Formoso se aferra a que el PSdeG resiste mejor la ola del PP y evita el “catastrofismo”

El líder socialista destaca que los populares crecen en Galicia la mitad que en el resto de España | Sostiene que su partido mantiene un poder municipal “muy relevante”

González Formoso, ayer en la sede central del PSdeG en Santiago de Compostela. |   // XOÁN ÁLVAREZ

González Formoso, ayer en la sede central del PSdeG en Santiago de Compostela. | // XOÁN ÁLVAREZ / Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Durante el cierre de campaña, un antiguo fontanero del PP gallego avanzaba una “olita” de cambio de tendencia a favor de su formación, pero no se atrevía a discernir el tamaño de ese fenómeno y si podría llegar a tsunami. El 28-M mostró que el PSdeG es la única de las tres grandes fuerzas políticas gallegas que pierde apoyos, pero su líder, Valentín González Formoso, se aferró a la comparativa estatal para restar dramatismo a su descenso de apoyos. “Vemos que hay una oleada nacional donde el PP sube nueve puntos respecto a las anteriores municipales. Esa ola en Galicia se reduce de forma importante a la mitad, a cinco puntos”, resumió 30 minutos antes de la medianoche.

El PSdeG llegaba al 28-M consciente de que su objetivo era minimizar daños. Venía de un resultado excepcional en 2019, fecha en la que el PP había cosechado sus peores registros históricos y apenas había aventajado a los socialistas en medio punto. Ahora, tocaba resistir la subida del PP, aunque los análisis se realizarían desde dos puntos de vista. Por un lado, la pérdida de votos. Por otro, la pérdida de poder.

En el primer aspecto, los socialistas minimizaron daños, cayendo del 32,8% al 29%, mientras el PP llegaba al 38%, subiendo cinco puntos. De una distancia de medio punto, a 9. El 29% de votos socialistas suponen un bajón de tres puntos respecto a 2019, pero supera sus resultados de 2015 y de 2011, cuando lograron el 26,35% y el 26%, respectivamente.

Temían por Ferrol, Santiago y Lugo

Sin embargo, estos análisis pierden importancia ante el simbolismo de quién logra poder. Al inicio del escrutinio, los socialistas temían perder Ferrol, Santiago y Lugo. Finalmente, salvaron esta última y en Ourense el PP se quedó como segunda fuerza. Pero perdieron la Diputación de Pontevedra y la de Lugo también estaba en manos del PP por medio centenar de votos, según los recuentos al cierre de esta edición. La pérdida de esta última, además, supondría un golpe a la provincia de José Ramón Gómez Besteiro, delegado del Gobierno tras su retorno a la política y que el partido considera la opción más probable como candidato a la Xunta del PSdeG el año próximo. En su territorio, casi pierden la ciudad de Lugo y caería la diputación.

Formoso compareció ante los medios rehuyendo una “lectura catastrofista”, pero dando por sentado, con los datos que tenía en ese momento, que su partido mantenía las tres diputaciones que gobernaba junto al BNG (Pontevedra, Lugo y A Coruña, que preside él mismo, que, además, ayer revalidó su mayoría absoluta como alcalde de As Pontes de García Rodríguez).

El 28-M marca un cambio de tendencia a un año de las elecciones autonómicas y a medio año de las generales. El líder del PSdeG quiso reivindicar que “en el ámbito municipal el Partido Socialista mantiene un poder municipal muy relevante”, con el bastón de mando de “las ciudades que representan el ámbito más dinámico” de Galicia, en alusión a Vigo, A Coruña y Lugo.

El sorpasso del BNG en Santiago y la dimisión de Bugallo

A pesar de la caída de porcentaje de votos, del sorpasso del BNG en Santiago y la dimisión de Bugallo por no retener la Alcaldía de la capital gallega y la esperada mayoría absoluta del PP en Ferrol que también le robó una alcaldía a su partido, Formoso sostuvo que “a Rueda debería preocuparle subir la mitad que el PP estatal”, teniendo en cuenta que contaba con el apoyo de la maquinaria de la Xunta.

“La economía está yendo como un tiro, no puedo de dejar de trasladar optimismo”, declaró Formoso ante los medios en una comparecencia en la que aseguró que mantendrían tres diputaciones.

En alusión a Santiago, Formoso dejó claro el sentimiento en las filas socialistas. “Estamos tristes por perder alguna alcaldía, pero no la gana el PP”, aclaró, en alusión a que los populares no consiguieron mayoría absoluta, por lo que la izquierda llegará a pactos para poder gobernar.

Un doloroso resultado

Formoso reconoció el doloroso resultado en Santiago, especialmente tras unos sondeos durante la campaña que mostraban una diferencial a favor del PSdeG respecto al BNG de dos diputados. “No sospechábamos esa posibilidad ni mucho menos”, asumió, si bien garantizó su apoyo al BNG para que Goretti Sanmartín se convierta en la primera alcaldesa de la capital gallega.

También se refirió Formoso a la situación del concello de Ourense, donde su partido aseguró durante la campaña que impediría que Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana) mantuviese el bastón de mando. Los escándalos que afectaron a este no impidieron su crecimiento electoral, con tres actas más hasta alcanzar los 10 ediles y ser la fuerza más votada.

“Estamos francamente sorprendidísimos. No sé qué más hace falta para que la ciudadanía condene la actitud que está grabada en audios”, apuntó sobre las revelaciones de conversaciones de Jácome sobre presuntas irregularidades. Sobre la llegada de Jácome a la alcaldía de nuevo, dijo que “no debería haberla obtenido”, por lo que dejó abierta la puerta a impedirle su elección. De esa forma, la alternativa sería entregarle otra ciudad al PP, que uniría la Ciudad de As Burgas al botín de Ferrol y la Diputación de Pontevedra, así como al crecimiento urbano experimentado. “Es muy pronto para hablar de pactos, pero hay un principio de autonomía en las ciudades que tenemos que respetar”, apuntó Formoso, descargando la responsabilidad sobre Francisco Rodríguez, candidato de su partido en Ourense.

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