La endogamia aumenta en los campus: el 70% de docentes trabaja donde se doctoró

El porcentaje de profesores que leyeron la tesis en la misma universidad en la que ejercen creció 10 puntos desde 2016 | Aun así, Galicia aguanta por debajo de la media estatal

Primer día del clase del curso 2022-2023 en la Universidad de Vigo

Primer día del clase del curso 2022-2023 en la Universidad de Vigo / ALBA VILLAR

Carmen Villar

Carmen Villar

Siete de cada diez docentes e investigadores que conforman la plantilla de los campus gallegos leyeron la tesis en la misma universidad en la que trabajan. La proporción de profesionales formados en “casa” que acaban integrando los departamentos de la institución en la que se doctoraron suma casi diez puntos porcentuales más que en el curso 2016-17, según una estadística reciente del Ministerio de Universidades, y alcanza su cota más elevada desde entonces en los centros públicos gallegos.

Esas circunstancias se producen en un contexto en el que la Xunta quiere incentivar la savia nueva en los campus. De hecho, el nuevo plan de financiación universitaria, vigente hasta 2026, recoge ese parámetro en el panel de indicadores y con “consecuencias financieras”. En todo caso, el mismo plan concede que la situación de “escaso nivel de intercambio entre las instituciones” no es exclusiva de Galicia, sino generalizada en España, lo que, sostienen, “limita la proyección internacional de los resultados académicos e investigadores y cierra la puerta a enriquecer la institución con aportaciones del exterior”.

Galicia se mantiene entre las autonomías del Estado donde el recurso a personal formado en las propias instituciones es menor, pero su evolución al alza desde 2016 ha acortado las diferencias con el conjunto de universidades estatal desde los 13 puntos de entonces a unos escasos tres. En el último dato –relativo al curso 2021-22– Galicia supera la barrera del 70% (70,17) mientras el conjunto aguanta estabilizado en el entorno del 73%.

Si las universidades gallegas alimentan el grueso de su personal con perfiles formados en sus departamentos, el dato es superior cuando se analizan los docentes que, aunque no trabajen en la misma institución donde leyeron la tesis, sí lo hacen en alguna de las otras dos universidades gallegas: casi el 87% del personal PDI.

Organismos como la Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo) analizan el concepto bajo el epígrafe de “endogamia”, aunque entienden el “esfuerzo” de los campus por retener a sus investigadores. En su último informe sobre el sistema universitario, conceden que “el esfuerzo que hace una institución para formar a un doctorando es elevado y es normal que, si dicho investigador se ha integrado bien en el equipo y es un activo importante, se le quiera retener”. No obstante, añade que, “para el bien” de institución y docente, “es importante tener experiencias fuera” y que mediante programas de movilidad este personal “pueda experimentar otras maneras de hacer, ampliar su red y crear su propio ADN como profesor/investigador” con las “mejores prácticas observadas dentro y fuera”.

La situación varía según la universidad. La de Vigo es la que menos profesorado docente e investigador que leyó la tesis en la misma institución tiene, poco más de la mitad de esos docentes (un 51,83%), aunque ha ido a más, mientras Santiago (USC), que lidera el dato en Galicia, con un 86,7%, lo ha recortado en el último curso. En A Coruña, ha subido hasta el 65,1%.

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Acto de entrega de Premios extraordinarios a estudiantes e investigadores de la UVigo / MARTA G. BREA

Atraer y retener talento

El vicerrector de Política Científica de la USC, Vicente Pérez Muñuzuri, explica que en la situación actual de Santiago incide el que hasta hace poco tiempo era la única universidad gallega, circunstancia a la que, dice, se suma la elevada edad media de su cuadro docente. No obstante, resalta que esos datos están corrigiéndose y que la USC trabaja en captar talento a través de varios programas de recursos humanos de ámbito estatal y europeo que buscan “abrir aún más la puerta a personas formadas fuera” y ayudar a renovar su personal. Pérez Muñuzuri apunta asimismo que los procesos de contratación en las universidades públicas son “competitivos” y valoran los méritos y la capacidad en condiciones de igualdad de los candidatos. Además, subraya que captar talento externo es “compatible” con retener a especialistas “excelentes” y cómo de esa manera se da valor a la inversión pública realizada para formar a ese personal y eso revierte en fortalecer estructuras académicas e investigadoras públicas.

Alfonso Lago, vicerreitor de Profesorado, Docencia e Titulacións de la UVigo, destaca, por su parte, en línea también con la Fundación CYD, que el que se incrementen las tesis de doctorado presentadas en la universidad olívica “no significa” que dichos docentes no realicen estancias fuera y no completen sus estudios para finalizar su tesis con grupos de investigación nacionales e incluso extranjeros.

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