El Perte del motor, el primer gran desafío de Héctor Gómez tras la salida de Maroto

El canario debe corregir los errores del primer programa de ayudas, que dejó sin asignar casi 2.200 millones con Stellantis y la automoción gallega como principales perjudicados

Héctor Gómez.

Héctor Gómez. / Alejandro Martínez Vélez/EP

David Page

La patata caliente de los Perte, en especial el del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), será el primer gran desafío del canario Héctor Gómez al frente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que ha dejado la madrileña Reyes Maroto para intentar recuperar la Alcaldía de la capital para el PSOE. El fiasco de la primera convocatoria, que dejó sin asignar casi 2.200 millones de euros (el 75% de los fondos disponibles) y a Stellantis y a sus proveedores como principales perjudicados –los grandes proyectos de la automoción gallega no encajaban por plazos y elegibilidad de las ayudas en las bases del Perte–, ya se cobró el pasado diciembre la cabeza del anterior secretario general de Industria y Pyme, Raúl Blanco, sustituido por el senador asturiano Francisco Blanco. Y como el motor, el naval también espera la resolución de su propio Perte, que será crucial para la digitalización y transformación del sector.

HÉCTOR GÓMEZ: perfil

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La expectativa de que el presidente Sánchez buscaría perfiles netamente políticos en la esperada crisis de gobierno se ha cumplido. Con creces. El nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez Hernández, es hombre de partido (con carné desde hace dos décadas), estrenado diputado socialista por Tenerife esta legislatura, y tiene una trayectoria por la política local (concejal en el municipio de Isora) y la autonómica (diputado en el Parlamento canario).

Y en esa trayectoria política de solera socialista el nuevo ministro también ha sufrido traspiés. Gómez fue efímero portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, apenas diez meses a caballo entre 2021 y 2022, hasta que fue cesado en la sacudida orgánica socialista tras la salida de Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE, el pasado julio, y con la que Ferraz buscaba un revulsivo en plena caída en las encuestas con el renovación de las portavocías en el Congreso y del propio partido.

Moncloa rehabilita a Gómez tras la portavocía exprés dándole entrada en el Consejo de Ministros. Tras el cese como vocero, ha ocupado la presidencia de la Comisión Constitucional del Congreso, pero ahora vuelve a la primera línea para comandar el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, un departamento clave en la gestión de los fondos europeos del Plan de Recuperación, en sustitución de Reyes Maroto por su candidatura a la Alcaldía de Madrid.

Héctor Gómez Hernández (Santa Cruz de Tenerife, 1978) es graduado en Derecho, licenciado en Ciencias del Trabajo y también diplomado en Turismo. Y es precisamente en el ámbito turístico en el que ya había ocupado responsabilidades ligadas al Ministerio de Industria en los primeros compases del primer Gobierno de Pedro Sánchez que salió de la moción de censura que tumbó a Mariano Rajoy. El nuevo ministro fue director general de Turespaña, el organismo dedicado a la promoción turística exterior de España, entre 2018 y 2019, hasta que fue elegido como diputado en el Congreso. 

La industria gallega estará muy pendiente de los pasos que dé a partir de ahora Héctor Gómez. Maroto, tras la decepción en el reparto de ayudas de la primera convocatoria del Perte VEC –que benefició principalmente al grupo Volkswagen pese a no ser el principal fabricante de coches de España–, negoció directamente con Stellantis una serie de apoyos que permitan a las tres plantas de la multinacional que pilota Carlos Tavares garantizar su actividad en el futuro, con la adjudicación de las nuevas plataformas industriales eléctricas STLA Small a las factorías de Vigo y Villaverde (Madrid) como gran objetivo. Sin este respaldo, como ha advertido en numerosas ocasiones el propio Tavares a sus directivos en privado, Balaídos y Figueruelas se quedarían sin STLA y, por tanto, sin la posibilidad de recibir las nuevas generaciones de vehículos eléctricos del grupo, lo que se traduciría en pérdida de empleo y competitividad, o algo peor.

Stellantis, que concurre a la segunda convocatoria del Perte con un proyecto común para su tres plantas en España, vigilará que los acuerdos a los que se ha llegado con Maroto y su equipo, se mantengan. El principal problema de la primera edición era la rigidez en los plazos, ya que exigía que todas las inversiones tuviesen que estar ejecutadas a mediados de 2025, y en el caso de la planta viguesa, por ejemplo, no se podría acometer hasta un año después por el propio ciclo de vida de los vehículos actuales, como advirtió FARO desde un principio. Además del apoyo del Perte, el fabricante automovilístico exige el enganche de Balaídos a la red de Muy Alta Tensión (MAT) para mejorar su competitividad en costes y evitar pérdidas millonarias por cortes de tensión, un proyecto que pese a ser rechazado por Transición Ecológica en numerosas ocasiones, el propio ministerio lo recuperó y mañana deberá ser aprobado en Consejo de Ministros.

Otros Pertes que dependen de Industria son los del naval, con el que el sector se juega su transformación; el de los microchips (en Vigo, Zona Franca abandera la puesta en marcha de la primera planta de chips fotónicos del sur de Europa, en colaboración con la Universidad), el aeroespacial o el de descarbonización de la industria. Todos canalizan los fondos NextGeneration movilizados por Europa para acelerar las economías de los países miembros tras la pandemia. 

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El primer Consejo de Ministros con José Manuel Miñones y Héctor Gómez en la mesa debe abordar un proyecto de interés capital para el área de Vigo y su industria: la modificación del plan de transporte de la red eléctrica nacional para incluir el enganche de Balaídos a la línea de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño, una infraestructura crucial para mejorar la calidad del suministro eléctrico y poner fin a los microcortes de tensión que tanto perjudican a Stellantis y a otras fábricas de la comarca –generan pérdidas millonarias cada año–. Solo el Consejo de Ministros puede modificar la hoja de ruta de Red Eléctrica España (REE) y la de mañana, cuando se celebra el día de la Reconquista de Vigo, es la última reunión antes de que termine el plazo prometido por Transición Ecológica, como ya advirtió este periódico. 

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