Euskadi busca aliarse con el Noroeste para no descolgarse del Corredor Atlántico

El Gobierno del País Vasco busca “aliados” para no quedar “descolgado del Corredor Atlántico” de mercancías ahora que Francia ha decidido retrasar la construcción del tramo de alta velocidad Burdeos-Hendaya más allá de 2035. Y también persigue un “reequilibrio territorial”, tratando de igualar el creciente “poder territorial” de Cataluña como “líder” del Corredor Mediterráneo. Es la interpretación de varios de los expertos a los que ayer pidió La Nueva España, diario perteneciente al mismo grupo editor que FARO, opinión sobre la cumbre convocada para este lunes 13 en Vitoria por el lehendakari, Íñigo Urkullu, con los presidentes autonómicos de Galicia (Alfonso Rueda), Cantabria (Miguel Ángel Revilla) y Asturias (Adrián Barbón), y su propuesta de mejorar el corredor ferroviario cantábrico, “a ser posible en alta velocidad”.

“Los vascos están viendo que el Noroeste se está moviendo en favor del Corredor Atlántico y no quieren quedar fuera, menos aún en precampaña”, señalaron fuentes del Ministerio de Transportes, en alusión al 28 de mayo, fecha de elecciones municipales y autonómicas en trece territorios, entre los que no se encuentran ni País Vasco ni Galicia. Claro que el eje Mediterráneo lleva “15 años moviéndose gracias a los empresarios, mientras que Euskadi siempre miró más a Francia que a España. Debería haber apoyado esto hace muchos años”, añaden los dirigentes consultados. Sobre el AVE a lo largo de la cornisa cantábrica, sí consideran factible estudiarlo.

“Ahora la comunidad fuerte del Corredor Atlántico es Galicia, y la del Mediterráneo, Cataluña. El País Vasco se ve arrinconado con la negativa de Francia al AVE a Hendaya y quiere protagonismo”, indicó un tercer experto ligado a la Administración. “Piden alta velocidad por si cuela, pero lo que quieren en realidad es un tren rápido hasta Galicia, renovando toda la antigua línea de Feve para que se pueda circular a 120 kilómetros por hora. Así el ferrocarril podría competir con la carretera, o al menos complementarse, en mercancías, y con el coche particular y el autobús en viajeros”, añadió.

El Noroeste lleva años tratando de compensar la presión empresarial del Levante a favor del Corredor Mediterráneo, con la reciente cumbre de finales de enero en Santiago entre Galicia, Asturias y Castilla y León como ejemplo.

El Gobierno asturiano, en manos del PSOE, compartió ayer su preocupación con Euskadi por el retraso en la construcción de los tramos de alta velocidad ferroviaria en Francia que garantizarían la conexión con el Corredor Atlántico.

Asturias aclara su prioridad

El vicepresidente del Gobierno asturiano, Juan Cofiño, avanzó que su comunidad acudirá al encuentro convocado por Urkullu con la mejor disposición para buscar una posición común para impulsar la llegada de la alta velocidad a Hendaya, “algo que afecta al conjunto del país”.

No obstante, reiteró que, para el Gobierno asturiano, su prioridad en materia ferroviaria, al margen de las mejoras que puedan acometerse en la red de cercanías, está definida desde hace año por la puesta en servicio de la Variante de Pajares que posibilitará la llegada de la alta velocidad y conectar los puertos asturianos con el denominado Corredor Atlántico.

Apuntó que Asturias no se puede “distraer” con un hipotético AVE del Cantábrico, un proyecto planteado hace décadas tras el desastre ecológico del Prestige que el Principado nunca vio con buenos ojos por el elevado impacto ambiental que supondría y que actualmente, según Cofiño, “no está en el orden del día”.