Sin periodo de gracia para el comisionado del Corredor Atlántico ferroviario

La Xunta reclama que Moncloa multiplique por ocho la inversión prevista y quiere sumar a la causa al País Vasco

Alfonso Rueda, ayer, tras el Consello de la Xunta. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Alfonso Rueda, ayer, tras el Consello de la Xunta. | // XOÁN ÁLVAREZ / X. A. Taboada

X. A. Taboada

X. A. Taboada

En la misma semana en que el comisionado del Corredor Atlántico ferroviario estrenó su agenda pública, la Xunta se ha subido de nuevo al carro de las reivindicaciones, sin conceder un periodo de gracia. Le reclama una atención “diferenciada” y una reunión “específica” con las comunidades del Noroeste y que se multiplique por ocho la inversión prevista por el Gobierno hasta llegar a los 8.000 millones y espera sumar al País Vasco al frente que forman Galicia, Asturias y Castilla y León para reclamar un mayor impulso a la red del ferrocarril de mercancías.

Los datos aportados –pocos– y la exposición realizada el pasado lunes en Asturias por el comisionado, José Antonio Sebastián, fueron ayer objeto de análisis en el Consello de la Xunta, que si bien celebra que por fin se “mueva” esta figura de nueva creación –el pasado 27 de enero–, censura la dirección que lleva en sus primeros pasos y que no tuviera contacto alguno bilateral con el Ejecutivo gallego.

A falta del plan director del Corredor Atlántico, que presentará en octubre y en el que se recogerán las actuaciones concretas con sus plazos e inversiones, el pasado lunes el comisionado avanzó solo los grandes números. A juicio de la Xunta, en la cita de Gijón se puso sobre la mesa una inversión para el Noroeste de 1.130 millones de euros, de los que 940 corresponderían a Galicia. Se trata de una cifra muy lejos del gasto necesario calculado por las tres comunidades en la reunión que tuvieron en Santiago el 27 de enero, que asciende a 7.884 millones de euros.

Por eso ayer, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pidió “multiplicar por ocho” la inversión prevista, “absolutamente insuficiente para atender las necesidades”.

Renovación integral

En ese contexto, ratificó que los casi 8.000 millones serán la reivindicación oficial para el Noroeste, que se destinarían a renovar la red interior ferroviaria para que alcancen los niveles mínimos de calidad que exige la UE con el objeto de que todas las infraestructuras europeas, al menos la que forman parte de los corredores, se puedan operar en las mismas condiciones técnicas sin importar el país.

Dado que el Noroeste ha sido el último territorio en incorporarse al Corredor Atlántico y en la reunión del lunes estuvieron representantes de once comunidades, los gobiernos de Galicia, Asturias y Castilla y León exigen una nueva reunión específica con el comisionado porque sus infraestructuras requieren un tratamiento “diferenciado”. En este sentido, a Rueda no le pareció de recibo que en la presentación del comisionado computase como inversiones en el Corredor Atlántico las relativas al eje Vigo-A Coruña o a la línea de alta velocidad Santiago-Madrid, ambos ya operativos.

Cuentas tramposas

“Hablamos de un corredor de mercancías, no de transporte de viajeros. Hablamos de mejorar el transporte de mercancías ferroviario”, argumentó, antes de advertir que las cifras que hay sobre la mesa “no encajan” con el compromiso de “un trato igual” al del Corredor Mediterráneo, que requeriría de un esfuerzo extra para compensar “la espera”. “Si para hacer ver que sí hay que sumar lo invertido en el AVE, son unas cuentas tramposas”, censuró el presidente de la Xunta.

También echó de menos, ante los pocos datos aportados por el comisionado en Gijón, que no hiciera referencia alguna a la salida sur de Vigo o la conexión con el puerto de Bouzas.

Como lo que se conoce no convence a la Xunta, ésta buscará una “reacción” para corregir lo que considera una planificación “insuficiente”. Y el primer paso para “reforzar” la reivindicación del Noroeste será sumar al País Vasco. El lunes las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria están convocadas a una reunión en Vitoria con el lehendakari, Íñigo Urkullu, que quiere recabar apoyos para evitar que el Corredor Atlántico acabe en la frontera con Francia, debido al retraso del Gobierno galo en ejecutar el trazado en su territorio.

Explicaciones de Francia

De hecho, el consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, sostuvo ayer que la UE debería “pedir explicaciones” al Gobierno francés por la decisión de retrasar a 2042 el Corredor Atlántico y debería “ofrecer garantías” a los Estados miembros para concluir la conexión con alta velocidad ferroviaria en 2030. “Es una infraestructura de interés general para el conjunto de la UE”, dijo.

Aunque los objetivos no son exactamente los mismos, Rueda considera oportuno sumar al País Vasco a la causa del Noroeste. “El volumen de los territorios da fuerza; nos interesa, el País Vasco en muy potente en su capacidad de decisión”, contó el presidente de la Xunta. “Es un buen aliado, una buena idea y una buena oportunidad porque piensa en la conexión con Francia, pero también en un trazado global por el noroeste e incluso Urkullu parece más interesado que el propio Gobierno central”, destacó Rueda.

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