fue la candidatura más votada en Pontevedra, A Coruña, Lugo, Santiago y Ferrol, solo accederán al bastón de mando en esta última. Por tanto, un resultado un tanto amargo, dado que el incremento de apoyo de la ciudadanía se ve frenado por los pactos de izquierdas.

Fueron las primeras elecciones con Alfonso Rueda al frente del PPdeG y sacó 49.500 votos más que en 2019, y aunque mejoró los resultados, la ventaja dista de ser determinante por el escaso impacto que ha tenido este avance en la consecución de alcaldías. De hecho, hace cuatro años el PP sacó 131 mayorías absolutas y 48 relativas. Ahora, a pesar de la mejor cosecha en las urnas, solo tienen 56 absolutas y 135 relativas, según los datos del Ministerio del Interior y con los que discrepa el PP. En todo caso, es la fuerza más votada en 191 de los 313 concellos gallegos.

Conquista de la Diputación de Pontevedra

Pero sumar 133 concejales más para llegar a un total de 1.765 les ha permitido conquistar la Diputación de Pontevedra, disputarle la de Lugo al PSOE y confiar en poder conservar la de Ourense.

Fue el partido más votado en las cuatro provincias, especialmente en Lugo y en Ourense, donde superaron el 44% y el 40% de los votos, respectivamente. En A Coruña estuvieron por encima del 37%, sacándole once puntos al PSOE, y en la de Pontevedra se dio el resultado más ajustado, con un 36% de apoyos, pero solo tres puntos más que los socialistas.

El PSdeG acusó el desgaste, muy grande. Perdió casi 76.000 votos y pasó de un respaldo ciudadano del 32,8% al 29,2%. Las 496.000 papeletas apenas llegan ahora a las 420.000. Estos malos resultado se tradujeron en la pérdida de dos feudos urbanos: Ferrol pasa ahora a manos populares y Santiago, al BNG, en lo que es el estreno de Valentín González Formoso en unas elecciones como secretario xeral del PSdeG-PSOE, que este año también tendrá los comicios generales y el próximo año, en el primer semestre, las autonómicas.

Los socialistas perdieron 179 concejales y ahora apenas rebasan el millar. No obstante, siguen al mando de Vigo, Lugo y A Coruña. Han pasado de gobernar en cinco ciudades a solo 3, lo que representa un fuerte fiasco municipal. Ferrol se va el PP y Santiago se la tendrán que ceder al BNG, que aunque ha empatado ediles con los nacionalistas, estos tienen más votos. Y en Ourense no se sabe muy qué pasará, con el partido de Gonzalo Jácomo como fuerza más votada pero con el compromiso de PSOE y PP de que no será alcalde.

La pérdida de fuelle socialista se ha traducido en que las 66 mayorías absolutas de 2019 ahora bajen a 25, aunque se incrementan las relativas de 25 a 55. El PSOE es, por tanto, el partido más votado en 80 concellos, once menos que hace cuatro años. Y es también la segunda fuerza en votos en las cuatro provincias.

El gran salto lo dado el BNG, que se ha aprovechado del derrumbamiento socialista y de la práctica desaparición de las mareas –solo quedan en Santiago y Ferrol–, ganando 54.000 votos más para llegar a los 248.000. El premio gordo ha sido la consecución de la alcaldía de Santiago, lo que se convertirá en el concello más grande gobernado por el Bloque en su historia, desbancando del puesto a Pontevedra. Eso sí, en los dos casos necesitará del apoyo de los socialistas.

Los nacionalistas han ganado por mayoría absoluta en 5 concellos, por los 14 de hace cuatro años, y por relativa en otros 16 –en 2019 lo habían sido en 19–. Sus concejales ascenderán a 590, 134 más que hace cuatro años.