El ‘descanso eterno’ no es infinito

Las concesiones de unidades de enterramiento en Galicia duran solo 50 años y muchas vencen ahora | La gente ya no se entierra, se incinera | Alquilar nichos está de moda

Tumba en la zona de enterramientos del Cementerio Municipal de Pereiró, en el centro de Vigo

Tumba en la zona de enterramientos del Cementerio Municipal de Pereiró, en el centro de Vigo / ALBA VILLAR

El tiempo es una cuestión relativa, sin embargo, pensar en la muerte como un descanso eterno suele ser una idea literalmente fijada en el cerebro. Pues bien, igual que no hay mal que cien años dure, tampoco tumba que soporte la eternidad de la muerte. En Galicia las concesiones de unidades de enterramiento municipales (nichos principalmente) tiene una duración media de 50 años. O sea, que transcurrido ese tiempo, la familia tiene que ‘desalojar’ el nicho, decidir qué quiere hacer con los restos y pierde el derecho de uso que le otorgaba la concesión. Un problema con el que se van a encontrar muchos gallegos este año y los siguientes ya que muchas de las concesiones están vencidas o a punto de hacerlo, por ejemplo en Vigo. En la ciudad olívica el alquiler de nichos está causando verdadero furor. Por sólo 412,90 euros se puede alquilar el uso de un nicho durante 6 años (tiempo suficiente para hacer reducción de restos) que se puede renovar por otros 4 años a 276,85 euros de tasa.

Calle de nichos en Pereiró. |  //ALBA VILLAR

Calle de nichos en Pereiró. | //ALBA VILLAR / coco vecino

Esta práctica no es exclusiva de los cementerios vigueses, desde donde apuntan que cada vez tienen más sitio porque la gente prefiere incinerarse. Desde los cementerios de Galicia explican que bajan las inhumaciones en pro de las incineraciones, no por una cuestión de dinero, sino por una cuestión práctica, ya que 50 años supone que los familiares que se encarguen del finado, probablemente ni siquiera tuvieron relación con él. Es una forma de dejar zanjado el asunto, no para siempre, pero sí es más fácil la gestión de las cenizas una vez vencidas las concesiones de los ceniceros municipales, que hacer una reducción y meter los restos en un osario.

A perpetuidad: el chollo acaba

Los cementerios municipales rigen su gestión y los servicios que ofrecen siguiendo las ordenanzas del concello correspondiente. En ellas, se determinan cosas tan importantes para los usuarios como las condiciones de las concesiones (precio, duración...). Los camposantos de Vigo se encuentran en este momento en tierra de nadie a nivel legal. Muchas de las concesiones cumplieron sus 50 años en 2022 y otras están a punto. Pero no se puede mover nada, ni se ha avisado a las familias de momento, porque el consistorio está en plena elaboración de las nuevas ordenanzas que regirán la gestión de los servicios funerarios municipales.

Entre otras cosas, la nueva normativa determinará las nuevas condiciones, por las que podrían verse afectadas las concesiones de nichos ‘a perpetuidad’. Aunque el Consistorio vigués tiene la intención de dar continuidad a los titulares de las concesiones actuales, las que fueron dadas ‘para siempre’ podrían perder esa condición, para empezar a gestionarse bajo un modelo con fecha de caducidad, como todas las demás.

¿Cuánto cuesta enterrarse? Depende de la ciudad y en algunas, también del terreno (como pasa en Lugo). En Vigo la tasa por un nicho a 50 años es de 2.304,85 euros. En Pontevedra ese mismo tiempo cuesta 2.240 euros. Ourense establece un rango de precios por sus 50 años de eternidad que va desde los 486,90 a los 1.927,55 euros. En Lugo las concesiones se hacen por 25 años (con posibilidad de renovarlas por otros 25) y su precio medio es de 1.700 euros. En A Coruña los nichos duran 15 años, por eso son más económicos: 584,68 euros. Eso sí, se pueden solicitar prórrogas sucesivas de 5 en 5 años, hasta un máximo de 50 (pagando las correspondientes tasas en cada ocasión).

Santiago es la ciudad donde los trámites administrativos relacionados con cementerios son más complejos y es mejor llamar e informarse según cada caso. Desde 2003 ofrece concesiones de 50 años en todas sus unidades de enterramiento, una modernización tardía por lo que cuenta con otras dos modalidades vigentes y con muchos usuarios: concesiones a perpetuidad y a 99 años (iniciadas a finales de los 80).

Nichos de ‘estraperlo’ que pasan de mano en mano

Lo que caracteriza a una concesión es el hecho de que la Administración cede a una persona facultades de uso privativo de una pertenencia del dominio público. Es decir, las familias no son dueñas de las tumbas de los cementerios municipales, son usuarios en exclusiva durante un periodo de tiempo (también en el caso de las conocidas como ‘a perpetuidad’, mal entendidas como tumbas en propiedad). Pero que uno no sea el propietario no significa que en la práctica no se actúe como dueño y señor. Y es que las concesiones de unidades de enterramiento, cuya venta está expresamente prohibida, pasan de unas manos a otras a través de un chanchullo legal llamado: cambio de titular (ínter vivos). Una misma concesión puede tener múltiples titulares a lo largo de su vida útil. Los siguientes moradores disfrutarán del tiempo que resta hasta llegar a los 50 años de tope. Esto, que es legal, tiene su cara B. Al igual que pasa con los taxis, la gente paga por ellas. O sea, que tras el telón se hace una venta privada de un espacio público que no tiene dueño personal. Se usan páginas de compraventa de segunda mano como Milanuncios.com para ofrecer los nichos en cementerios municipales y parroquiales. Describen la zona, ponen un precio al nicho, pero suelen evitar aclarar cuánto tiempo de concesión queda. Alguien podría comprar el nicho de Pereiró, ofertado por 1.300 euros (un 43% menos que lo que cuesta una concesión nueva), y no solo estaría haciendo algo ilegal (la compra, sin embargo, puede cambiar la titularidad oficialmente en el Concello), sino que podría encontrarse además con la desagradable sorpresa de que le queden apenas 2 o 3 años de uso.

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