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Formoso “redoblará esfuerzos” para ser alcalde de As Pontes y defender Galicia

Anuncia su candidatura en las municipales y desliza que mantiene su compromiso de hace un año, cuando manifestó su intención de ser candidato del PSdeG a la Xunta

Formoso, con un trabajador del PSdeG detrás, ayer en As Pontes. | // CABALAR/EFE

El líder del PSdeG, Valentín González Formoso, repetirá como candidato a la Alcaldía de As Pontes, cargo que ostenta desde 2007 y que compagina con la presidencia de la Diputación de A Coruña y, desde hace algo más de un año, con la Secretaría Xeral de los socialistas. Alegó ayer su “compromiso” con el futuro industrial no solo de su localidad, sino de toda Galicia para justificar su paso, insinuando que mantiene su disposición a ser candidato de su partido a la presidencia de la Xunta en las elecciones autonómicas previstas para julio del año que viene. “Significa no renunciar a Galicia, significa que comprometiéndome con el futuro industrial de este pueblo me comprometo con el futuro industrial de Galicia”, argumentó antes de prometer que “redoblará esfuerzos” para que sus labores como alcalde no le distraigan de su tarea a favor de la comunidad.

La decisión de Formoso, adelantada por FARO, fue comunicada a la opinión pública ayer por el líder socialista en un acto en su concello natal, cuyo consistorio gestiona con mayoría absoluta. Recordó que el cierre de la central térmica de Endesa en su municipio, una de las más grandes de España, abre una oportunidad de inversiones por más de 1.300 millones de euros en diversos proyectos centrados en la transición ecológica, el uso del hidrógeno o la creación de una planta de papel tisú, por ejemplo. “Este momento requiere remangarse, no quedarse en posiciones cómodas y dar un paso adelante esperando que la ciudadanía lo entienda así”, argumentó.

El dirigente, que cuenta con 12 de los 17 ediles municipales, quiere pilotar en primera línea el proceso de transición. Por ello repite como candidato. De lograr la Alcaldía y la Diputación, mantendría cargos institucionales que le otorgarían visibilidad, aunque le restarían tiempo para preparar las autonómicas.

Sin embargo, cree que su compromiso con Galicia queda demostrado con esta decisión, pues, según su interpretación, el beneficio para As Pontes supera las lindes de su término municipal para convertirse en un elemento clave para el futuro económico de la comunidad.

Formoso aseguró que su decisión está avalada por el partido, si bien fuentes socialistas consultadas por este diario coinciden en que hay dirigentes que se lo desaconsejaron porque lastraría su proyección autonómica y le restaría tiempo para centrarse en el partido a un año de las elecciones, justo en el momento de menos fortaleza del PP tras perder a Feijóo como cabeza de cartel y con un BNG al alza. El PSdeG, además, vive un mal momento autonómico con solo 14 escaños, por 19 del BNG y 42 de los populares.

Aun así, esas fuentes coinciden en que el partido no abrirá una guerra contra esta decisión en el Comité Nacional previsto esta mañana en Santiago para aprobar las listas municipales. “No daremos munición al PP. Estamos centrados en el 28-M”, apuntan.

El PSdeG vive así un escenario inédito en su historia porque nunca un alcalde y presidente de una diputación se perfiló como candidato a la Xunta. Para serlo, debería abandonar sus primeros cargos.

Formoso esquivó ayer la pregunta directa de si se presentará a las primarias para ser candidato a la Xunta, un paso al frente que siempre se ha mostrado dispuesto a dar, salvo a finales del año pasado cuando abrió la puerta al regreso como ariete electoral de José Ramón Gómez Besteiro, exlíder del partido, tras exonerado de las causas judiciales contra él.

El lucense no ha respondido a la oferta, por lo que Formoso se presenta como la única alternativa a día de hoy del PSdeG. Este rechazó avanzar sus planes, pero recordó que mantiene su compromiso de hace un año cuando ganó las primarias y avanzó su deseo de ser candidato a la Xunta. “Estamos en un momento de municipales, donde la decisión personal no es acomodarse. Dar un paso adelante significa que comprometiéndome con el futuro industrial de este pueblo me comprometo con el futuro industrial de Galicia”, respondió. “Lo que toca ahora son municipales, no podemos adelantar acontecimientos futuros”, añadió.

El anuncio de Formoso generó reacciones internas y externas. La de la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, se produjo antes de la comparecencia en As Pontes. “Cuenta con el respaldo de todo el partido, por supuesto, y cuenta con mi respaldo para cualquiera que sea la decisión que él tome”, declaró.

El antecesor al frente del PSdeG, Gonzalo Caballero, respetó su decisión, pero lanzó un reproche. “Sabemos que Galicia es mucho más que As Pontes y que el modelo ecológico y económico no es extrapolable”, dijo. “Deseo que el PSdeG acierte en el rumbo”, finalizó.

Desde el PP, afilaron los dardos. El presidente de ese partido y de la Xunta, Alfonso Rueda, celebró el fin del “culebrón” socialista y reclamó que el PSdeG gane “autonomía” respecto a Moncloa y la calle Ferraz.

Más dura fue la secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado, para la que Formoso demuestra que “no le importa Galicia” y que “no respeta los intereses de Galicia”. Se preguntó si le “está guardando la silla” a Besteiro.

Regidor con fecha de caducidad: el bastón de mando es incompatible con ser diputado gallego


El esperado movimiento de Formoso para tratar de mantenerse como alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña y su insinuación de que mantiene la intención de ser el cabeza de cartel a la Xunta de su partido imprime una fecha de caducidad a sus cargos locales, en caso de mantenerlos tras el 28-M.

La legislación electoral gallega considera inelegibles, entre otros, a regidores y presidentes de diputaciones, por lo que Formoso debería renunciar a su bastón de mando antes de que se publicasen las listas electorales de las autonómicas, que deberían celebrarse en julio de 2024. Ayer, evitó responder a si es responsable comprometerse como regidor si prevé dejar el cargo dentro de un año. Es habitual esta clase de movimientos en segundas espadas políticas, no tanto en pesos pesados, aunque el propio Feijóo dejó la Xunta a medio mandato para irse a liderar el PP estatal.

Esta problemática se agravaría si el relevo de Feijóo en el Ejecutivo, Alfonso Rueda, decidiese adelantar las elecciones gallegas a finales de este año, haciéndolas coincidir con las generales. Aprovecharía el tirón de Feijóo, al que las encuestas sitúan como lista más votada, y evitaría el peligro de concurrir a las urnas sin que este lograse su objetivo de ser presidente del Gobierno. Entonces, Formoso debería pasar apenas unos meses como alcalde. El tiempo dirá.

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