Un turista chino o mexicano vale por 2,5 españoles

Los extranjeros dejaron 1.140 millones de euros en pagos con tarjeta en 2022 | Gastan 80 euros al día frente a los 56 de locales

Un turista chino o mexicano vale por 2,5 españoles.

Ni todas las personas son iguales, ni todos los turistas valen lo mismo. La visita de una persona de nacionalidad china o mexicana cunde más a la economía de Galicia que la de un francés, un inglés o cualquier otro turista español. El motivo no es otro que el gasto medio diario que realizan estos visitantes en comercios de todo tipo durante sus viajes (desplazamientos con pernoctación) y excursiones (visitas en el día). Es lo que se desprende de la encuesta experimental del INE sobre el gasto realizado por turistas extranjeros en Galicia medido a través de los registros de los pagos que hacen mediante sus tarjetas bancarias ‘in situ’ y las retiradas de dinero que efectúan en los cajeros. Según los datos, cinco nacionalidades concentran el consumo diario medio más alto: chinos, mexicanos, suizos, norteamericanos y emiratíes. Todos ellos gastan entre 100 y 170 euros al día durante sus visitas (que supone entre 20 y 50 puntos más que la media, fijada en 80 euros de consumo diario por persona). El gasto del turista nacional se sitúa por debajo, con una estimación de 56,29 euros al día. Tampoco todos los turistas extranjeros gastan lo mismo. Uno chino o un mexicano gasta el doble que un británico y el triple que un italiano.

El total del gasto en Galicia realizado por turistas extranjeros a través de sus tarjetas fue en 2022 de más de 1.143 millones de euros. Siendo el tercer trimestre en el que más ingresaron los comercios gallegos (más de 452 millones de euros). Consumen en tiendas de ropa, en joyerías y comercios de souvenirs. Pero también contratan servicios de ocio y salud como masajes, excursiones culturales o actividades deportivas. Los restaurantes y las bodegas también tienen su buen pellizco de ingresos. Estos datos sirven para completar los disponibles hasta ahora, más centrados en las pernoctaciones y tipos de alojamientos. Ayuda a conocer el recorrido real que realizan los turistas en Galicia, más allá de su destino final. Al mismo tiempo que ofrece datos de consumo como: preferencias por zonas o tipo de producto, cuestiones muy valiosas para diseñar una estrategia de atracción turística eficiente y adecuada para Galicia. “Ojalá vinieran más turistas internacionales. Es un tipo de turista que busca experiencias de calidad. La mayoría de ellos vienen a hacer el Camino de Santiago. Consumen no solo en restaurantes, sino que buscan otros servicios como fisioterapeutas”, explica el presidente del Clúster del Turismo de Galicia, Cesáreo González Pardal. El representante del sector señala también que a esos gastos hay que sumarles la estancia en hoteles, por ejemplo. Y que muchas de estas personas dejan en Galicia entre 3.000 y 6.000 euros a la semana.

Además de suponer pingües beneficios, es un modelo de turismo respetuoso con el entorno. Galicia se encuentra en un momento crucial en el que puede definir su modelo turístico bajo premisas de rentabilidad y baja masificación, cuestiones importantes para el sector. Pero para el Clúster, la falta de coordinación y la competitividad mal entendida entre los tres aeropuertos de Galicia es uno de los problemas que lastra el desarrollo de un turismo internacional pleno y de calidad en la comunidad.

Debido a la situación geográfica de Galicia y la falta de interconectividad en los transportes, el coche, el autobús y el barco no son una opción para miles de turistas que usan el aeropuerto internacional de Oporto como una extensión de los gallegos.

“Y el tren solo tiene dos conexiones AVE”, recuerda Pardal, que subraya que ofrecer soluciones de transporte es un reclamo turístico y reportaría un incremento notable de visitantes que ahora se están perdiendo, porque no todo el mundo tiene el tiempo o las ganas suficientes para transbordos.

A pesar de los datos sobre el gasto diario, los turistas lusos son los verdaderos benefactores del sector turístico gallego. Los portugueses gastan de media diaria 83,25 euros por persona pero su consumo en tiendas, restaurantes y otros servicios, supone un terc io de los 1.143 millones dejados por los turistas extranjeros en Galicia en 2022. Ya que son muchos los que vienen aquí. Fieles durante todo el año, no solo ayudan a desestacionalizar (uno de los grandes desafíos del sector gallego), sino que realizan un gasto en la comunidad que se mantiene constante. Y los ingresos se reparten por todas las provincias, ya que: hacen muchos planes más allá del Camino de Santiago, viajan en avión, pero también en tren, autobús y coche. Y la cercanía permite escapadas de fines de semana, funcionando como un turista interno.

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Si para los gallegos el aeropuerto de Oporto es una extensión de los propios que facilita mucho el desplazamiento (debido a la escasez de conexiones gallegas y la cercanía del luso), para el sector turístico supone un filón en manos del país vecino. Galicia cuenta con 3 aeropuertos internacionales en apenas 160 km: Vigo-Peinador (8 vuelos directos, 1 internacional) Santiago-Rosalía de Castro (33 vuelos directos) y A Coruña (9 vuelos directos y 3 internacionales). Santiago duplica todos los vuelos de Vigo y 7 destinos de A Coruña y los tres cuentan con vuelos a Madrid, Barcelona y Londres. Sus destinos internacionales son europeos. Y dentro de las nacionalidades de interés turístico, solo conectan con Suiza.

Mientras que el de Oporto cuenta con 31 compañías aéreas que operan vuelos internacionales procedentes de Estambul, Tel Aviv, Marrakech, Luxemburgo o Agadir (entre otros). Se trata de ciudades que unen el mundo árabe y África con Europa y que conectarían directamente a Galicia con algunos de los turistas que más dinero gastan en sus visitas. Muchos de ellos usan el aeropuerto portugués como base. Desde él se desplazan a Galicia para hacer el Camino de Santiago. La comunidad pierde así un porcentaje de ingresos procedentes del gasto de estos turistas en desayunos y otros servicios. Más aquellos turistas que no se plantean venir desde un principio, por no existir conexión aeroportuaria con su ciudad de origen, valora el Clúster.

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