El consumo de tabaco repunta después de la pandemia tras una década en declive

En la comunidad se vendieron el año pasado 630.000 cajetillas más, aunque en España el incremento fue mayor | Diez mil adolescentes gallegos reconocen fumar a diario

Interior de un estanco

Interior de un estanco / Alba Villar

El tabaco es uno de los “malos” de la película de la salud. La Consellería de Sanidade lo presenta en su web como “la primera causa evitable de mortalidad y morbilidad” y las normativas sucesivas destinadas a combatirlo –la de 2006 y la reforzada, en 2011– estrechan cada vez más el círculo en el que está permitido, aunque haya quien se salta las reglas y acabe sancionado.

Pese a la legislación y las crecientes restricciones, sigue siendo la segunda sustancia más consumida en Galicia y no solo por la población adulta, ya que alrededor de diez mil adolescentes son fumadores diarios. Los datos recopilados por el Ministerio de Hacienda que dan fe de la evolución de las ventas de cajetillas indican, además, que en el último año el consumo de cigarrillos ha repuntado en la comunidad, aunque de forma más moderada que en el conjunto del Estado, después de una década en progresivo declive.

Según las estadísticas de ventas recogidas por Hacienda, el año pasado se vendieron en Galicia 630.000 cajetillas más que en 2021, un año aún condicionado por los coletazos de las limitaciones derivadas de la pandemia. Pese al alza de precios –las bebidas alcohólicas y el tabaco experimentaron, según el INE, una subida interanual a diciembre de 2022 del 7,2%–, en Galicia se fumó más. En total, se adquirieron en estancos en la comunidad –gallegos o turistas, que también cuentan– más de 117,4 millones de cajetillas frente a los 116,8 millones del año previo. En euros, las ventas supusieron 544 millones, 11,6 más. 

Los datos del Gobierno permiten constatar que, tras tocar fondo en 2021 con el dato más bajo de los registros de la última década en Galicia, un período en el que todos los ejercicios se cerraron con ventas inferiores a las del año precedente, el consumo de tabaco ha vuelto a subir. No obstante, el aumento experimentado en Galicia se queda muy atrás de la media registrada para el conjunto del Estado: un 0,5% frente a un 4%. 

El tabaco de liar que experimentó un aumento en 2019, se queda estancado

Los primeros meses de este año, no obstante, cuestionan la solidez del fenómeno: en el primer trimestre de 2023 las expendedurías gallegas despacharon 26 millones de cajetillas, casi 700.000 menos que entre enero y marzo del año pasado.

En el mismo trimestre, el tabaco de liar crece, con mil kilogramos más vendidos, hasta casi los 72.000. Los datos de ejercicios ya cerrados muestran que esta forma de consumo del tabaco experimentó un salto cualitativo en Galicia de 2019 a 2020, pero en estos tres años se estanca e incluso retrocede ligeramente.

Reducir el número de fumadores en Galicia es uno de los objetivos que guían las políticas sanitarias de la Administración autonómica. Aun así, según consta en la orden más reciente para distribuir subvenciones para la prevención de conductas adictivas, la Xunta señala que la serie histórica muestra un incremento, respecto a 2011, en el “consumo ocasional” de tabaco y apunta que en el último mes un 36,4% de los adultos ha fumado. En el informe correspondiente a menores, extraído de la encuesta a alumnos de enseñanzas secundarias entre 14 y 18 años, se recoge cómo un 9,3% de ese alumnado gallego fuma a diario, lo que supone unos diez mil chicos. Expertos en dependencias como el profesor de la Universidade de Vigo Manuel Isorna advierten de que el bum de consumo en chicas no se debe tanto a la nicotina como a buscar “las expectativas de que el tabaco adelgaza o les quita el hambre”.

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