Galicia empeora sus notas en selectividad y se empantana en el furgón de cola

El debate a favor de un cambio en el examen de selectividad, que abandera Galicia entre otras comunidades, se desencadenó tras constatar el Ejecutivo autonómico que, pese a que los estudiantes gallegos se encuentran entre los de mejor desempeño del Estado cuando se examinan en pruebas como PISA, no sucede lo mismo cuando se considera el resultado del examen que decide qué pueden o no estudiar cuando llega el momento de elegir una carrera universitaria. Ese es el argumento esgrimido de forma reiterada por el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien advierte de “desigualdad” al existir “17 puertas de entrada diferentes para un distrito universitario único”. Ahora que el Ministerio de Educación aborda la reforma de las pruebas, conmina a solventarla y a optar por una prueba “única”, que sería, sostiene, la vía para “garantizar” una “justa concurrencia competitiva”.

Los datos de la ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) que determinó quién está estudiando qué en primero de carrera en el presente curso, la realizada en junio y julio de 2022, vuelven a relegar a Galicia a los puestos marginales del ranking autonómico, donde permanece empantanada en los últimos años aunque que las calificaciones hayan registrado un crecimiento discreto, pero sostenido, al menos desde 2015.

El 6,41 anotado de media por los aspirantes gallegos procedentes de Bachillerato que lograron el apto en 2022 en cualquiera de las dos convocatorias –ordinaria y extraordinaria– rompe esa tendencia positiva y es inferior a los resultados del ejercicio precedente, cuando habían alcanzado una media de 6,56. No obstante, el puesto, penúltimos por la cola, es el mismo que entonces y solo el alumnado balear, que ya ocupaba la última posición del listado en el pasado ejercicio y que permanece atrincherado en ella, supera el filtro de la selectividad con un peor desempeño, con un 6,34.

Considerado el conjunto autonómico, y a pesar de que el año pasado se mantuvo un examen con mayores opciones derivado de la pandemia –como ocurrirá en este por última vez antes de que comience el proceso de reforma de la prueba–, se nota igualmente un descenso, pero menos intenso, al pasar de un 6,88 a un 6,81.

Un desempeño a la cola en las principales materias

En todo caso, el desempeño del alumnado en general supera al de los estudiantes gallegos en particular en casi todas las materias comunes a todos los Bachilleratos que se examinan en la fase general: Historia de España, Lengua Castellana y Literatura, Lingua Galega e literatura e Inglés. De hecho, Galicia, junto a Euskadi, recibe la peor nota media en Lengua Castellana, un 6,97, mientras que en Inglés se queda en penúltima posición, con un 7, y en Historia de España, con un 7,49, de antepenúltima.

Lo propio ocurre en materias vinculadas a cada Bachillerato, caso de Matemáticas, donde la diferencia es ligera (de un 7,56 frente a un 7,5 en Galicia), si bien en este caso la comunidad gallega se sitúa a mitad del ranking, o Fundamentos del Arte, donde vuelve a situarse de segunda por la cola. Lo contrario sucede en Latín –donde los gallegos sacan la cuarta mejor media del país– y Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales,. En ambas asignaturas los preuniversitarios gallegos mejoran el logro del conjunto estatal.

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Por otro lado, Galicia es la comunidad con un menor porcentaje de aprobados sobre presentados, con un 92 por ciento del total. Si se analiza el desempeño por sexos, son las chicas las que mejor lo hacen: en su caso la media gallega sería de un 6,49, mientras que sus compañeros de pupitre varones, que marcan de media 6,32.

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