De churrascada... ¿con el extintor a mano?

Medio Rural impondrá a partir del año próximo que las personas que utilicen parrillas en el monte cuenten con “algún medio de extinción eficaz” para reducir el peligro de incendios forestales

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

A partir del año que viene, los ciudadanos que se dispongan a cocinar una churrascada en el monte deberán tener en cuenta dos leyes. La primera, que primero se pone la carne sobre el hueso. La segunda, que será necesario tener a mano algún medio de extinción para apagar las llamas y evitar el riesgo de incendio forestal en caso de que las brasas desprendan alguna chispa o de que la llamarada se vaya de las manos.

En verano de 2018, la Consellería de Medio Rural decidió autorizar doce años después las barbacoas en los montes de la comunidad durante los meses de verano, el período de mayor peligro de incendios forestales. Lo hizo bajo unas estrictas normas que no solo se mantendrán a partir del año próximo, sino que se endurecerán.

El anteproyecto de Lei de loita integral contra os incendios forestais de Galicia incorpora un punto novedoso en su artículo 64 respecto al uso de las parrillas en áreas recreativas en terrenos forestales. “En la preparación de alimentos, las personas usuarias deberán contar con algún medio de extinción eficaz y asegurarse de que el fuego y las brasas estén totalmente apagados al ausentarse”, establece un texto que la Xunta prevé que reciba luz verde este año. La mayoría absoluta del PPdeG que sustenta al gobierno gallego garantiza su visto bueno.

Esta novedad no especifica qué tipo de medios deben portar los parrilleros, si se trata de un cubo de agua, un saco de arena o un extintor, pero desde Medio Rural sí aclaran que pretenden combatir los descuidos vinculados a las churrascadas. “En este supuesto, la ley recoge la experiencia de estos años, en los que alguna imprudencia en relación con las barbacoas generó incendios de cierta entidad”, argumentan fuentes del departamento de José González.

“Desde esta perspectiva, y sin impedir la actividad, se trata de llamar la atención de la ciudadanía sobre la importancia de que no queden brasas activas en las áreas recreativas cuando se marchen de la zona”, continúan antes de dejar en el aire la concreción sobre qué se entiende por medio de extinción eficaz. “La mención de medio de extinción eficaz se deja abierta, pero debe ser todo aquel que consiga el fin perseguido: poder extinguir en cualquier momento un fuego, con un medio proporcionado al fuego que se está utilizando, durante su uso y después”, añaden estas fuentes de Medio Rural.

Las restricciones a las barbacoas se impusieron en 2006, tras la muerte de once personas un año antes en fuegos en Guadalajara originados por unas brasas, y se retomaron parcialmente en 2017, cuando la Xunta permitió de forma excepcional a Vigo y Marín realizar estas prácticas en sus montes en verano.

Un año después, se permitió en toda Galicia, pero con unas condiciones que se mantienen. Existe un veto en días de riesgo “muy alto o extremo”, pero cuando no sea así se podrá asar churrasco en áreas recreativas habilitadas, donde exista una estructura fija con tres paredes cerradas y “chimenea con reja para salida de humos, o similar, que actúe como sistema matachispas”, determina la normativa.

Ya no se especifica que deberán ser de hormigón, pero sí que deberá tener una zona de un metro de largo de tierra y un perímetro de tres metros “libre de restos de material combustible”, así como limpieza de maleza periódica.