Las hospitalizaciones de menores de 20 años por trastorno mental se duplican desde 2019

En 2021 hubo casi 800 ingresos de niños y jóvenes | La causa más habitual son los intentos de suicidio y las autolesiones, que se multiplicaron por cinco en un trienio

Paula Pérez

Paula Pérez

La pandemia de trastornos mentales que ha dejado como secuela el COVID se está cebando especialmente en la población más joven. El aislamiento social por el confinamiento ha sido la puntilla para muchos problemas psicológicos que arrastraban ya niños y adolescentes desde tiempo atrás y que han terminado agravándose hasta el punto, en algunos casos, de requerir hospitalización. El resultado es que en solo tres años, entre 2019 y 2021, los ingresos hospitalarios de menores de 20 años por problemas mentales se han duplicado en Galicia. La causa más común que los lleva a terminar en la cama de un hospital son los intentos de suicidio y autolesiones. Estos casos se han multiplicado por cinco tras la pandemia.

Según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad, casi 800 gallegos menores de 20 años fueron hospitalizados en 2021 por trastornos mentales. De ellos, cuatro de cada diez tenían incluso menos de 15 años. Supone un claro incremento respecto a 2019 cuando los ingresos hospitalarios de niños y adolescentes en Galicia fueron solo 390.

Cuando se llega a la hospitalización es que no se ha atajado a tiempo el problema. El trastorno más frecuente entre la población infanto-juvenil es la depresión y la ansiedad. Pero si no se detecta y no se aborda correctamente, la dolencia puede agravarse y derivar en autolesiones o incluso en el suicidio. Y ahí es cuando se requiere ingreso hospitalario.

Así, un tercio de las hospitalizaciones de menores de 20 años en Galicia por trastornos mentales son casos de intentos de “suicidio o lesiones intencionadamente infligidas”. En 2021 hubo 218 hospitalizaciones de chavales por esta razón: son cinco veces más que antes de la pandemia. Sesenta y seis de estos ingresos fueron de menores de 15 años y otros 152 tenían entre 15 y 19 años.

El incremento exponencial de casos de intento de suicidio y autolesiones ha llevado incluso a la Xunta a adoptar medidas. La Consellería de Sanidade ha elaborado una guía específica que sirva de ayuda a los médicos de familia para identificar con rapidez trastornos mentales, que puedan ser el preludio de conductas suicidas, y su derivación “preferente” a las unidades de salud mental.

La Consellería de Educación también reforzó este curso su protocolo antisuicidio, fomentando una mayor coordinación con el Sergas. Y 1.800 docentes han recibido ya formación específica para atajar estos problemas de salud mental entre los estudiantes.

Además de los intentos de suicidio y autolesiones, en 2021 hubo medio centenar de ingresos hospitalarios por casos de ansiedad –frente a solo 28 en 2019– y otras 50 hospitalizaciones por déficit de atención y trastornos del comportamiento.

Además el consumo excesivo de alcohol y de drogas puede derivar en trastornos mentales en la población más joven: esto causó otros 51 ingresos en el año 2021.

Las estancias medias en el hospital por trastornos mentales en esta población joven rondan los 14 días, según los datos del Ministerio de Sanidade, y tienen un coste medio de 5.100 euros para los menores de 16 años y 6.400 para los chavales comprendidos entre 15 y 19 años. Esto significa que las hospitalizaciones de niños y adolescentes por problemas mentales supuso en 2021 un coste sanitario de 4,6 millones de euros.

HIPÓLITO PUENTE - Vicedecano del Colexio de Psicoloxía

Hipólito Puente.

Hipólito Puente. / JORGE SANTOMÉ

–¿Por qué aumentan tanto los problemas mentales entre los jóvenes?   

–La pandemia influyó, especialmente en los adolescentes porque necesitan de una forma especial el contacto social. No tienen una autoestima formada y necesitan ese contacto social para compararse. Durante la pandemia solo tenían relación con los padres y las pantallas, pero les faltaba esa relación social con iguales.

–¿Qué trastornos son los más habituales?

–El 40% de los problemas emocionales son debidos a la depresión y la ansiedad. Son problemas que ya estaban antes de la pandemia pero que se incrementaron al no tener contacto social.

–¿Se trata de un incremento puntual de casos tras la pandemia? ¿La situación tenderá a remitir?

–No, los datos anteriores a la pandemia ya revelaban un incremento en el porcentaje de adolescentes con problemas emocionales. La pandemia lo que hizo fue agudizarlo.

“Se necesitan más psicólogos en los colegios para prevenir estos casos”

–¿Y qué falla para que crezcan tanto los problemas mentales entre la población infantil y juvenil?

–Creo que es la forma de vida que llevamos donde prima más el individualismo sobre lo colectivo. Vivimos rodeados de gente pero estamos solos.

–Aumentan los casos de intento de suicidio y autolesiones. ¿Por qué?

–Si se llega a ese extremo es porque falla algo. Los adultos y los profesionales tenemos medios para descubrir qué le pasa por la cabeza a un chaval. Si no lo hacemos es porque no tenemos dotación de personal. Hay que intentar abordar el problema desde el principio, desde la prevención y la intervención.

–¿No hay psicólogos en los colegios?

–Hay orientadores en todos los institutos de Galicia, pero puede ser un psicólogo, un pedagogo, un psicopedagogo o incluso un licenciado en Geografía que aprueba la oposición y estos últimos no tienen competencia para abordar estos temas. En Galicia, tenemos ahora mismo un 20% de psicólogos en los institutos. Es un déficit importante. Se precisan más.

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