Los incendios arrasan en Galicia en un año un área similar a cinco concellos como Vigo

2022 fue el segundo peor ejercicio en actividad incendiaria de la década, con más de 51.600 hectáreas calcinadas, pero con la peor ratio de superficie quemada por fuego: más de 30

Hasta cinco concellos de la extensión de Vigo reducidas a cenizas. Ese es el alcance de los más de 1.700 incendios forestales registrados el año pasado en Galicia. Fueron un total de 51.642 hectáreas devoradas por las llamas en 2022 en los montes de la comunidad, el segundo peor balance de la década –en 2016 se superaron las 62.000 hectáreas–. Pero los del ejercicio pasado fueron incendios más virulentos que los de años anteriores, con un capacidad devastadora mucho mayor, hasta el punto que protagonizaron la mayor ratio de superficie quemada por fuego: 30,37 hectáreas, casi siete veces más que en 2021 (4,53) y un 53% más que el peor año de la década, 2016, (19,90 hectáreas de media), según datos de la Consellería do Medio Rural.

Tras un 2021 con una baja actividad incendiaria –950 fuegos que calcinaron 4.403 hectáreas, el tercer balance más bajo de los últimos diez años (en 2014 fueron apenas 2.000 hectáreas y en 2018, 2.600)–, 2022 volvió a poner en alerta a los servicios de extinción en la comunidad, en especial en Ourense. Solo en los montes de esta provincia se declararon 636 incendios que afectaron a más de 32.000 hectáreas –más del 60% de la superficie ardida en toda Galicia–. En Lugo fueron casi 280 los fuegos que alcanzaron a 14.501 hectáreas –el 28% del conjunto autonómico–. Y con un área similar están A Coruña, con 349 incendios que calcinaron casi 2.700 ha., y Pontevedra, que con 451 incendios afectaron a menos superficie: 2.367 hectáreas.

Una quinta parte de España

Galicia está marcada en rojo en los mapas de Medio Rural y del Ministerio para la Transición Ecológica por la lacra de los incendios forestales. De los más de 10.500 fuegos que asolaron el año pasado los montes del país, el 16% se produjo en la comunidad gallega. Pero la superficie devastada alcanza el 20% del total nacional, que en 2022 rozó las 268.000 hectáreas, según datos provisionales del departamento dirigido por Teresa Ribera.

Si se echa la vista atrás y se analizan los datos de la última década, el balance da cuenta de lo complicado que es erradicar la cultura del fuego en Galicia, lograr que los montes y fincas estén limpios en la antesala de la temporada de alto riesgo y, por otra parte, conseguir dar con los autores de un delito que es muy complejo por la falta de testigos y de pruebas que permitan, primero, sentarles en el banquillo con una causa bien armada, y, segundo, condenarles. En los últimos diez años, los más de 20.000 incendios forestales declarados en Galicia redujeron a cenizas casi 200.000 hectáreas. Es como si de un plumazo desapareciese la cuarta parte de la provincia de A Coruña o casi la mitad de Pontevedra.

La provincia más dañada en los últimos diez años por las llamas fue la de Ourense (más de 90.000 hectáreas calcinadas, casi la mitad de toda Galicia). Lejos de este balance le siguen la superficie afectada en Pontevedra (más de 37.000 hectáreas). Y con una superficie similar están A Coruña y Lugo, ambas por encima de las 20.000. O lo que es lo mismo, los incendios devoraron en diez años en la provincia de Pontevedra una superficie similar a once municipios del tamaño de Baiona. Y en el caso de A Coruña es equiparable a casi ocho ayuntamientos de la extensión de Sada.

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